martes, 31 de diciembre de 2019

EL OFICIAL Y EL ESPÍA: CRÍTICA DE CINE

La coproducción entre Francia e Italia, EL OFICIAL Y EL ESPÍA, cuenta con guion adaptado y dirección de Roman Polanski
 
Año 1894. El capitán francés Alfred Dreyfus (Louis  Garrel), un joven oficial judío, es degradado y acusado de espionaje, siendo recluido en la isla del Diablo, situada a 11 km de la costa de la Guayana Francesa, a cadena perpetua.
 
Georges Picquart  (Jean Dujardin) que en un principio creyó en la culpabilidad de Dreyfus, se convertirá en su defensor, cuando al ser ascendido a jefe de la Inteligencia Militar del Ejército francés, descubre pruebas que demuestran que Dreyfus no era el traidor que pasaba  información al Imperio Alemán, al encontrar un telegrama, enviado por el agregado militar alemán al comandante francés Ferdinand Waksin Esterházy. Picquart compara la escritura de dicho documento con otros escritos de Esterházy, revelando que era la misma letra.
 
El oficial y el espía se centra en el caso verídico de espionaje y antisemitismo en la Francia de finales del siglo XIX, porque no solo Alemania en el siglo XX odiaba a los judíos, con esas páginas negras, que han quedado en la historia, sobre los nazis durante la II Guerra Mundial;  en la Francia del siglo anterior, también existía hostilidad hacia dicho pueblo y que un judío, fuera oficial del ejército, no estaba bien visto, siendo carne de cañón, como así sucedió con Dreyfus.
 
El actor, guionista, productor y director de cine, Roman Polanski, en su juventud estuvo marcado por la invasión nazi en Polonia, viviendo en el Gueto de Varsovia, donde vio como sus padres eran separados en diferentes campos de concentración. Tras finalizar la guerra y regresar a Cracovia, comenzó sus estudios en la Escuela Nacional de Cine de Lodz, trabajando como actor en “Generación” 1955 de Andrzej Wajda. Se inició en el cortometraje, con obras como: “Dos hombres y un armario” 1958, “Ángeles caídos” 1959, “La lámpara” 1959 o  “Mamíferos” 1962. En ese mismo año, 1962, debutaría en el largometraje con “El cuchillo en el agua” que obtuvo un gran éxito; otras obras de este gran cineasta son: “Repulsión” 1965 (Premio del jurado, Oso de Plata, en Berlín),  “Callejón sin salida” 1966 (Oso de oro en Berlín). Clásicos como “El baile de los vampiros” 1967, “La semilla del diablo” 1968 o  “Chinatown” 1974, con la que obtuvo numerosos premios internacionales,  y otras obras en su amplia e importante filmografía son: “Tess” 1979, de nuevo otra obra muy premiada, “Lunas de hiel” 1992, “El pianista” 2002, con importantes premios, “Un dios salvaje” 2011, “Basada en hechos reales” 2017 y terminamos este resumen con “El oficial y el espía”,  su última obra.
 
Polanski ilumina la gran pantalla con la imagen de un patio militar,  en  plano general, donde un grupo de soldados, con paso ceremonial, se dirigen, seguidos por la cámara, hacia un punto en concreto, en donde se detendrán. Un hombre, Alfred Dreyfus, es declarado culpable de espionaje y ante la mirada de altos cargos del ejército francés, es despojado de sus galones y traje de oficial, siendo condenado a cadena perpetua en la Isla del Diablo. Un arranque potente, para situarnos en la historia de espionaje que dividió a la sociedad francesa entre los que pensaban que Dreyfus era inocente y sus detractores.  
 
Respetar los títulos originales de una obra, debería ser obligatorio y en casos como en esta película, mucho más. Su título original “J´accuse…!” corresponde al artículo que el escritor Émile Zola en 1898 publicó en  el periódico L´Aurore, como carta abierta al entonces presidente de Francia Félix Faure, creando un gran revuelo entre la sociedad y la política. Artículo que escucharemos en voz en off,  entre planos muy visuales a través de  un magnífico montaje. Montaje a tener en cuenta en este filme, cobrando especial importancia, pues Hervé De Luze, ha logrado con él, dotar a la película, de un extraordinario ritmo.
 
Roman, en sus 132 minutos de metraje, nos ofrece la odisea por la que tuvo que pasar Picquart para defender a Dreyfus, 12 años de su vida, entre 1894 a 1906, siendo fiel, a la historia que ya conocemos, bajo una meditada, reflexiva y  elegante dirección. Un filme que atrapa al espectador, por la agilidad de su narración y montaje mencionado, entre diálogos y frases impactantes, que dejan huella en el espectador.
 
Cada detalle está cuidado al milímetro, a través de una extraordinaria puesta en escena que refleja el final del siglo XIX. El refinado vestuario de Pascaline Chavanne, los vistosos decorados de Jean Rabasse y Philippe Cord`homme y la excelente fotografía de Pawel Edelman, para terminar con las extraordinarias interpretaciones entre las que destaca un impecable Jean Dujardin, junto al excepcional elenco de secundarios.  Una obra sincera  por la que desfila la hipocresía y los falsos valores, de una sociedad de finales del siglo XIX.
 
Mi nota es: 8,5

ESTRENO en ESPAÑA: 1 de Enero
REPARTO: Jean Dujardin, Louis Garrel, Emmanuelle Seigner, Grégory Gadebois, Hervé Pierre, Wladimir Yordanoff, Didier Sandre, Melvin Poupaud, Eric Ruf, Mathieu Amalric, Laurent Stocker, Vincent Pérez, Michel Vuillermoz, Vincent Grass, Denis Podalydès, Damien Bonnard, Raphaël Caraty, Clément Jacqmin, Pierre León Luneau, Michèle Clément, Yohan Renier, Romain Lehnhoff.

PRODUCTORA: Gaumont// Légende Films// Canal+// Eliseo Cinema// France 2 (FR2)// France 3 (FR3) // RAI Cinema.

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Caramel Films España.

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