viernes, 5 de mayo de 2023

ASEDIO: CRÍTICA DE CINE

La coproducción entre España y México, ASEDIO, está dirigida por Miguel Ángel Vivas con guion de Marta Medina, adaptando una historia escrita por el propio director y José Rodrigo.

Del interior de un furgón de antidisturbios bajan varios miembros de la policía, para realizar el desahucio de un hombre mayor y algunos ilegales. Entre los agentes se encuentra la novata Dani (Natalia de Molina), quien se ve abrumada por cuanto la rodea. Será testigo del suicidio del anciano, que se tira por un balcón y de otros acontecimientos. Mientras inspecciona uno de los domicilios, se encuentra una importante suma de dinero detrás de un armario. Tras dudar, decide llevarse los fajos de billetes escondidos bajo el uniforme y el chaleco antibalas. Mientras realiza la operación, escucha acercarse a algunos de sus  compañeros y se esconde en el interior de un agujero que hay en una de las paredes presenciando, con asombro, que un grupo de policías están involucrados en un caso de corrupción. Graba todo con el móvil, pero es descubierta y…

El guionista y director, Miguel Ángel Vivas, se licenció en Ciencias de la Información por la Universidad Europea de Madrid y obtuvo un diploma en Dirección Cinematográfica por la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunicación de Madrid (ECAM). Se inició en el cortometraje con “Tesoro” 1999 y en el largometraje con “Reflejos” 2001 continuando con “Secuestrados” 2010, “Extinction” 2015, “Inside” 2016, “Tu hijo” 2018 y en este 2023 nos ofrece “Asedio”. También cuenta con los cortometrajes “El hombre del saco” 2002, “I`ll See You in My Dreams” 2003 y “The Room” 2011. Para televisión ha dirigido el telefilme “Cuéntame un cuento: Los tres cerditos” 2014, las series “Apaches” 2015, “La casa de papel” 2017, “Vivir sin permiso” 2018, “Desaparecidos” y “Vis a vis: El oasis” 2020 y “Zorro” 2023.

Asedio, acorrala al espectador desde el primer fotograma hasta llegar al final, entre las garras de un filme asfixiante en el que la acción, no se detiene ni un solo instante y que Miguel Ángel, logra mantener a lo largo de sus 100 minutos de metraje, en medio de una dirección explosiva y sobrecogedora. Cuenta con una ingeniosa y laberíntica puesta en escena y una tensión emocional in crescendo, que no puede evitar recordarnos a un videojuego, más, cuando entramos en contacto con ese submundo en el que los perseguidos cobran protagonismo y el camino de salida se complica a cada paso, elevando el estado de claustrofobia y la sensación de angustia.  

Vivas nos incita a ser parte activa, acompañando a Dani en su caía a los infiernos y para ello toma la cámara en mano y abre camino, invitándonos a que le sigamos y traspasemos las paredes, habitaciones, oquedades, pasillos interminables y cuantos obstáculos se nos interponen en un recorrido de espacios estrechos, tétricos, destartalados y mugrientos; percibiendo el pánico y la angustia que Dani está experimentando. Miguel Ángel ha creado un thriller que traspasa el cuerpo y el alma de los personajes y por ende el de los espectadores, originando crítica social sin aleccionar, dejando que sea el propio espectador quien saque sus propias conclusiones, pues las genuinas pretensiones de Miguel Ángel, están en que se disfrute del espectáculo que ha preparado, disparando la adrenalina y cortándonos la respiración. Es como subirse a una gran montaña rusa de emociones y percepciones, entre el vértigo que causa la rapidez, los giros constantes, las subidas y bajadas, los profundos diálogos, los encuentros y desencuentros y lo desconocido, todo ello, sin dar tregua al espectador.  

Si bien Miguel Ángel nos sumerge en las entrañas de ese edificio que parece tener vida propia, entre los planos secuencia y planos cortos, la ambientación y la fotografía; aspectos técnicos de los que más tarde os hablaré, será su protagonista principal, Dani, a quien seguiremos en su viacrucis personal, pues siendo la cazadora se convierte en la presa y como presa, se verá obligada a luchar por salir airosa del trance en el que ella misma, por inconsciente, se ha metido y eso, al espectador le pone y mucho. La encargada de encarnar a este personaje que transita entre la timidez, la torpeza, el atrevimiento, los miedos, la impotencia y la rabia, será la maravillosa y genuina Natalia de Molina, a quien debo confesar no imaginaba en el papel de una policía antidisturbios, craso error el mío, pues prácticamente desde los primeros minutos, se adueña de la pantalla. Está maravillosa. 

Llega el momento de hacer justicia con el equipo técnico del que Miguel Ángel se ha sabido rodear para componer cada plano, secuencia, coreografía y dotar a cada uno de ellos con su propia identidad, destacando la magnífica iluminación, la irrespirable fotografía de Rafael Raparaz, el calibrado montaje en las manos de Luis de la Madrid y la banda sonora que se cuela por cada uno de los rincones, estrangulando nuestro sistema nervioso, en la batuta de Sergio Acosta. Cada escena está medida al milímetro, cada espacio exprimido en su dimensión y cada punto de luz ingeniosamente aprovechado entre los correctísimos planos. Nada se nos ofrece de manera gratuita, pues Miguel Ángel realiza una extraordinaria dirección general y actoral, pues aunque he hablado solo de Natalia,  el resto de sus compañeros, cumplen con sus personajes.

Mi nota es: 8

ESTRENO EN ESPAÑA: 5 de mayo.

REPARTO: Natalia de Molina, Bella Agossou, Francisco Reyes, Fran Cantos, Chani Martín, Jorge Kent, Efraín Rodríguez, Lucas Nabor, Federico Pérez, Luis Hacha, Fernando Valdivieso, Karlos Aurrekoetxea, Alejandro Casaseca, Óscar Eribo.

PRODUCTORA: Apache Films// RTVE// México City Project// Amazon Prime Video.

DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Sony Pictures Releasing de España.

No hay comentarios:

Publicar un comentario