OBEDICIENCIA: CRÍTICA DE CINE

Obediencia  es la ópera prima del director y guionista británico, Jamie Jones (III).

León (Marcus Rutherford) es un joven de raza negra que vive en los suburbios con su madre alcohólica (T´Nia Miller), despreocupada de su hijo y con una pareja que lo amenaza constantemente, Chris (James Atwell). Su único refugio son los amigos y el boxeo  como deporte y desahogo de toda la agresividad que acumula en el día a día, sin ver una luz que le ayude a salir del pozo en el que se encuentra.

En una fiesta conocerá a Twiggy (Sophie Kennedy Clark) un espíritu inquieto y libre, que vive como okupa en una gran casa y posee un pequeño barco. León se siente atraído por ella  y como si estuviera en un cuadrilátero, se verá entre cuatro esquinas bien delimitadas: El vivir en un hogar roto, los amigos como apoyo, el amor  por Twiggy y los disturbios violentos que han surgido en la capital inglesa. Una lucha contra lo que siempre ha vivido y lo que le ofrece el presente, sin un futuro esperanzador.

Jamie Jones (III) es un joven director británico  cuya filmografía cuenta con documentales en los cuales ha tratado  temas como el boxeo amateur o  las drogas, para cadenas como la BBC o MTV, además de otros trabajos comerciales y cortometraje galardonados en diversos festivales.

Ahora llega a la gran pantalla con un filme escrito por él, tratando sus temas favoritos: el boxeo como deporte y vía de escape y las drogas, e incorporando otras problemáticas tan en boga como: las familias disfuncionales, el alcoholismo, la pobreza, los desahucios y los okupas, la necesidad de amar y ser amado, los sueños rotos de juventud ahogados en las fiesta desmadradas, la crisis, el paro, los disturbios raciales, la soledad… ofreciendo su personaje principal y prácticamente recayendo toda la responsabilidad de la historia, en otro joven debutante como es, Marcus Rutherford, para mostrar la realidad con una sobrecogedora naturalidad, apoyándose en los acontecimientos vividos en las calles de Hackney, en East End de Londres, durante los disturbios del 2011.

Albert Salas exhibe ese estado desolador, ese drama social y esas manifestaciones, a través de su magnífica fotografía, iluminación y los movimientos de cámara en mano correctamente ejecutados, creando con ello un mayor realismo, casi documental, para potenciar las situaciones expuestas. La banda sonora de  Chris Coco y Duncan Forbes,  ayudará a elevar la tensión.

Jamie Jones  confía en el material que tiene entre manos y lo maneja con soltura, impactando al espectador y con ello, además,  rodeándose de un grupo de jóvenes actores, a los cuales exprime hasta la última gota, hasta el último sentimiento y emoción, destacando, como ya he comentado al principio, a Marcus Rutherford, encarnando a León y a una extraordinaria T´Nia Miller, en el papel de su madre. Maravillosa y dolorosa actuación.

La nobleza se puede volver violencia, cuando la sociedad le echa toda la mierda encima.

Mi nota es: 7

ESTRENO en ESPAÑA: 15 de Febrero

REPARTO: Marcus Rutherford, Sophie Kennedy Clark, Michael Quartey, Sam Gittins, T´Nia Miller, James Atwell y Taurean Steele.

PRODUCTORA: Beyond Fiction// Harves Pictures

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Film Buró.