domingo, 30 de diciembre de 2018

VIAJE A NARA (VISION) : CRÍTICA DE CINE



La guionista y directora japonesa Naomi Kawase, nos ofrece su nuevo filme, en coproducción entre Francia y Japón, Viaje a Nara (visión), donde la vida muda en silencio.

Jeanne (Juliette Binoche) es una ensayista que viaja a la ciudad de Nara, en Japón,  en busca de una extraña planta llamada Visión, que lanza sus esporas al viento cada 997 años y posee propiedades curativas. Allí conocerá y se alojará en la casa de Tomo (Masatoshi Nagase) un hombre que tiene la misión de cuidar de la montaña. Entre ambos surgirá una intensa amistad.

La directora de películas como “Una pastelería de Tokio” o “hacia la luz” nos adentra en un mundo entre la naturaleza y las leyendas, entre la vida y la muerte, las decisiones por encontrar nuestro lugar y la búsqueda de la paz en nosotros, en contacto con la madre Tierra. Un canto a la vida y al amor, con tal vez demasiadas metáforas y elipsis temporales difíciles de asimilar, por dispersarse excesivamente en su narración. Un filme complicado pero hipnótico ante las imágenes y la música.

Magnífica fotografía de Arata Dodo, retratando con minuciosidad y excesiva lentitud, cada rincón del frondoso bosque en el que nos sumerge, entre espacios que invitan a la meditación, gracias en parte a la cuidada banda sonora de Makoto Ozone. Un filme reflexivo, vagando por mundos filosóficos, mágicos y místicos, propios del país nipón, entre los sueños y los deseos.

     Interpretaciones correctísimas. Juliette Binoche, se deja seducir por el espíritu contemplativo que le ofrece su personaje Jeanne, el entorno y la presencia de su misterioso compañero Tomo, encarnado en Masatoshi Nagase, con quien mantendrá un idilio pasional; pero Naomi está más interesada  en exponer su mundo interior, contagiada por la naturaleza de la que se nutre, los elementos religiosos y los simbolismos como el viejo árbol, el túnel, el fuego o los pequeños detalles a los que da más importancia, que a sus personajes de carne y hueso.
       Una obra en la que navegamos constantemente entre las ensoñaciones, los  rituales ancestrales y el significado o avance  de los ciclos que nos ofrece, generosamente, la madre naturaleza. Una película difícil de clasificar y no apta para  un público convencional.



        El amor es como las olas, nunca se detiene.
Mi nota es: 6

ESTRENO en ESPAÑA: 28 de Diciembre

REPARTO: Juliette Binoche, Masatoshi Nagase y Mari Natsuki.

PRODUCTORA: Kumie// Slot Machine.

DISTRIBUIDOR en ESPAÑA: BTeam Pictures.

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