Estos días se hablaba de la nueva
subida del billete del metro de Madrid. Una nueva forma de insultar a los
ciudadanos madrileños, una nueva manera de ver como nuestro sueldo queda aún más
debilitado. Y es que a la señora Esperanza Aguirre la da lo mismo ocho que
ochenta, pues ella no viaja en transporte público. Ella, como todos los suyos,
viaja en coches pagados con nuestros impuestos, y mientras el metro sube, ella
se ríe a mandíbula abierta.
En rueda de prensa dijo: “El
billete de Metro no creo que suba, seguirá en 1,5 euros, lo que es la cifra más
baja de billetes de Metro de todo el resto de metros de la categoría de Madrid
del mundo entero”.
Señora Aguirre: ¿No creo? ¿Qué
respuesta es esa? Se mantiene en 1,5 euros, sí, pero para 5 estaciones, cada
nueva estación que se tenga que recorrer 10 céntimos más hasta llegar a los 2
euros. El billete al aeropuerto, se duplica llegando a los 5 euros y veremos lo
que pasa con los abonos transporte, que se prevé una subida del 8% Y lo más
descarado, compararlo al precio de otras ciudades del mundo. Señora Aguirre, en
el resto de los países a los que usted hace alusión, los sueldos son muy
superiores a los que tenemos en España y más con su gobierno con los recortes
que está provocando. No se puede ser tan descarada ante la ciudadanía, no se
puede provocar de esa forma al ciudadano. Bueno, por poder claro que se puede,
ustedes se atreven a eso y mucho más.
Otra de sus perlas en dicha rueda
de prensa es: “Descuentos han tenido que revisarse en función de las subidas de
la electricidad, el gasóleo y de la bajada de las subvención que daba el
Gobierno de la nación”
Claro, como no. La bajada de las
subvenciones. Por supuesto, para recaudar han reducido subvenciones y quién las
paga, los de siempre, los ciudadanos, los trabajadores, los curritos de
siempre, mientras ustedes continúan llenando sus carteras y sus cuentas
bancarias.
¿Por qué no recuperan dinero de
esas dietas que alegremente están dando a diputados que viven en Madrid? Concretamente
314 diputados que están malgastando 1.823 euros al mes por cada uno de ellos en
hoteles que no usan.
Está claro, que la desfachatez y el descaro, tanto de usted, como la de su
partido, no tiene límites. Pero tengan cuidado, la cuerda está muy tensa,
muchos ciudadanos están pasando hambre y calamidades.
Cuando la cuerda se rompa…