viernes, 15 de febrero de 2019

DESTROYER (UNA MUJER HERIDA): CRÍTICA DE CINE


La directora norteamericana, Karyn Kasuma, dirige, Destroyer, con guion de Phil Hay y Matt Manfredi.

Erin Bell (Nicole Kidman), una policía fuera de servicio, llega a la escena de un crimen. El cuerpo es de un varón indocumentado, tumbado boca abajo. No precisará ver su rostro o conocer su documentación,  para saber de quién se trata. Los billetes marcados que se encuentran junto al cadáver y el tatuaje que el hombre muestra en su cuello, son la clave para sospechar que ha vuelto a atacar un asesino llamado Silas (Toby Kebbell), a quien conoció cuando era más joven.

Erin Bell y su compañero Chris (Sebastian Stan) se infiltraron, años atrás,  en una banda muy peligrosa del desierto de California, donde conocerán entre otros al despiadado y carismático Silas y a su pareja, Petra (Tatiana Maslany). Durante la misión, Erin quedará embarazada, trayendo al mundo a una niña, Shelby (Jade Pettyjohn), pero no será este acontecimiento lo que mantiene atormentada a Erin, en la actualidad; aunque la relación con su hija, no sea nada positiva.

Destroyen es uno de esos filmes a los que me gusta clasificar como: Sucio. Incluso la cuidada fotografía de Julie Kirkwood, produce ese efecto a través de la baja iluminación  y los tonos apagados, que utiliza. Sin olvidarnos del ambiente claustrofóbico y sórdido que ofrece su directora, a toda la narración, entre el pasado y el presente.

Un filme en el cual Karyn Kasuma, despliega dos historias en dos épocas distintas, en un singular juego de flashback. Mantiene un  cierto engaño visual y narrativo, para conservar el misterio, pues hasta el mismísimo final, no sabremos realmente cual es el presente actual de los protagonistas y lo sucedido. Si bien pasado y presente, se diferencian por determinados detalles, entre ellos, el cabello largo (pasado) y el  corto (presente) de su actriz principal; no todo lo que parece presente, es el instante actual y de esta forma, Kasuma sigue manteniéndonos en alerta, sin dejar que nos relajemos. Un thriller intenso y asfixiante.  

Un nuevo filme y van… bastantes este año y no es queja, sino todo lo contrario, donde parece que las protestas por parte de las actrices, directoras y técnicas en general de todo el mundo,  han despertado a las productoras y las mujeres por fin cuentan con papeles importantes e incluso poco habituales, como ya hemos visto en algunas ocasiones,  y en particular el caso que nos atañe, con una Nicole Kidman violenta, angustiosa, sufrida, intrigante, demoledora y todo lo que nos podamos atrever a imaginar de ella. Una interpretación sobresaliente con una imagen sorprendente en cuanto a su aspecto físico. Lejos ha quedado la belleza y estética femenina de Kidman, con respeto a este impresionante trabajo y transformación. Sin la menor duda, puedo afirmar y afirmo, que la nueva imagen e interpretación de Nicole, no va a pasar indiferente a nadie. Cuesta mucho pensar en la Kidman de siempre, encarnada en  Erin Bell. En cuanto al resto de las interpretaciones, todas muy correctas, sin destacar ninguna sobre las otras. Grandes “secundarios” apoyando a la gran estrella, ya mencionada.

Un thriller que  combina drama, acción y violencia extrema, con un grado importante de suspense que se nos va ofreciendo a cuenta gotas, en una narración excesivamente lenta. Ese "defecto", en la lentitud, puede ocasionar cierto tedio en el espectador, si no ha logrado conectar con esta obra oscura, los diversos personajes y la banda sonora. Una partitura inquietante, desconcertante y opresiva en la batuta de Theodore Shapiro.

Mi nota es: 8,5

ESTRENO en ESPAÑA: 15 de Febrero

REPARTO: Nicole Kidman, Sebastian Stan, Tatiana Maslany, Toby Kebbell, Scoot McNairy, Bradley Whitford, James Jordan, Toby Huss, Jade Pettyjohn, Shamier Anderson y Jan Hoag.

PRODUCTORA: 30West// Automatik Entertainment

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: A Contracorriente Films.

No hay comentarios:

Publicar un comentario