viernes, 24 de agosto de 2018

ALPHA: CRÍTICA DE CINE


Albert Hughes dirige ALPHA, una emotiva y espectacular película, que cuenta con guion de Dan Wiedenhaupt  basándose en una historia del propio Albert.

La Tierra 20.000 años atrás, durante la última glaciación. Conoceremos a una de las tribus que habitaba Europa. Tau (Jóhannes Haukur Hóhannesson) es el jefe, el Alpha del grupo, compartiendo su vida con Rho (Matassia Malthe) y su hijo Keda (Kodi Smit-McPhee) del que se siente orgulloso y llevará a su primera cacería con el resto de los cazadores.

Durante la misma, Keda es embestido por un bisonte  arrojándole al acantilado que presenta la montaña, por la que es imposible descender. Todos piensan que  está muerto  y tras presentar la ofrenda, regresan  a casa, con la carne de los animales. Pero Keda no ha muerto, se despierta con una pierna fracturada. A la mañana siguiente es atacado por una manada de lobos, logra defenderse  hiriendo a uno de ellos con su lanza, mientras los demás huyen y allí, en medio de la nada, se encontrarán joven y lobo, frente a  frente.


Albert Hughes, tras rodar junto a su hermano gemelo Allen Hughes varias películas como “Dinero para quemar”, “Desde el infierno” o “El libro de Eli” esta última en el 2010, se independiza para enfrentarse a un filme muy distinto, dejando atrás temas como la violencia o las drogas, para mostrarnos la esencia del ser humano y su comunión con el medio habitado, en los tiempos del paleolítico Superior.


Alpha ofrece un espectáculo visual sin igual, difícil de describir si no estás frente a la gran pantalla y digo bien: LA GRAN PANTALLA, pues la grandiosidad que recrea, los paisajes que muestra, la sobrecogedora, elegante, impactante y deslumbrante fotografía de  Martin Gschlacht, junto a la música que arropa no solo a cada fotograma, sino a los espectadores, compuesta por, Joseph S. DeBeasi y Michael Stearns, no tiene cabida en otro espacio.

La gran aventura de un joven y un lobo, ambos heridos y abandonados por los suyos, que deberán aprender a convivir, a conocerse, a protegerse, y  depender y confiar el uno en el otro. Una fascinante fábula en un tiempo donde no existía más que la vida, una vida abriéndose camino con lentitud, sin prisas, porque el llamado ser humano, aun no pensaba ni actuaba como lo hace hoy en día.

Una historia de supervivencia, de aprendizaje, en medio de una naturaleza salvaje, con una meteorología adversa y el tener que evitar y enfrentarse a todo tipo de peligros, para lograr regresar a casa antes del crudo invierno. El lobo se vuelve compañero y el joven se convierte en hombre. Todo narrado y presentado con una maestría y delicadeza absoluta por parte de Albert Hughes; devolviéndonos a ese cine con encanto, con carisma, con magia, brillante en su exposición, respaldado por unos excelentes efectos visuales y un correctísimo montaje. Un filme que hechiza, que traspasa las pupilas y los oídos, hasta llegar a la mente y al corazón.

Interpretaciones muy correctas destacando a Kodi Smit-McPhee, encarnando a Keda, quien lleva todo el peso de la película junto a su compañero de fatigas, el expresivo e inteligente perro.
“Mi padre siempre me decía, que la supervivencia nunca es segura; y cuando ya no quedan líderes a los que seguir, debes convertirte en uno”



         Mi nota es: 8,5

ESTRENO en ESPAÑA: 24 de Agosto


         REPARTO: Kodi Smit-McPhee, Jóhannes Haukur Jóhannesson,  Marcin Kowalczyk, Leonor Varela, Matassia Malthe, Mercedes de la Zerda,  Priya Rajaratnam, Nestor de la Zerda, Jens Hultén y Spencer Bogaert.


           PRODUCTORA: Studio 8.





DISTRUBUIDORA en ESPAÑA: Sony Pictures Releasing de España.

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