La coproducción entre Bélgica,
Guatemala y Francia, NUESTRAS MADRES,
cuenta con dirección y guion de César
Díaz.
Ernesto (Armando Espitia), es un antropólogo de
la Fundación Forense que está trabajando en la exhumación de las personas
desaparecidas durante la guerra civil que vivió el país, para que tras las
pruebas oportunas, sus familiares les puedan dar digna sepultura. Ernesto vive
con su madre viuda, Cristina (Emma Dib),
una mujer que además de añorar a su marido muerto, sin saber dónde está
enterrado, arrastra un trágico trauma, sufrido durante la guerra.
En el puesto de trabajo
de Ernesto se presenta una mujer indígena, Nicolasa (Aurelia Caal) quien le pide que la ayude a desenterrar a su marido, para enterrarlo con los suyos, en el cementerio. Nicolasa contestará a
todas las preguntas que le hace Ernesto, con el fin de recabar la máxima
información, entre las preguntas; Nicolasa le muestra una fotografía del marido
con unos guerrilleros y Ernesto cree reconocer entre ellos, a su padre.
La guerra civil en Guatemala
se inició en 1960 y finalizó en
1996 durante la presidencia de
Álvaro Arzú, con la firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno de Guatemala y la
Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca. Una contienda que en sus 36 años
de duración, se cobró un total de doscientos mil muertos, cuarenta y cinco mil
desaparecidos y cerca de cien mil desplazados. En 2014 fueron exhumados 172
personas de fosas comunes y enterrados nuevamente por sus familiares, en el
cementerio de Santa Avelina.
El guionista, editor y
director, César Díaz, Estudió en la Universidad Libre de Bruselas y en la
Universidad de Fémis de Francia (Guion).
Su ópera prima en documental fue
con “Semillas de Ceniza” 2010 para
continuar cuatro años más tarde con “Territorio liberado” 2014. En 2019 rueda
su primer filme de ficción “Nuestras madres”
Un filme rodado con
austeridad, cargado de sensibilidad, dolor y dignidad, presente en esas mujeres
silenciosas con historia propia y cicatrices en el alma. Mujeres que después de
lo vivido, solo buscaban tener a sus maridos en una tumba, cerca de los suyos,
para poder ir a hablar con ellos. Mujeres que claman justicia, aunque ya nadie
les pueda devolver a los muertos, mientras intentan dejar atrás los traumas de
las violaciones y las torturas que sufrieron, en manos de los militares.
César Díaz dirige con
delicadeza y sentimiento un profundo drama, en su debut cinematográfico, trayendo
a la gran pantalla el pasaje más oscuro de la historia de su país. Un filme en donde
la contención es su máxima aliada y la humanidad que desprende su narración,
expresión y exposición, su punto álgido de atención. Un filme con un claro aroma
a documental, género preferido por su director y palpable a través de la
impecable fotografía de Virginie Surdej
y del montaje a cargo de Damien Maestraggi,
originando con ello, un potente metraje.
Se suele decir que los
muertos descansan mientras los vivos arrastrarán el dolor, la indignación y los
traumas por el resto de sus vidas y en esta ocasión, esas víctimas vivas, son las madres y
esposas que quedaron viudas, algunas teniendo que buscar la forma de alimentar
y educar a los hijos. Este filme, además de una denuncia a la sociedad política
de su tiempo y de los juicios que se llevaron a cabo contra los dictadores, es
un sentido homenaje a la mujer silenciosa que esperaba una sentencia justa. Destacaría las
interpretaciones de Emma Dib, encarnando a la madre luchadora y valiente que se
enfrenta al juicio de sus enemigos, y Aurelia Caal, como la mujer indígena en
representación de esa parte del pueblo, que resultó más golpeado.
“Los muertos están muertos, aunque no sepamos
dónde están”
Mi nota es: 7,5
ESTRENO en ESPAÑA: 21
de Febrero.
PRODUCTORA: Need Productions// Perspective Films
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Alfa Pictures
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