La Música del Silencio
es el biopic sobre la figura del tenor y músico Andrea Bocelli. Está dirigido por Michael Radford, que comparte guion con Anna Pavignano y el propio Andrea
Bocelli, autor de su biografía.
Andrea
Bocelli, Amos Bardi, como le hubiera gustado llamarse (Toby Sebastián) llega al mundo en un pueblo de la campiña Toscana,
para regocijo de sus padres, Alessandro (Jordi
Mollá) y Edi (Luisa Ranieri).
Andrea nace con glaucoma congénito que le deja parcialmente ciego, aunque si
esto no fuera poco, a los 12 años, jugando al futbol recibe un balonazo en la
cabeza y tras la caída, pierde totalmente la vista. Desde muy niño su voz,
cantando, destacaba sobre todos los del coro. Diversos acontecimientos, le
hicieron abandonar parcialmente la música y dedicarse a estudiar abogacía, aunque tocará en diversos bares para pagase sus estudios. No deseaba
depender de sus padres.
Tras
ser animado por varios amigos, quienes piensan que está destinado a ser un gran
cantante, retoma sus estudios de la mano del maestro Franco Corelli (Antonio Banderas), pero el destino
siguió jugando sus cartas, tal vez para comprobar y probar de qué pasta estaba hecho.
El
filme tiene sus luces y sus sombras. Una historia interesante narrada sin nervio. Una obra rica en emociones y sentimientos, a los que les falta alma. Se
detiene demasiado en instantes de la infancia en contraste con los de su
madurez, sus momentos de éxito, los cuales expone con gran rapidez, como si le
surgiese de repente la necesidad de terminar la obra. Ese es el poso que puede
quedar en el espectador que no le interese conocer la historia del tenor en su infancia y adolescencia, en sus años de estudiante, en sus primeros escarceos amorosos, en sus miedos y en la música que interpretó desde muy temprana edad; buscando por el contrario, quizás, al artista en un instante más cercano en el tiempo, en aquel que le ha convertido en el músico que ha vendido más de 70 millones de discos en todo el mundo. A mí personalmente, si la obra tuviera un poco más de ritmo y no se repitiese en algunos acontecimientos, me parece correcta.
Si bien todo lo dicho se percibe, también debo
resaltar que la película cuenta con una puesta en escena, un vestuario y una
atmósfera fantástica, en gran parte gracias al retrato en la exquisita fotografía de Stefano Falivene y fortaleciéndose toda la
obra, con la banda sonora de Gabriel
Roberto.
Cuenta
además con un reparto excepcional, destacando a un Toby Sebastian, absolutamente convincente en su personaje de Andrea,
pues ha sabido captar su esencia, su sencillez, sus temores y hasta sus
terribles silencios; arropado por un brillante Antonio
Banderas, que desde el momento en que aparece en escena, la obra se
enriquece. Qué lástima que su personaje no estuviera más presente.
Y
tras todo lo expuesto, terminaré avalando que lo mejor de toda esta obra, es la gran
elección musical. Cada tema encajado con sumo cuidado entre la narración
dramatizada. Cada canción se disfruta, aunque solo suene por breves segundos. Te
estimula, te regocijas en la butaca, te transporta e incluso consciente o inconscientemente,
se tararean en nuestra mente.
Mi
nota es: 6,5
ESTRENO
en ESPAÑA: 24 de Agosto
REPARTO:
Toby Sebastian, Antonio Banderas, Jordi Mollà, Alessandro Sperduti, Antonella
Attiu, Paola Lavini, Luisa Ranieri, Francesco Salvi, Nadir Caselli, Daniel
Vivian, Francesca Prandi, Ennio Fantastichini, Anthony Souter, Cesare
Cremonini, Marina Catalfamo, Emanuela Aurizi, Adele Tirante, Mariella Lo Sardo.
PRODUCTORA:
Picomedia.
DISTRIBUIDORA
en ESPAÑA: A Contracorriente/Films
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