La coproducción entre
Canadá y Estados Unidos, Alice, cariño,
está dirigida por Mary Nighy con
guion de Alanna Francis. “Pero él no
me lastima”
Alice (Anna Kendrick) tiene dos buenas amigas
con las que se reúne para tomar café, Sophie (Wunmi Mosaku) en la que más confía y Tess (Kaniehtiio Horn), con la que parece tener ciertos roces. En medio
de la conversación hablan de celebrar el cumpleaños de Tess y de irse a
festejarlo las tres juntas a una cabaña. Alice duda pero al final se anima.
Alice mantiene una
relación enfermiza y nada positiva con su novio Simon (Charlie Carrick) de profesión pintor y cuya exposición no tiene el
éxito que él esperaba. Es un hombre controlador, manipulador y dominante. Alice
le oculta la verdad de su escapada, lo que no evitará que él se entere y se
presente en la cabaña.
La directora, Mary
Nighy, estudió en la City of London School for girls y en la Westminster
School. Se
graduó con honores en inglés por la University Collage London en 2006 y es ex
miembro del National Youth Thetre. Se inició en la dirección con los
cortometrajes “Player” 2008, “Convoy to Cape Town” 2009, “Into the Night” 2010,
“Small Town Glory” 2011 y “Need for Speed (Darting)” 2014. Para televisión ha dirigido 2 episodios de la
serie “Testigo mudo” 2019, 3 episodios
de “Traces” entre el 2019/20 y 1 episodio de “Industry” 2020 para debutar en el
largometraje con “Alice, cariño” 2022.
Un drama que se
sustenta en la amistad y el machismo. En esas amigas que se preocupan por el
estado anímico de su compañera y en ese hombre autoritario y manipulador, que
va mermando las facultades de su pareja. Un drama intenso por el que
desgraciadamente pasan muchas mujeres, jóvenes y no tan jóvenes, cuando se
topan con uno de estos seres destructivos. Una narración dura, realista e
impactante, que llena de dolor, miserias, frustraciones, miedos y luchas
internas la gran pantalla para, una vez más, visibilizar y denunciar un tema
tan candente, importante y en el que no hay que cesar de insistir, buscando la
manera de vencer a ese maltrato psicológico que las propias víctimas, envueltas
en él, como es el caso de Alice, no ven como agresión, porque no las lastiman
físicamente. ¿Qué mayor sufrimiento que privar a una persona de su identidad y
libertad?
Mary Nighy se apoya en un guion sencillo y frágil por igual, escrito por Alanna Francis, quien nos muestra a tres jóvenes. En las dos primeras, Sophie y Tess, se percibe felicidad, ganas de vivir, energía vital y esa luz propia que emana de la seguridad, mientras que Alice se nos presenta como una joven apagada, lánguida y temerosa, envuelta en una extraña e invisible cortina, producto de su vida con Simon, su pareja, de quien está pendiente a cada toque del móvil, pues constantemente reclama su atención. Es en ese momento, mientras toman ese café y preparan su escapada para celebrar el cumpleaños en la cabaña del lago, cuando saltan las alarmas en sus amigas, queriendo saber que le está sucediendo a Alice, ante el nerviosismo, indecisión y deterioro que presenta. Angustia que traspasa la pantalla.
Ni la directora ni la guionista pretenden aleccionar, pero sí filtrar entre los fotogramas y los diálogos, el pesar, la impotencia y la sensación de que algo está a punto de estallar, pues Alice lo reclama y el espectador lo exige. Para ello se apoyan en los cuatro personajes: el maltratador, la víctima y el escudo representado por sus dos amigas. Cuatro interpretaciones muy correctas, entre las que destaca Anna Kendrick, quien da vida a esta joven que entre los silencios nos habla su alma, entre los flashbacks nos cuenta su vida con Simon, insultándola, aleccionándola y controlando sus movimientos, alimentación e incluso el móvil; y sin olvidarnos de las expresiones corporales y gestos, como el arrancarse mechones de pelo, en medio de esa terrible pesadilla que vive despierta. Una interpretación que cala, convence, estremece y que por instantes deseas ser su voz, el aliento que la impulse y las fuerzas que la han abandonado, ante el castigo psicológico al que está siendo sometida a diario. Será sin duda ese viaje, esa salida a celebrar el cumpleaños de Tess, la valentía de sus compañeras y el ocultarle el móvil, los detonantes del nuevo despertar de Alice. Ese escudo del que antes os comentaba, formado por Sophie y Tess, que veremos en acción en más de una ocasión, se posicionará como el grito de ¡Basta ya!, reclamando a la sociedad más medidas, más apoyo y leyes más severas, antes de que las cicatrices invisibles, se cobren una nueva víctima o de que un nuevo maltratador surja de la oscuridad. Una película bien dirigida, con un guion sencillo que deja un mensaje claro y que considero de obligada visión.
Mi nota es: 7
ESTRENO EN ESPAÑA: 19
de mayo.
REPARTO: Anna Kendrick, Kaniehtiio Horn, Wunmi Mosaku,
Charlie Carrick, Markjan Winnick, Ethan Mitchell, Gordon Harper, Daniel Stolfi
y Elena Khan.
PRODUCTORA: Babe Nation
Films// Elevation Pictures// Téléfilm Canada// Ontario Creates.
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: DeaPlaneta.
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