miércoles, 26 de diciembre de 2018

LA DECISIÓN: CRÍTICA DE CINE


El director iraquí-holandés, Mohamad Al Daradji, dirige La decisión, compartiendo guion con Isabelle Stead.

Una mujer, Sara (Zahraa Ghandour) entra en una estación de tren, no con la intención de  viajar ni buscar a un pasajero; bajo sus prendas, lleva una bomba. Es el 30 de diciembre de 2006, el primer día del Eid al-Adha, una de las más sagradas festividades musulmanas. Ese mismo día, la estación de Bagdad vuelve a reabrirse y Sara pretende volarla con todas las personalidades que se han reunido, además de los ciudadanos que se encuentran en ella.

Salam (Ameer Jabarah) es uno de esos pasajeros de paso, un comerciante con una gran verborrea, que intenta seducir a Sara, pero ésta se defiende. Vivirán una serie de acontecimientos, entre ellos,  el de una mujer que es perseguida por el ejército, entregándoles una gran bolsa. En el interior de dicha bolsa, hay un niño. Los planes de Sara cambian, aunque en su mente…

Tomando como escenario la estación de Bagdad, Mohamad Al Daradji, nos sumerge en un tenso drama originado por una terrorista convencida de que su misión es importante y un comerciante, que intentará evitar que la bomba que la chica lleva pegada a su cuerpo, estalle. Un viaje entre sentimientos y emociones encontradas, con múltiples lecturas que traspasarán nuestra mente de forma sutil, a través  los movimientos de cámara que Mohamad nos ofrece, entre planos subjetivos en   la mirada de un supuesto personaje que nunca veremos,  la del propio director de fotografía Duraid Munajim, con su impecable trabajo, o por qué no, la del  espectador.

Una visión dura sobre la sociedad Iraki en tiempos de la ocupación. Una estación de tren como escenario de lo que está sucediendo en el país, con ciudadanos que intentan sobrevivir tras la guerra y la destrucción de la ciudad. Ante nuestros ojos desfilarán diversos personajes: el de la novia que no quiere casarse y su madre no cesa en el intento. Los hermanos huérfanos que venden flores, tabaco o limpian calzado, para llevarse algo de comida a la boca, ellos también seguirán luchando y escondiéndose de otros huérfanos para que no les ataquen y les roben el dinero ganado. El padre que permanece sentado en un banco, con el féretro de su hijo que lleva a enterrar. La madre que huye con su bebé dentro de una bolsa y se lo deja a nuestros dos protagonistas, para que lo salven, cuando se siente perseguida por los militares. Todos ellos, llevan una historia que representa a los millones de ciudadanos de su país, envueltos en la miseria, el dolor y las esperanzas rotas.

Una crítica a una guerra que como muchos sabíamos, se creó por intereses económicos y como siempre, quienes la padecieron, fue el pueblo, con miles de muertos y sus ciudades destruidas. Un tiempo oscuro, con persecuciones, viendo “demonios” donde simplemente había ciudadanos. Un filme abierto a la esperanza, desde la desesperación.  

El trabajo actoral de la pareja protagonista, es impecable. Zahraa Ghandour y Ameer Jabarah, serán nuestros guías por ese calvario que representa la estación restaurada, entre railes, trenes abandonados y puertas abiertas a la ilusión. Sara y Salam son los dos platos de una balanza, buscando el equilibro desde el instante en que se conocen,  en un intento desesperado por vivir en paz y alejarse del dolor.

Mi nota es: 7,5

ESTRENO en ESPAÑA: 28 de Diciembre

REPARTO: Zahraa Ghandour y Ameer Jabarah

PRODUCTORA: Human Film

DISTRUIDORA en ESPAÑA: Adso Films.

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