sábado, 9 de enero de 2016

CABALGATA DE LOS REYES MAGOS EN MADRID 2016 (POLÉMICA)


Sobre toda la polémica que se ha desatado por la cabalgata de Los Reyes Magos de Madrid y ha llenado muros y muros en Facebook, Twitter y otras redes sociales, tenía pensado escribir algo muy diferente a lo que voy a publicar hoy. Iba a hablar de esos políticos que no han sabido asumir la derrota en las urnas y que con toda su desfachatez han puesto palabras en boca de sus hijos, que nunca han pronunciado. De esos medios de comunicación que siempre buscan la polémica fácil, para estar en el candelero, o incluso de los que se dejan llevar por lo que leen y lo que escuchan, sin ningún tipo de criterio propio; pero no hablaré de política, porque los niños no se lo merecen, me voy a quedar con un texto,  el pensamiento de Roy Galán, al que yo añadiría:
Los niños dibujan a sus amigos, padres e incluso a sus Reyes Magos como quieren, y no como les imponen.
Los niños usan los colores como desean, no como los adultos les exigen, aunque nos parezcan imposible sus combinaciones.
Los niños aprenden a reconocer las cosas, cuando sus padres les inculcan con sus enseñanzas y les explican porque cambian algunas cosas, cuando esto sucede.
Los niños representan sobre el papel a animales azules, a flores negras, a cielos verdes, a prados rojos, a casas imposibles, a frutas deformadas… porque los niños tienen la imaginación, que los adultos han perdido con los años.
Los niños son niños y los adultos debemos aprender que ellos viajan por un mundo, que nosotros no podemos detener, ni forzar, ni oscurecer, ni incluso entender, pero sí respetar.

 TEXTO ESCRITO POR  ROY GALÁN EN FACEBOOK.
— ¡Pero si no lleva nada! —exclamó de pronto un niño.
Era un niño el que hacía visible lo invisible en el traje nuevo del Emperador.
—Mamá, el traje de Gaspar no es de verdad.
En este caso ha sido una niña la que lo ha dicho en la Cabalgata de Reyes de Madrid.

La diferencia entre ambos casos es grande.

El Emperador estaba efectivamente desnudo.

El niño solo señaló la evidencia.

Pero Gaspar, ayer, llevaba un traje.

Un traje palpable nunca es de mentira.

Sin embargo era un traje que no se correspondía con la idea mentirosa que la madre de la niña y Cortylandia le habían contado.

Haciéndola creer que si algo no es como ella espera que sea, no es verdad.

Eso es terrorífico.

Si a una niña le enseñas que los árboles solo dan naranjas, cuando vea un peral dirá, señalando a las peras, que esas naranjas no son de verdad.

La responsabilidad no es de la alcaldesa de Madrid.

Tampoco es de la niña.

La responsabilidad es de su madre.

Que en vez de decirle, si lo que quería era continuar con el engaño, que Gaspar este año había elegido el color rosa, tal vez, pensando en el color de la pared de su cuarto y que tenía pájaros porque se le habían quedado pegados al pasar por el bosque corriendo, lo que ha hecho es usar el odio y el rencor públicamente.

No te lo perdonaré jamás, Manuela Carmena. Jamás.

En este caso somos los adultos los que les hemos gritado a los niños.

"Me encantaría que algún iluminado explicara a mi hija de 5 años por qué los Reyes son reinas, los animales no existen y la ropa no es la adecuada. Qué forma de cargarse la ilusión de los niños. Qué pena. ¿Lo siguiente qué será, Semana Santa?”

Yo no soy un iluminado.

Pero puedo decirle a este padre que los reyes son reinas porque todos somos lo mismo.

Que los animales existen pero no nos pertenecen y que por eso una mona vestida de seda ya no es nunca una mona.

Que la adecuación de la ropa, cuando no quieren vendernos nada, va en el ojo del que mira.

Que la ilusión de los niños no se rompe, se recupera con una voltereta.

Que no hay pena, solo el amor que tú quieras dar.

Y que a mí me preocuparía bastante más que mis hijos vieran a un hombre crucificado que a un Rey Mago vestido de rosa.

Y que ojalá lo siguiente sea una Semana Santa sin espinas, ni clavos, ni sangre, ni cadenas.

Lo peor de todo es que hay gente que piensa que España se está yendo al garete con todo esto.

No sé qué España se está desintegrando, porque yo cada vez me siento más parte de la que habito.

Más integrado dentro de mi diversidad.

Lo que yo no le perdonaré jamás a Manuela Carmena es que no haya decidido entrar antes en política.

Cuando yo era un niño.

Para poder haber disfrutado con ojos de niño de unos Reyes Magos vestidos por los ojos de otro niño: Jorge Dutor.

Él solo ha pensado en los niños y en las niñas y no en los padres.

¡Qué preciosidad, Jorge! ¡Yo me hubiera pedido Gaspar! ¡Seguro!

Porque si no eres capaz de ver que estos Reyes son preciosos es que no recuerdas lo que era ser un niño o una niña.

Que lo has olvidado.

Olvidado cuando cogías la falda de tu madre y un gorro y una cuerda y contabas historias todo el rato.

Y no hacía falta nada más que creer.

Lo único que debería ser tradición es el amor con el que haces las cosas.

Y esto está hecho con un amor tan profundo y respetuoso que si no lo entiendes es que tienes un problema.

Un soberano problema de adultez.

Lo que yo no le perdonaré jamás a Manuela Carmena es que no sea mi abuela.

Y poder llegar el día después.

Y darle las gracias por tanta verdad con un beso de nieto.
 
Roy Galán.
 
A todos vosotros, mis queridos amigos, adultos todos, mantengamos la chispa de la imaginación despierta y no demos tantas vueltas a las cosas.
 
A mí esas túnicas tampoco me has gustado y así lo he dicho, pero respeto la elección de quien lo aprobó, sus razones tendría.
 

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