El documental, Un Blues para Teherán, está dirigido por Javier Tolentino compartiendo guion con Doriam Alonso.
Marcado por la música, “Un blues en Teherán”, nos ofrece una mirada del actual Irán a través de Erfan Shafei, quien nos invita a descubrir el país a través de sus gentes y como he dicho, su música, la cual nos acompaña durante todo el metraje. Temas al ritmo de Tasnif, Vals, Segat o Bashti, sin cortes, pues Tolentino, en su amor por este arte, ha respetado hasta la última nota de las canciones que ha elegido para su primer largometraje, incluso dejando ligeros silencios, tras finalizar la pieza, para degustarla aun más. En el otro lado de la balanza nos encontramos con Golmher, la joven que abiertamente denuncia ante la cámara que en el Irán actual, la mujer tiene prohibido cantar, escuchando de sus propios labios comentarios como: “la música y las canciones nacen desde el saber y el conocimiento musical de las madres, que transmiten, incluso desde el embarazo, a sus hijos e hijas”.
Sin duda queda claro que “Un blues para Teherán” es un canto de amor y homenaje al pueblo persa, desfilando por sus fotogramas desde los músicos callejeros, los diferentes pensamientos y maneras en que los artistas sienten su arte y el mensaje que desean transmitir con sus letras, entre canciones de amor, alabanzas a Dios e incluso esa protesta encubierta; la tradición de los vendedores ambulantes, las conversaciones que se mantienen en las peluquerías masculinas o la modernidad a través de los grafiteros. Escuchamos hablar de cultura, de la necesidad de abrir puertas a otros estilos e ideas creativas y de las prohibiciones existentes. Un documental acompañado por bellísimas estampas de la ciudad, del campo y de los pescadores que saludan, nos ofrecen sus inquietudes y faenan, desde sus barcas. Entre esos pescadores escucharemos a un hombre que nos habla de las tradiciones y nos pone el ejemplo de las herencias entre los hijos y las hijas, pues en la repartición los varones reciben dos veces más que las mujeres y para él eso es injusto, por lo que personalmente ha decidido cambiar las normas para con los suyos, incluso favorecer a las hijas que tiene, pues está más orgulloso de ellas que del hijo.
Un filme no exento de problemas a la hora de ser filmado, pues sufrieron diversos impedimentos, por parte de las autoridades, que afortunadamente pudieron solventar. Una obra que recomiendo por su exquisita narrativa, por su belleza, por lo que se nos cuenta a través de los personajes y por supuesto, por la música. Además de la cuidada dirección de Javier Tolentino, destaco la fotografía de Juan López y la música de Tere Núñez y Walter Geromet, entre los temas tradicionales del país.
Os dejo con la biografía del director.
Javier Tolentino, se licenció en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y profesor del Máster de Radio que organizan conjuntamente la UCM y RNE. Su profesión ha estado vinculada con programas como “De Cine” en Radio, “El otro cine es posible” en Radio 5 y “El séptimo vicio” en Radio 3, con el que obtuvo el galardón de la Crítica en el 2000. Es colaborador habitual de “El Ojo Crítico”, “Academia”, “Cinemanía” y “Kane 3”. Entre sus escritos encontramos “Julieta en el país de las maravillas: Una conversación con Norma Aleandro” 2004, “El cine que me importa” 2014, “Disculpen que les hable de la radio” 2017 y “Un alfabeto para Emma Suárez” 2019. Recientemente ha dado el salto al cine con el documental “Un blues para Teherán”
ESTRENO en ESPAÑA: 2 de Julio
REPARTO: Interviene Erfan Shafei, entre otros.
PRODUCTORA: Quatre Films // Eddie Saeta S.A.
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Surtsey Films.
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