miércoles, 13 de febrero de 2019

CAFARNAÚM: CRÍTICA DE CINE


Cafarnaúm, está dirigida por la actriz y directora libanesa, Nadine Labaki, compartiendo guion con  Michelle Kesrouani y Jihad Hojeily. Una fuerte punzada en el alma, sobre la miseria y la explotación infantil.
Zain (Zain Al Rafeea) tiene 12 años y ha demandado a sus padres ante el Tribunal Internacional. El juez le pregunta el porqué de la denuncia y Zain muy seriamente responde: Por darme la vida.
A través del flashback conoceremos el día a día de Zain y de las personas que se encontrará en el camino,  por las calles de Cafarnaúm. Un joven que a su temprana edad lleva todo el peso de la casa, abasteciendo a la familia, con el agua, la comida y cuanto precisan, además de trabajar para quien les ha dado un techo bajo el que vivir. Zain tiene una hermana un año menor que él, Sahar (Cedra Izam) a la que cuida y oculta a sus padres que le ha llegado el periodo, pues ellos desean entregársela en matrimonio al dueño de la casa y del comercio donde compran. Los padres se enteran y obligarán a Sahar a casarse, Zain en venganza, abandonará el hogar internándose entre los habitantes del pueblo costero de Cafarnaúm, viendo y sufriendo la miseria, la pobreza y la explotación infantil, en cada esquina.
Tal vez nadie como Nadine Labaki para contarnos esta historia, entre  la fábula y la realidad latente en un país donde la miseria les ahoga y los niños, como en muchas ocasiones, son los que lo pagan, pues muchas veces los padres descargan en ellos, los males de una sociedad viciada de la que no pueden o no saben salir. La explotación infantil en el trabajo, la venta de niños, el matrimonio de niñas con adultos, las deudas, las enfermedades, la miseria, la hambruna, los ilegales, los sin techo… Nadine respira hondo y nos hace partícipes de ese mundo con una naturalidad asombrosa, removiendo conciencias desde la más sutil sensibilidad, entre la ficción y el lado documental, en un alarde de gran realismo, que algunos, tal vez, puedan tachar de manipuladora, pero muy lejos de la realidad. Una realidad incómoda que muchos no quieren ni ver,  ni saber de ella.
El filme cuenta con una sobrecogedora fotografía en la incisiva mirada de Christopher Aoun, entre planos a vista de pájaro, medios y con cámara en mano, para de este modo plasmar las vidas miserables de hombres, mujeres y niños, que bajo el dolor, las miradas, los gestos y los silencios, aun teniendo tanto que decir, no sabrán cómo hacerlo, al desconocer otra forma de vivir. La banda sonora, en las notas de Khaled Mouzanar, se lamentan, lloran y ahondan en la herida hasta llevarnos a la reflexión.

He dejado para el final a los verdaderos  héroes de esta historia. Grandes interpretaciones en actores prácticamente desconocidos. Destacando a los dos pequeños, los dos  niños que nos robarán el alma. Boluwatife Treasure Bankole, encarnando a  Yonas, con quien sufrimos ante su vulnerabilidad,  y el impresionante Zain Al Rafeea, al que desearíamos proteger y abrazar en cada movimiento que realiza, aun mostrando la entereza que nos ofrece. Dos papeles extraordinarios viviendo en la angustia y el drama, de una sociedad que nunca debió de existir y menos, seguir haciéndolo en pleno siglo XXI

Mi nota es: 8,5
ESTRENO en ESPAÑA: 15 de Febrero
REPARTO: Zain Al Rafeea, Yordanos Shiferaw, Boluwatife Treasure Bankole, Kawthar Al Haddad; Fadi Kamel Youssef, Cedra Izam, Alaa Chouchnieh, Nour el Husseini, Elias Khoury, Nadine Labaki.
PRODUCTORA: Les Films des Tournelles.
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Caramel Films España.

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