jueves, 8 de noviembre de 2018

LAZZARO FELIZ: CRÍTICA DE CINE



La coproducción entre Italia, Francia y Alemania, Lazzaro Feliz, cuenta con guion y dirección de la directora italiana Alice Rohrwacher. Una historia de las de antes, narrada en nuestro tiempo.
Lazzaro (Adriano Tardiolo) es un joven campesino que desprende una bondad inusitada. Vive apartado y solo, entre unas rocas, en la aldea llamada Inviolata, totalmente alejada del mundo civilizado. Lazzaro, baja cada día al pueblo, siendo el nombre que más se escuchará en cada rincón de la aldea, pues todo el mundo solicita de su ayuda, obedeciendo con total sumisión.
Un día Lazzaro se encuentra con Tancredi (Luca Chikovani), hijo de la marquesa Alfonsina de la luna (Nicoletta Braschi) quien está cansado de la explotación con que su madre somete a todo el pueblo, pues trabajan sus tierras gratis para ella.  Tancredi sube con Lazzaro hasta su cobertizo y decide organizar su propio secuestro, pidiendo ayuda a Lazzaro, que como es innato en él, no se niega. Entre ambos se forjará una gran amistad.  
De entrada el nombre de la aldea, nos deja claro que el lugar conserva su integridad y pureza, algo que descubriremos a lo largo del metraje a través de  los abruptos paisajes y  sus personajes; al menos entre los campesinos, no así en la burguesía, que controla el lugar. Una obra que se podría clasificar como extravagante, pues nos cuesta entender el comportamiento de sus personajes, aunque algunos de ellos sean simbólicos, como es el caso de su protagonista Lazzaro y las fuertes connotaciones a la religión católica, percibiéndose claras referencias bíblicas a lo largo del metraje. Una obra diferenciada en dos partes, que no desvelaré, para no descubrir parte de la narración.
Una película con carácter y aroma a cine del siglo pasado, de esas obras con fuerte crítica social, disfrazada de drama rural y donde el espectador disfrutará leyendo entre líneas, así como de algunas frases lapidarias. Nos trae recuerdos de maestros como Pasolini o el mismísimo Buñuel, con el desfile de esos personajes tan característicos en sus obras, entre lo rural, la incultura, los señoritos, la esclavitud, la picaresca y la astucia para sobrevivir, en unos tiempos donde la hambruna pululaba por cada esquina y nadie deseaba caer en sus garras. Personajes egoístas, posesivos, perversos y faltos de toda ética en contrate con la bondad absoluta y el sometimiento voluntario. Sin olvidarnos de  la falta de identidad.
Los claros simbolismos del campo y la unidad de  sus habitantes apoyándose los unos a los otros, frente al  duro impacto que se produce en la ciudad, ante el individualismo y los temores, golpeando con dureza a quien es diferente; el "don"  que la directora otorga a Lazzaro y la poética alegoría con el lobo, serán algunas de las parábolas  que desfilarán por esta obra.
Una magnífica dirección de actores por parte de  Alice Rohrwacher, para unas fantásticas interpretaciones, con un Adriano Tardiolo, en total estado de gracia, al igual que la correcta Alba Rohwacher, con su personaje de Antonia.
Uno de esos filmes que se me antojan hechizantes, absorbentes, demoledores, tristes y alegres por igual, donde el todo, te va atrapando.
Mi nota es: 8,5
ESTRENO en ESPAÑA: 9 de Noviembre
REPARTO: Adriano Tardiolo, Alba Rohwacher, Agnese Graziani, Luca Chikovani, Sergi López, Natalino Balasso, Tommaso Ragno, Nicoletta Braschi y Leonardo Nigro
PRODUCTORA: Tempesta// Amka Films Productions// Ad Vitam Production.
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Vértigo Films España.

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