jueves, 8 de abril de 2021

LA NUBE: CRÍTICA DE CINE

La Nube está dirigida por Just Philippot con guion de Jérôme Genevray y Franck Victor. ¿Hasta dónde es capaz de llegar el ser humano, para alcanzar sus metas?

Virginie (Suliane Brahim) vive junto a sus dos hijos adolescentes, Laura (Marie Narbonne) y Gaston (Raphael Romand). Tiene un negocio de cría de saltamontes comestibles, un negocio que no le va muy bien por mucho que luche por sacarlo a flote. Un día, tras un extraño incidente, las cosas comienzan a cambiar y Virginie se dedica en cuerpo y alma  hasta el punto de ampliar considerablemente el negocio, pero ese cambio tendrá un precio, un alto precio que repercutirá en la estabilidad de la familia y algo más.

El guionista y director, Just Philippot, obtuvo un Máster en cine por la Facultad de París VIII. Dirigió  cuatro cortometrajes: “A minuit, ici tout s`arrête” 2011,  “Breath” 2015, “Acide” y “4 histoires fantastiques” 2018. Fue guionista junto a Vital Philippot de “Tennis Elbow” 2012 y “Denis Et Les Zombies” 2015 y en 2020 presentó su ópera prima en el largometraje, “La Nube” que ha obtenido el Premio Especial del Jurado y Mejor Actriz para Suliane Brahim, en el Festival de Sitges 2020.

Un filme extraño que navega entre el drama familiar y el terror más inusual e incluso desagradable y con el que Just Philippot, debuta en el largometraje de forma acertada, llevando a la gran pantalla este curioso guion escrito por Jérôme Genevray y Franck Victor. Una historia pausada que no lenta, en la que al espectador se le despiertan no solo las alertas, cuando sabe que está en presencia de un filme de terror y busca, en parte, no verse sorprendido, sino además, la curiosidad ante la presentación de los personajes y el entorno en el que se va a desarrollar la acción. Una casa, un trozo de terreno y unos invernaderos en los cuales se crían dichos insectos. Una nueva película minimalista que de entrada entretiene y sorprende. ¿Terror? ¿Tensión? ¿Drama? ¿Suspense?. Eso lo decidirá el espectador, pues ante todo, lo que no deja, es indiferente.

Los efectos digitales y el sonido resultan tan simples como ingeniosos, hasta el punto de pensar en algunos instantes, que son reales. Están milimétricamente incorporados en ese ambiente rural y natural en el que viven esos bichitos, que como dice en un momento uno de los protagonistas, parece que están gritando. Un zumbido que segundo a segundo, va penetrando de tal manera en nuestros oídos, que llegamos a sentir desagrado; sin contar, lo que más tarde se irá viendo o creer ver.

Al principio formulaba la pregunta de hasta dónde es capaz de llegar el ser humano para alcanzar sus metas, o debería decir su ambición y obsesión, porque este, junto a la familia, es uno de los grandes temas que trata la obra. Alcanzar al precio que sea un sueño, aunque para ello dejes de lado a la familia, a los que te rodean e incluso pueda peligrar la propia integridad; y es que este filme, a diferencia de otros largometrajes de terror, se sustenta en sus personajes de carne y hueso, en la humanidad que destilan, en los deseos tan diferentes que tienen los unos y los otros y principalmente, en la unidad familiar. Aunque la familia pueda peligrar, existir diferencias, ante todo debe permanecer unida y si se puede, de paso, feliz. 

La nube tiene muchos simbolismos ocultos que tal vez en un primer instante no se muestren y sean, como me ha pasado a mí, desvelados cuando reflexionas sobre lo que has visto e incluso, escuchado en unos diálogos sencillos, pero importantes en el contexto. Las interpretaciones de los tres protagonistas principales, resultan de lo más naturales, los dos jóvenes te convencen con su ingenuidad y rebeldía, mientras que Suliane Brahim como Virginie, lo hará a través de su aplomo, coraje y obsesiones; mencionar también a Sofian Khammes, como Karin, el vecino al que ella ayudó en su momento y que le sirve de consuelo, cuando ella quiere y quien a diferencia de nuestra protagonista, él se dedica a la plantación de viñedos.

Esta obra sencilla, pero muy interesante, ha contado con una cuidada fotografía de Romain Carcanade y la inquietante banda sonora, que parece fundirse con los sonidos de la naturaleza, a cargo de Vincent Cahay.  Comentaros para finalizar que en el último Festival de Sitges, obtuvo el Premio Especial de Jurado y el más que merecido a la mejor actriz, para Suliane.

Mi nota es: 7

ESTRENO en ESPAÑA: 9 de Abril

REPARTO: Suliane Brahim, Nathalie Boyer, Marie Narbonne, Victor Bonnel, SDofian Khammes y Raphael Romand.

PRODUCTORA: arte France Cinéma// Capricci Films// The Jokers Films.

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Capricci Cine.

No hay comentarios:

Publicar un comentario