jueves, 31 de diciembre de 2015

ADIÓS 2015 BIENVENIDO 2016


         
Llega el último día del año y con él ese rito de hacer balance y reflexionar  sobre lo que han dado  de sí, estos 365 días. 365 días de transición. Un año, que tras lo acontecido en el 2014 precisaba un tiempo para recuperarse, para el relax, para que cuerpo y mente volvieran a recobrarse de todo lo sufrido durante las dos operaciones.

            En estos 365 días me he dado cuenta de lo importante que es la vida y de lo superfluo que resultan algunas de las cosas a las que le damos tanta importancia, y en realidad no lo tienen; y eso que siempre he valorado las cosas pequeñas, pero en estos 365 días, esas cosas han dejado de ser pequeñas, para convertirse en gigantes.

            He disfrutado de un paseo, sin tener una meta a la que llegar. Me he internado en jardines y deteniéndome junto a una rosa, embriagándome del perfume que emanaba. He escuchado a los niños reír y jugar con sus madres y padres. He observado de soslayo a las parejas como se miraban, como se besaban, como se sonreían.  He visto la vida abrirse camino un día tras otro delante de mí, con cada amanecer.

            Muchos han sido los días que no tenía prácticamente fuerzas para levantarme de la cama, por los dolores y malestares que las secuelas de las dos operaciones causaban a mi cuerpo durante el proceso de recuperación. Cada día a través de la ventana de esa misma habitación veía aparecer el sol y como siempre hago, le sonreía  y esa sonrisa me cargaba de la energía suficiente para esforzarme y evolucionar a cada paso.

            En el año 2013 perdí el trabajo, causado por una jefa que le daba más valor a las subvenciones que le concedía el estado por meter a un nuevo trabajador, que a la calidad del trabajador que ya tenía en su plantilla, aún recuerdo las últimas palabras: “El que sale ganando eres tú, ahora te vas al paro y a descansar, mientras que yo tengo que preparar a dos personas que ocupen tu puesto, y estoy segura que no rendirán como lo haces tú”  El año 2014 fue donde la salud se puso en mí contra, con las dos grandes operaciones: Pulmón y oído. Este 2015 que hoy finaliza, ha servido para la recuperación, para la reflexión, para aclarar muchos temas que tenía en mi mente pendiente y para reponer las fuerzas, que había perdido.

            Dentro de unas horas nos visitará el 2016 y se quedará otros 365 días, y a él le quiero pedir recobrar mi actividad, la que siempre tuve. Poder encontrar un trabajo. Que la salud continúe evolucionando positivamente, como lo están demostrando los resultados de las pruebas a las que me someten. Y  por qué no pedir también un golpe de suerte, pero ese tema se lo dejo a la Diosa Tique, que de ello sabe mucho y  es diestra en repartir suerte y fortuna. Diosa Tique, a ti también te invoco en esta reseña.

            A todos vosotros, que no os falte la salud y el trabajo. Que la sonrisa nunca se borre de vuestros rostros, que tengáis tiempo para deteneros y así compartir con vuestros amigos, familiares y conocidos, la esencia de la vida.

FELIZ 2016 PARA TODOS. OS QUIERO. LO SABÉIS.

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