La
coproducción entre España, Reino Unido, Cuba, Alemania y Francia, Yuli, está dirigida por Icíar Bollaín con guion de Paul Laverty.
Carlos
Acosta, conocido como Yuli, apodo que le puso su padre, pues decía de él que era
hijo de Ogún, un dios africano, un luchador. Era un niño inquieto,
indisciplinado y al que no le gustaba estudiar. Disfrutaba estando en las
calles de la Habana jugando o bailando.
Su
padre, Pedros (Santiago Alfonso)
estaba convencido que tenía un talento innato para el baile y lo inscribió en la Escuela Nacional de Cuba, pero Yuli no
quería bailar clásico, por miedo a que sus amigos le llamasen, maricón. Poco a
poco, descubrirá la pasión y el amor por el baile, pasando a representar
grandes papeles que hasta esa fecha, solo estaban destinados a los blancos,
como el personaje de Romeo y Julieta, siendo el primer negro en interpretarlo,
así como formar parte de compañías como: El Houston Ballet o El Royal Ballet de
Londres.
Icíar
Bollaín, dirige con elegancia y agilidad este magnífico biopic del bailarín, en
tres etapas importantes de su vida: en su niñez, interpretado por un encantador
Edilson Manuel Olbera Núnez, divertido,
socarrón e ingenioso, que despierta sonrisas y algunas carcajadas en el espectador. El joven bailarín cubano, Keyvin Martínez, que pertenece a la
compañía de Acosta Danza y el propio Carlos
Acosta, en la actualidad.
Un
filme entretenido para el público en general y apasionante para los amantes de
la danza clásica. Un viaje por la vida de este gran bailarín que sacrificó sus
sueños más básicos, por lograr el de su padre. Un hombre que sabía muy bien lo
que era mejor para su hijo, aunque este le llegara odiar, por ser tan duro con él
y alejarlo de la familia que amaba.
Una
obra narrada en tono de comedia y drama, diferenciándose de muchos biopic, porque
ante todo, no busca la lágrima fácil, sino el mostrar la vida de un artista, de
un ser sencillo, entre el niño que disfrutaba con sus amigos en la calle, entre
juegos donde terminaba manchado de tierra, el régimen político que le rodeaba, el
hambre... pero también las oportunidades que podían tener quienes destacaban en
una determinada profesión, hasta alcanzar y tocar el Olimpo de la Danza; y aún
con esa fama bien merecida, ganada con sacrificio y ser solicitado por lo más selecto de la profesión, comprender donde
estaba su lugar.
Seremos
espectadores de magníficas coreografías, con fuertes connotaciones personales,
sociales y políticas. Personales a través de las danzas entre el Carlos joven (Keyvin) y el
adulto, que nos recuerda ligeramente instantes del musical de Billy
Elliot, o la crítica socio política de un impactante número, que estremece en su ejecución.
Una
película que disfruta de un cuidado montaje por parte de Nacho Ruiz Capillas, una excelente fotografía de Álex Catalan y una magnífica banda
sonora a cargo de Alberto Iglesias. En
cuanto a las interpretaciones quiero destacar a los dos personajes que encarnan
al bailarín, incluyendo al propio Carlos
Acosta y a Santiago Alfonso, en
el personaje de su padre, Pedros Acosta.
Mi
nota es: 8,5
ESTRENO
en ESPAÑA: 14 de Diciembre
REPARTO:
Carlos Acosta, Santiago Alfonso, Keyvin Martínez, Edison Manuel Olvera, Laura
de la Uz, Yerlin Pérez, Mario Elías, Andrea Doimeadiós, Carlos Enrique
Almirante y Cesar Domínguez.
PRODUCTORA:
Morena Films// Potboiler Productions// Galápagos Media// Hijo de Ogún//
Producciones de la 5ta Avenida// Match Factory Productions// Movistar+//
ICAIC// ICAA// Eurimages.
DISTRIBUIDORA
en ESPAÑA: Entertainment One Films Spain.
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