viernes, 3 de agosto de 2018

DOS MUJERES: CRÍTICA DE CINE

           Dos Mujeres no solo cuenta con guion y dirección de Martin Provost, sino con un duelo fantástico entre dos grandes actrices: Catherine Front y  Catherine Deneuve, escrito exclusivamente para ambas.

          Claire (Catherine Front) es viuda, vegetariana, disfruta con su trabajo como comadrona, cuida de su hijo, Simón (Quentin Dolmaire) que adora a su madre y de una pequeña huerta en los tiempos libres. Mientras está recogiendo algunos productos de la huerta, un hombre la saluda, Paul (Olivier Gourmet), un camionero que parece estar interesado en Claire. La  única preocupación de ella, está en el inminente cierre de la planta de maternidad del hospital donde trabaja y su incierto futuro, en la profesión.

          Toda su vida se alterará, cuando aparece tras cuarenta años,  Béatrice, la ex amante de su difunto padre (Catherine Deneuve), de carácter jovial, jugadora empedernida de cartas, bebedora y embaucadora. Le comunica que tiene una grave enfermedad, cáncer, que está sola en la vida y…

          Tal vez, lo primero que impacta visualmente en el espectador es con la naturalidad con la que se muestran los partos. En los primeros minutos del metraje, el director nos acerca al personaje y trabajo de Claire y para ello nos ofrece  un número importante de nacimientos, siendo observadores de la forma en que la comadrona aborda su cometido, la rapidez y la sencillez en el acto. Nada de gritos o aspavientos, más allá de los necesarios.

          Provost ha dejado claro a través de su filmografía, que se siente cómodo escribiendo personajes femeninos. En este filme crea dos  mujeres antagónicas, sensibles y emotivas, aunque una lo demostrará más que la otra, luchando siempre con sus miedos, debilidades y formas de ver la vida. Son como el yin  y el yang en cuanto al carácter y toma de decisiones,  y eso se refleja en la relación que mantienen durante toda la obra, un amor y odio cargado de apoyo y enfrentamientos, entre la compasión y la indiferencia, entre los recuerdos dolorosos y un presente piadoso. En un filme marcado como a fuego, por la vida y la muerte y donde Martin, mantiene el drama sin caer en lo superficial y sentimentaloide.

          Se ha elegido con sumo cuidado cada uno de los escenarios, tanto de interior como exterior, para narrar una obra con claros destellos de verdad, honestidad y una sinceridad que en mayor o menor medida, cala en el espectador. Es de esas películas, donde el estado de ánimo de  quien la está viendo, más que nunca, comprenderá a ambas mujeres o le resultarán indiferentes. Unas vidas que a lo largo del metraje resultan monótonas, como puede suceder con las nuestras en el día a día: Trabajo, ocio, familia, amigos, enfermedades, vida y muerte, con alguna válvula de escape.

          Las dos Catherine están magníficas, totalmente creíbles, adoptando y haciendo suyos unos personajes tan sencillos en apariencia, como ricos en matices y lecturas. Son el diamante en bruto del filme, muy bien acompañadas por sus compañeros secundarios.

        
  El director de fotografía Yves Cape, realiza un correcto trabajo, tan discreto como resulta la banda sonora de Grégoire Hetzel. No buscan resaltar, sino acompañar a la historia de Claire y Beatrice.
          Mi nota es 8

               ESTRENO en ESPAÑA: 3 de Agosto

          REPARTO: Catherine Front, Catherine Deneuve, Quentin Dolmaire, Olivier Gourmet, Mylène Demongeot, Pauline Etienne, Marie Paquim y Audrey Dana

          PRODUCTORA: Curiosa Films/ France 3 Cinéma/ Versus Production.

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: A Contracorriente/Films.

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