martes, 23 de noviembre de 2021

LAMB: CRÍTICA DE CINE

La coproducción entre Islandia, Suecia y Polonia, LAMB, está dirigida por Valdimar Jóhannsson compartiendo guion con Sjón Sigurdsson.

En una granja aislada, en medio de la naturaleza y rodeada de montañas, vive una pareja de granjeros. María (Noomi Rapace) y su marido Ingvar (Hilmir Snær Guðnason), dedicados en cuerpo y alma a sus ovejas, que están en época de parto. Mientras asisten a uno de los nacimientos, la pareja se ve sorprendida, pues el recién nacido posee cuerpo humano y cabeza de cordero. Deciden criarlo como si fuera su propia hija, llamándola Ada. Un día les visita el hermano de Ingvar, Pétur (Björn Hlynur Haraldsson), quien considera a Ada un engendro e intenta matarla, pero en el último momento se arrepiente, no así María, que ante la insistencia de la oveja, madre de la pequeña, balando todo el día frente a la ventana, la mata de dos tiros. La niña cambia a la pareja, devolviéndoles la alegría, pero…

Valdimar Jóhannsson, estudió en la Film Factory de la escuela de cine de Bela Tarr, en donde tuvo la oportunidad de visionar un gran número de películas, además de  asistir a todas las conferencias que organizaban. Entre los oradores se encontró con  Carlos Reygadas y Tilda Swinton. Su profesor Bela Tarr, ha sido el productor ejecutivo de su ópera prima en el largometraje, “Lamb”.  Entre sus trabajos anteriores se encuentran el ser director de fotografía de “Punk in Iceland” 2004 de Þorkell S. Harðrson y Örn Marinó Arnarson, electricista en la serie “Juegos de Tronos”, asiste de cámara en varias producciones y especialista en efectos especiales en otras tantas. También dirigió el cortometraje “Harmsaga” 2008.

La productora A24, nos viene sorprendiendo año tras año, con filmes de terror, sobrenaturales o cuyo contenido, encierra cierto misterio; siempre abordados desde perspectivas muy diferentes, a lo puramente convencional e incluso algunos, absolutamente desconcertantes. Así nos podemos encontrar con  títulos recientes como “A Ghost Story” 2017 de David Lowery,  “Hereditary” 2018 y “Midsommar” 2019 ambas de Ari Asater,  “Lo que esconde Silver Lake” 2018 de David Robert Mitchell o “Saint Maud” 2019 de Rose Glass. Ahora le toca a “Lamb”, un filme intimista, una fábula de corderos que nos habla de la maternidad, la soledad, el aislamiento y el deseo de aferrarse a alguien o algo tras una dolorosa pérdida, que aliente a los personajes a seguir luchando, y por otro lado, surgiendo los incuestionables dilemas éticos y morales, metáforas e incluso la iconografía cristiana, que en este filme están muy presentes, desde ese inició en el que nos invitan a la oración nocturna a través de las ondas de radio, pasando por los corderos, el nombre de la propia protagonista y el nacimiento de ese ser, entre humano y cordero, claro simbolismo de lo terrenal y lo espiritual o lo natural, por poner algunos ejemplos. 

Y digo natural, porque la naturaleza, una vez más, como sucediera en la mencionada, Midsommar, tendrá un gran protagonismo, aunque vista desde planos diferentes. En esta ocasión asistiremos a esa crítica en clave de cuento, hacia la apropiación indebida y devastación que el hombre está ejerciendo sobre la naturaleza, desde el mismo día en que pisó el planeta, considerando que todo le pertenece y de todo se puede adueñar, pues la madre naturaleza tan viva y presente, aparentemente no se queja y no se puede defender, ante el maltrato que recibe. Craso error, pues en el día a día ya lo estamos padeciendo, sirva como ejemplo, el cambio climático. En esta ocasión, su respuesta, ante los ataques, será muy diferente e inesperada.

Un filme con tantas lecturas que estoy convencido que si escuchamos la opinión de varios espectadores tras la proyección, cada uno tendrá un punto de vista dispar y muy seguramente, todos sean válidos, pues hasta el propio director, Jóhannsson, contestando a una pregunta  que le realizó Inverso, sobre determinados momentos del filme, contestó “Creo que no es interesante saber lo que pienso al respecto” y quizás sea una de las respuestas a tener en cuenta; pues en mi modesta opinión, cada uno debe de sacar su propia conclusión. Llegando a este punto, lo que sí puedo afirmar, como ocurre con otros  filmes de la misma productora, que nada o poco tiene que ver lo que aparentemente se muestra en pantalla, con respecto a la realidad que esconde, en ocasiones, dura, oscura y realista.

Una película minimalista que no precisa de alardes visuales, ni grande diálogos, para sorprender al espectador, pues la propia naturaleza que rodea a la casa, se encarga de ello; mostrándonos el mejor de los decorados compuesto por las majestuosas e imperecederas montañas, las grandes llanuras con el mejor de los pastos y el espectacular lago, respirando y dando paso a cada una de las estaciones y hasta las nieblas, que provocan imágenes inexistentes o esconden lo no deseado; todo ello retratado con gran delicadeza en la fotografía de Eli Arenson, sin olvidarnos de los sonidos que nos ofrece la creación, ninguno igual, aunque lo parezca. Esa banda sonora de la vida, que de forma sutil, Þórarinn Guðnason, acompaña con su partitura personal. 

Para finalizar, comentaros que uno de los instantes que me resultó más  revelador, fue cuando Ada descubre que no es totalmente humana, como ella piensa, sino que es parte oveja, cuestionándose en sus silencios, quién es y cuál es su verdadera identidad. Destacar la cuidada dirección y las interpretaciones de sus dos protagonistas, principalmente Noomi Rapace, como madre que no es capaz de olvidar, la pérdida de su hija. Lamb en filme que te va atrapando, en su extraña atmósfera.

Mi nota es: 8

ESTRENO en ESPAÑA: 26 de Noviembre

REPARTO: Noomi Rapace, Björn Hlynur Haraldsson, Hilmir Snær Guðnason, Ingvar Eggert Sigurðsson y Ester Bibi.

PRODUCTORA: A24// Black Spark Film & TV// Film I Väst// Go to Sheep// Madants.

DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Vértigo Films.

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