El
director iraquí-holandés, Mohamad Al
Daradji, dirige La decisión, compartiendo
guion con Isabelle Stead.
Una
mujer, Sara (Zahraa Ghandour) entra
en una estación de tren, no con la intención de viajar ni buscar a un pasajero; bajo sus prendas, lleva una bomba. Es el 30 de
diciembre de 2006, el primer día del Eid al-Adha, una de las más sagradas
festividades musulmanas. Ese mismo día, la estación de Bagdad vuelve a
reabrirse y Sara pretende volarla con todas las
personalidades que se han reunido, además de los ciudadanos que se encuentran
en ella.
Salam
(Ameer Jabarah) es uno de esos
pasajeros de paso, un comerciante con una gran verborrea, que intenta seducir a
Sara, pero ésta se defiende. Vivirán una serie de acontecimientos, entre ellos, el de una
mujer que es perseguida por el ejército, entregándoles una gran bolsa. En el interior de dicha bolsa, hay un niño. Los planes de Sara cambian, aunque en su mente…
Tomando
como escenario la estación de Bagdad, Mohamad
Al Daradji, nos sumerge en un tenso drama originado por una terrorista
convencida de que su misión es importante y un comerciante, que intentará
evitar que la bomba que la chica lleva pegada a su cuerpo, estalle. Un viaje
entre sentimientos y emociones encontradas, con múltiples lecturas que
traspasarán nuestra mente de forma sutil, a través los movimientos de cámara
que Mohamad nos ofrece, entre planos subjetivos en la mirada de un supuesto
personaje que nunca veremos, la del propio director de fotografía Duraid Munajim, con su impecable trabajo, o por qué no, la del espectador.
Una
visión dura sobre la sociedad Iraki en tiempos de la ocupación. Una estación de
tren como escenario de lo que está sucediendo en el país, con ciudadanos que
intentan sobrevivir tras la guerra y la destrucción de la ciudad. Ante nuestros
ojos desfilarán diversos personajes: el de la novia que no quiere casarse y su
madre no cesa en el intento. Los hermanos huérfanos que venden flores, tabaco o
limpian calzado, para llevarse algo de comida a la boca, ellos también seguirán
luchando y escondiéndose de otros huérfanos para que no les ataquen y les roben el
dinero ganado. El padre que permanece sentado en un banco, con el féretro de su
hijo que lleva a enterrar. La madre que huye con su bebé dentro de una bolsa y
se lo deja a nuestros dos protagonistas, para que lo salven, cuando se siente
perseguida por los militares. Todos ellos, llevan una historia que representa a
los millones de ciudadanos de su país, envueltos en la miseria, el dolor y las
esperanzas rotas.
Una
crítica a una guerra que como muchos sabíamos, se creó por intereses económicos
y como siempre, quienes la padecieron, fue el pueblo, con miles de muertos y
sus ciudades destruidas. Un tiempo oscuro, con persecuciones, viendo “demonios”
donde simplemente había ciudadanos. Un filme abierto a la esperanza, desde la
desesperación.
El
trabajo actoral de la pareja protagonista, es impecable. Zahraa Ghandour y
Ameer Jabarah, serán nuestros guías por ese calvario que representa la estación
restaurada, entre railes, trenes abandonados y puertas abiertas a la ilusión.
Sara y Salam son los dos platos de una balanza, buscando el equilibro desde el
instante en que se conocen, en un
intento desesperado por vivir en paz y alejarse del dolor.
Mi
nota es: 7,5
ESTRENO
en ESPAÑA: 28 de Diciembre
REPARTO:
Zahraa Ghandour y Ameer Jabarah
PRODUCTORA:
Human Film
DISTRUIDORA
en ESPAÑA: Adso Films.
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