viernes, 4 de septiembre de 2020

LAS NIÑAS: CRÍTICA DE CINE

LAS NIÑAS está dirigida  y escrita por Pilar Palomero. El despertar hacía la adolescencia.
 
Celia (Andrea Fangos) es una niña que estudia en un colegio regentado por monjas, vive con su madre Adela (Natalia de Molina) que pasa gran  parte del tiempo trabajando y cuyo sueño es que a su hija no le falte de nada y tenga una buena educación. Celia se hará amiga de Brisa (Zoe Arnao)  una chica nueva que llega de Barcelona y junto a ella, creará un grupo de amigas. Los juegos inocentes y el despertar a hacia la adolescencia,  se tornarán complicados en Celia, más cuando se entera de algunos temas relacionados con su madre.
 
Casi recién llegada de la 23 Edición del  Festival de Málaga donde se alzó con los premios: Biznaga de Oro a la Mejor Película Española, Biznaga de Plata a la Mejor Fotografía y el Premio Feroz Puerta Oscura. Una obra que ahora podemos disfrutar en las pantallas de nuestros cines.
 
La directora y guionista, Pilar Palomero, comenzó a estudiar un Master en Dirección de Cine en la Film Factory (Sarajevo) en 2013, impartido por el cineasta húngaro Béla Tarr. Su primer cortometraje lo dirigió en el año 2015 bajo el título “La noche de todas las cosas” al que siguieron “Winter Sun” 2017 y “Horta” 2018. Ahora debuta en el largometraje con “Las niñas”
 
Los años 90 marcaron un antes y un después en la sociedad cultural española y entre otros acontecimientos los más destacables, sin ninguna duda, fueron la celebración de Las Olimpiadas y La Expo de Sevilla. En ese año 1992 se centra la historia que nos relata Pilar Palomero, dibujando el entorno de los personajes, aunque no esté ambientada  ni en una ciudad ni en la otra, sino en Zaragoza en un colegio de monjas para niñas bien, plasmando una estricta educación religiosa, en aquella última década del siglo XX.
 
Tras una magnífica escena inicial, con el coro de las niñas, en la cual algunas palabras y señales tienen más importancia de lo que se cree, Pilar encauza la historia hacia la joven Celia y su madre Adela. Además de la ya mencionada educación religiosa, se pondrán en valor conceptos como la verdad y la mentira, a los que la propia Celia se tendrá que enfrentar entre lo que su madre le cuenta y lo que escucha en la calle. Una joven introvertida y silenciosa, rompiendo la timidez y dichos silencios, cuando le asaltan las preguntas y en su inocencia las realiza,  no recibiendo las respuestas esperadas. Pero Celia, además, en su día a día, irá descubriendo la importancia de la verdadera amistad, las envidias y traiciones, el rechazo de las primeras caladas a un cigarrillo con su grupo de amigas, el uso del lápiz de labios y elegir la ropa a llevar, cuando se libran del uniforme, perfilarán un claro primer paso  a la adolescencia. Sus primeras salidas con las amigas, el primer encuentro con un joven que la llevará en moto, las conversaciones en las que surge el tema de la sexualidad de forma inocente, entre juegos pícaros, como la escena en que una de las niñas saca la caja de condones de su padre y extraen uno de ellos para saciar la curiosidad, tras haber visto la publicidad en una parada de bus del famoso “Póntelo, Pónselo”, hasta completar un gran rosario de situaciones, que irán moldeando y forjando la personalidad de la niña. Una personalidad en parte marcada por la ausencia de un padre y la presencia de una madre, que aun queriéndola y protegiéndola, siente la falta de apoyo, cuando ella lo solicita.
 
Madre e hija magníficamente interpretadas por Natalia de Molina y Andrea Fandos. Natalia me sigue cautivando con su eterna naturalidad, que no ha perdido desde que la descubriera como la Rocío de “Techo y Comida” 2015 de Juan Miguel del Castillo, pues sigue devorando la pantalla con su magnetismo innato, en cada escena y una jovencísima Andrea Fandos, que conmueve entre sus silencios, miradas, frases y lágrimas furtivas. También merece ser destacado el magnífico casting del resto de las jovencitas.
 
Para finalizar, hay que tener en cuenta la fotografía de Daniela Cajías, a través de un formato 4.3 que nos trae recuerdos de tantas películas proyectadas en décadas pasadas, entre planos cortos y algunos primeros planos que ayudan a potenciar la intimidad, complicidad y angustia de los personajes, principalmente los de Celia, en contraste con los planos generales de la ciudad de Zaragoza o las estancias del colegio. La cámara sigue desde el  minuto uno hasta el  final, cada paso y situación  que vive la joven Celia.
 
MI NOTA ES: 7

ESTRENO en ESPAÑA: 4 de Septiembre
REPARTO: Andrea Fandós, Natalia de Molina, Carlota Gurpegui, Zoe Arnao, Julia Sierra, Francesca Piñón, Álvaro de Paz, Mercè Mariné, Eva Magaña y Jesusa Andany.
PRODUCTORA: Incia Films// BTeam Pictures// Televisión Española (TVE)// Movistar+// Aragón TV.
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: BTeam Pictures.

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