jueves, 23 de agosto de 2018

LA MÚSICA DEL SILENCIO: CRÍTICA DE CINE


La Música del Silencio es el biopic sobre la figura del tenor y músico Andrea Bocelli. Está dirigido por Michael Radford, que comparte guion con Anna Pavignano y el propio Andrea Bocelli, autor de  su biografía.

Andrea Bocelli, Amos Bardi, como le hubiera gustado llamarse (Toby Sebastián) llega al mundo en un pueblo de la campiña Toscana, para regocijo de sus padres, Alessandro (Jordi Mollá) y Edi (Luisa Ranieri). Andrea nace con glaucoma congénito que le deja parcialmente ciego, aunque si esto no fuera poco, a los 12 años, jugando al futbol recibe un balonazo en la cabeza y tras la caída, pierde totalmente la vista. Desde muy niño su voz, cantando, destacaba sobre todos los del coro. Diversos acontecimientos, le hicieron abandonar parcialmente la música y dedicarse a estudiar abogacía, aunque tocará en diversos bares para pagase sus estudios. No deseaba depender de sus padres.

Tras ser animado por varios amigos, quienes piensan que está destinado a ser un gran cantante, retoma sus estudios de la mano del maestro Franco Corelli (Antonio Banderas), pero el destino siguió jugando sus cartas, tal vez para comprobar  y probar de qué pasta estaba hecho.

El filme tiene sus luces y sus sombras. Una historia interesante narrada sin nervio. Una obra rica en emociones y sentimientos, a los que les falta alma. Se detiene demasiado en instantes de la infancia en contraste con los de su madurez, sus momentos de éxito, los cuales expone con gran rapidez, como si le surgiese de repente la necesidad de terminar la obra. Ese es el poso que puede quedar en el espectador que no le interese conocer la historia del tenor en su infancia y adolescencia, en sus años de estudiante, en sus primeros escarceos amorosos, en sus miedos y en la música que interpretó desde muy temprana edad; buscando por el contrario, quizás, al artista en un instante más cercano en el tiempo, en aquel que le ha convertido  en el músico que ha vendido más de 70 millones de discos en todo el mundo. A mí personalmente, si la obra tuviera un poco más de ritmo y no se repitiese en algunos acontecimientos, me parece correcta.

Si bien todo lo dicho se percibe, también debo resaltar que la película cuenta con una puesta en escena, un vestuario y una atmósfera fantástica, en gran parte gracias al retrato en la exquisita fotografía de Stefano Falivene y fortaleciéndose toda la obra, con la banda sonora de Gabriel Roberto. 

Cuenta además con un reparto excepcional, destacando a un Toby Sebastian, absolutamente convincente en su personaje de Andrea, pues ha sabido captar su esencia, su sencillez, sus temores y hasta sus terribles silencios; arropado por un brillante Antonio Banderas, que desde el momento en que aparece en escena, la obra se enriquece. Qué lástima que su personaje no estuviera más presente.

Y tras todo lo expuesto, terminaré avalando que lo mejor de toda esta obra, es la gran elección musical. Cada tema encajado con sumo cuidado entre la narración dramatizada. Cada canción se disfruta, aunque solo suene por breves segundos. Te estimula, te regocijas en la butaca, te transporta e incluso consciente o inconscientemente, se tararean en nuestra mente.

Mi nota es: 6,5

ESTRENO en ESPAÑA: 24 de Agosto

REPARTO: Toby Sebastian, Antonio Banderas, Jordi Mollà, Alessandro Sperduti, Antonella Attiu, Paola Lavini, Luisa Ranieri, Francesco Salvi, Nadir Caselli, Daniel Vivian, Francesca Prandi, Ennio Fantastichini, Anthony Souter, Cesare Cremonini, Marina Catalfamo, Emanuela Aurizi, Adele Tirante, Mariella Lo Sardo.

PRODUCTORA: Picomedia.

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: A Contracorriente/Films

 

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