VISPERA DE LA OPERACIÓN
Hoy
es día 24 de Marzo de 2014, cuando escribo estas letras, y estoy a unas horas de ser ingresado e
intervenido, y no puedo negar que una cierta desazón recorre todo mi cuerpo.
Por un lado estoy tranquilo, sé que estoy en las mejores
manos y en un centro hospitalario, como es la Fundación Jiménez Díaz, en la que
tengo toda mi confianza. Pero por otra parte, una cierta intranquilidad me
mantiene alerta. Y es que cuando en estos días, mis amigos y familiares me
preguntan como estoy, les digo a todos lo mismo: Bien, pero… Soy humano y no
puedo evitar esa sensación de incertidumbre que supone someterse a una intervención
de varias horas, a un quirófano y a una anestesia general.
Sí, soy humano y es la primera vez, creo, que expongo con
tanta libertad, públicamente, y a través de las letras, lo vulnerable que puedo
ser en determinadas cuestiones, aunque luego, como buen géminis, que los astros
me ofrecieron ser al nacer, busco y saco la forma de equilibrar esa situación. La
realidad frente a la ficción, o como prefiero decir: la realidad junto a la ficción,
y que durante toda mi existencia ha conseguido que mantenga un equilibrio,
cuando las situaciones se han puesto difíciles o tensas, y marcando en parte,
mi carácter.
Soy humano y además un soñador, y en esa ensoñación que
siempre he mantenido viva en mí ser, he creído, entre otras tantas cosas, en el
poder de los elementos, en su fuerte energía que es la que nos mantiene
erguidos sobre la gran espalda de este pequeño planeta. Y a ellos, hoy día 24
quiero invocar: a la energía que emana mi gran y amado astro sol, al aliento
del viento, a la fuerza del mar y la nobleza de la tierra; que en realidad, de
ellos se compone nuestro cuerpo físico. Y no me olvido de Dios, el creador, el maestro, para que me
acompañe en esas horas hasta despertar de la anestesia, y que ese despertar,
sea plácido y agradable. Aunque vosotros, cuando leáis estas palabras, ya será
día 28.
Mi amigo Novel siempre me ha dicho que soy un
superviviente y que en mis luchas, siempre he salido victorioso y que esta vez
no va a ser menos. Y así será.
No sé si mañana habrá entrada, porque ésta es la última
que dejo programada, espero que sí, que el hospital tenga Wifi y desde la cama
os pueda comunicar como ha ido todo, aunque tal vez lo sepáis antes, si algún
amigo lo difunde por redes como Facebook.
Mientras tanto, sed felices y recordad que la fuerza está
en nuestro interior, lo más importante es lograr sacarla a flote, y todos
podemos. Yo lo haré, os lo prometo. Abrazos para toda la gente buena del
planeta.