Nada mejor para terminar este mes de diciembre, que disfrutar
de una nueva cita con el teatro, el cual ha estado muy presente durante todo
este año en mi vida y a través de este blog, os he ido informando de las
diversas posibilidades a tener en cuenta.
La obra en concreto ha sido “Dos hombres solos sin punto com… ni ná”
producida por Teatro Sí de Jerez y que lleva representándose
ininterrumpidamente más de 10 años con un éxito rotundo en sus más de 1.200
representaciones a lo largo y ancho del país (Valencia, Bilbao, Sevilla, Palma
de Mallorca, Málaga…), pero como el propio director y protagonista Manolo Medina
comentara al terminar la función del martes 23 del presente mes: “Lo que más cuesta es llegar a pisar un
escenario en la capital, en Madrid y me siento orgulloso de estar esta noche
una vez más en esta ciudad, deseando que hayan disfrutado” Sin
duda la última frase …deseando que hayan
disfrutado, estaba cargada de emotividad, pues los aplausos nada
más finalizar la función, resonaron con gran fuerza y durante largo tiempo,
hasta que él mismo pidió silencio para hablar, sin olvidar las constantes interrupciones durante la propia obra.
La función tiene una duración de dos
horas y media, con dos protagonistas en escena: Manolo Medina quien también
dirige la obra y Javier Vallespin. El argumento nos habla de dos hombres,
Manolo y Javier, que comparten piso. No
son homosexuales. Javier trae el dinero a casa y Manolo es el ama de casa. Pero
hay un problema y es que Manolo se ha criado con su madre, seis hermanas y un
mayordomo maricón y la gente habla más de la cuenta porque la gente...es
"mu mala”. Con este arranque, la obra irá girando en torno a clichés de la heterosexualidad y la
homosexualidad hasta convertirse en la obra más desternillante de la escena
actual en nuestro país, y anclada en la realidad de la España del siglo XXI,
con improvisaciones y ofreciendo al espectador, de forma jocosa, instantes de rabiosa actualidad.
Durante el transcurso de la obra,
los protagonistas dialogan, discuten, comentan e incluso se ríen del momento
improvisado, ocasionado por las fuertes carcajadas del espectador. Diálogos que darán paso a monólogos para el lucimiento propio de cada uno de los actores, y desde luego que se lucen. Llenan el escenario con su única
presencia.
Decir en honor a la verdad, al
menos desde mi punto de vista, que Javier está muy bien en su papel, con un monólogo que lo borda, pero Manolo se sale. Sobrepasa los límites de la
comedia, hasta el punto que en algunas ocasiones me recordaba a la gran Lina
Morgan. Ese desparpajo, esa forma de moverse por el escenario, esa manera de dirigirse
al espectador, pues al espectador también lo hacen partícipe de la obra, sin olvidar de las
constantes improvisaciones, que sólo otro buen actor, es capaz de no perder el
hilo de la historia, y Javier está a su altura en esos momentos.
Manolo hace reír a mandíbula abierta y
se ríe sin ningún rubor de sus propias ocurrencias o las de su compañero. Es un
actor con el gran don de la espontaneidad, que traspasa hasta el espectador.
Una obra aclamada por crítica y
público donde han conseguido el ansiado cartel de “No hay entradas” en la gran
mayoría de sus representaciones. Dos horas y media de pura comicidad, de
carcajadas sonoras, de sonrisas y risas constantes.
Mis felicitaciones a los dos
actores y a la fabulosa dirección y puesta en escena por parte de Manolo
Medina. Sólo espero y deseo que sigan cosechando muchos éxitos porque eso
significará que siguen haciendo reír al público, algo tan necesario en los
tiempos en que nos ha tocado vivir.
Muy recomendable para dejar los
problemas fuera, durante más de dos horas.
La obra se está representando en
el Teatro la Marquina C/Prim 11
Desde el 23 de diciembre al 6 de
enero.