En coproducción entre
Guatemala, Francia y Luxemburgo, TEMBLORES,
cuenta con guion y dirección de Jayro
Bustamante.
Llueve sobre la ciudad,
Pablo (Juan Pablo Olyslager) llega a
la casa familiar, salen al encuentro los criados, comunicándole que todos le están
esperando en el salón. Al entrar al mismo, se queda inmóvil, todos se cruzan
miradas con él, miradas que presagian que algo no va bien, en particular las
de su esposa Isa (Diane Blathen).
Corre a refugiarse a su habitación, con su madre gritando, tras de él.
Pablo tiene un
importante trabajo, casado y con dos hijos. Cristiano evangélico practicante,
pero un día Pablo decide descubrir su gran secreto, está enamorado de Francisco
(Mauricio Armas). Desde ese momento,
la lucha por defender su identidad y ser comprendido, se convertirá en el drama
de su vida.
La homosexualidad, la
familia y la religión, podría haber sido un título perfectamente válido para
este filme, pues el simbolismo que
representan los temblores que viven en tres momentos determinados de la
historia, pueden quedar un poco diluidos, ante la intensidad del drama
ofrecido. Una obra dura, en un país,
Guatemala, que como tantos países latinos, aun les persigue el estigma del
machismo y la sombras de la religión o debería decir, de algunas "sectas"
religiosas.
El director, guionista
y productor, Jayro Bustamante, estudió
Comunicación en la Universidad de San Carlos de Guatemala y Dirección en el
Conservatorio Libre du Cinéma Français de Paris y Guion en el Centro
Sperimentale di Cinematografía de Roma. Trabajó para la agencia internacional
Ogilvy and Mather como director de anuncios publicitarios. Entre sus primeros
cortos destacaré “Todo es cuestión de trapos” 2006 y “De Cuando grande mar” 2011. Con su ópera
prima “Ixcanul” 2015 obtuvo el premio Alfred Bauer en el Festival de Berlín
y Mejor vestuario en los Premios Fénix, ambos en el 2015 y un año más
tarde, el Premio Platino a la mejor ópera prima. La Llorona llegó a nuestras
pantallas el pasado año y en este 2020, nos ofrece “Temblores” Comentaros
también, que junto a Marina Peralta fundó la productora “La casa de Producción
en Panajachel”
Que la homosexualidad y
la religión no han ido, precisamente de
la mano a través de la historia, a nadie le coge por sorpresa, pero si además esa
religión está comandada por una serie de personas “iluminadas” como ellos
mismos se definen y “tocadas” por Dios, mucho peor. La manipulación de las
sectas religiosas con sus feligreses, es muy peligrosa y sobre todo con los más
débiles. Entre esas personas vulnerables está el colectivo LGTBI, que según el
país en el que vivan, puede convertirse en una auténtica tortura, un mal
enviado por el diablo o una perversión que hay que destruir porque Dios así lo
exige, porque Dios es bondad y no puede permitir tal aberración, lo que lleva a
muchas de esas personas al suicidio o recibir tratamiento de lavado de cerebro,
con graves consecuencias. Sí, Dios es amor, pero no lo que se predica en esos
lugares llamados, sagrados.
Jayro Bustamante
omite todo adorno que pueda distraer la
atención del espectador atrapándole desde el inicio, a través de esa lluvia
torrencial y la llegada de Pablo a la casa, que ya presagia no solo temblores,
sino tragedia, atrapándonos como decía, en esa fina tela de araña, bien tejida
desde el guion y mejor confeccionada
desde la dirección. Una obra que cuenta con dos grandes aliados en este género teatralizado como son, la fotografía de Luis Armando Arteaga, retratando los diferentes escenarios entre los que se encuentran: los antros, espacios al aire
libre, iglesias y las casas que muestran con acierto, la diferencia de las
clases sociales, el pueblo frente a la burguesía y por supuesto la música, en
la partitura de Pascual Reyes,
intensa, dramática y envolvente.
El mensaje queda claro:
La violación de la intimidad, las falsas terapias de reorientación, el ver como
se destroza la vida de una persona ante
los falsos valores que se inculcan en los hogares y se predican en esas falsas iglesias,
manipuladas por seres retorcidos que solo buscan enriquecerse a costa de los
inocentes y desfavorecidos, con falsas promesas. Impactante el momento en que
durante uno de los rezos, personas adoctrinadas pasan entre los feligreses con
datafonos para cobrarles, a través de sus tarjetas, su colaboración “voluntaria”
al acto al que han asistido o los prejuicios de sociedades poco evolucionadas o
sometidas bajo regímenes políticos además de los religiosos, en donde la libertad
brilla por su ausencia. Un filme que explora lo más profundo del ser humano,
dejando de lado la parte lasciva y alertando sobre la necesidad de respeto a la
igualdad de género. Filme rico en matices, que irán penetrando en la mente del
espectador.
Si bien la puesta en
escena y la ambientación resulta claustrofóbica, a través de sus tres escenarios
principales: La familia, La iglesia y los locales y calles que muestran la
verdadera orientación sexual del personaje, provocando con ello una intensa
reflexión sobre el tema, serán las magníficas interpretaciones, donde el espectador conectará y empatizará de forma positiva o negativa con los diversos
personajes, según el papel que les ha tocado representar. Destaco por supuesto
a Juan Pablo Olyslager encarnando a
Pablo y Diane Blathen dando vida a Isa, la esposa de Pablo. Un papel
dramático en el que el orgullo herido, despertará la venganza.
Mi nota es: 8
ESTRENO en ESPAÑA: 4 de Septiembre
REPARTO: María Telón,
Juan Pablo Olyslager, Pedro Javier Silva Lira, Diane Bathen, Rui Frati, Sabrina
de la Oz y Mauricio Armas.
PRODUCTORA: arte France
Cinéma// Iris Productions// La Casa de Producción// Tu Vas Voir Production.
DISTRIBUIDORA en
ESPAÑA: Atera Films
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