HOMBRE MUERTO NO SABE VIVIR: CRÍTICA DE CINE

 

Hombre muerto no sabe vivir, está escrita y dirigida por Ezekiel Montes.

En el prólogo, entre diversas imágenes, Tano (Antonio Dechent), hace una dura crítica sobre el consumo y la distribución de las drogas, explicando cómo llegó él a formar parte de dicho mundo, cuando siendo muy joven conoció a Manuel (Manuel de Blas), un viejo narcotraficante que se siente cansado y arruinado, pues los negocios se han complicado.

Tras el prólogo, se nos hace saber que una nueva droga ha llegado a la ciudad, un estupefaciente que provoca trastornos en la mente, pero que a Ángel (Rubén Ochandiano) hijo de Manuel, no le importan las secuelas que ocasione, sino reflotar el negocio, considerando que su padre está acabado. Todo se irá complicando, cuando unos ladrones, enmascarados, roban la mercancía.

Director y productor de cine, televisión y audiovisual, Ezekiel Montes, estudió en la Escuela de Cine de Málaga. En la actualidad es director y propietario de la Escuela de Cine de Málaga y de la productora 73140323 Producciones Cinematográficas. Ha producido más de 24 obras y ha dirigido los cortometrajes “La cruda realidad” 2001 y “Natasha” y “Ritual” 2004. En 2008 llegó el mediometraje “Granit” y las series “Akemarropa” 2009 y “50kilosdenosotros” 2018. Este año 2021, debuta con “Hombre muerto no sabe vivir”

“Hombre muerto no sabe vivir”, ha sido rodada en Málaga, Cádiz y Marbella. Un filme en donde Ezekiel nos ofrece un duro y en ocasiones desagradable thriller motivado por la violencia explícita, a través de la cual la prostitución, la corrupción y el narcotráfico, serán los temas principales, exhibiendo sin cortarse ni un pelo, la realidad de los narcotraficantes y hasta qué punto son capaces de traicionar, arriesgar y provocar todo tipo de conflictos familiares. La sangre fría de esta gente, da auténtico escalofrío y Montes, logra en cierta manera, sobrecogernos, en más de una ocasión. 

Una película destinada a los degustadores de este subgénero, que cada determinado tiempo llega, no solo a las salas de cine en formato largometraje sino también a la pequeña pantalla como series, con nuevas obras desde puntos de vista diferentes y con mayor o menor acierto en sus realizaciones. En esta ocasión no veremos ni un solo policía, ni siquiera se les menciona. Todo lo resuelven entre ellos, saltándose normas de su premio “gremio”, como pueden ser la lealtad y el compromiso, lo que generará una extrema violencia, que si bien podemos estar acostumbrados a ver cabezas abiertas, sangre corriendo entre las calles, locales y paredes o los estrangulamientos con cadenas; una escena en concreto, no debería haber sido filmada, por mucho impacto que deseara causar en el espectador. 

Un filme en el que la presencia de la mujer es prácticamente anecdótica, aunque en cierto modo importante para ver ese grado de machismo, de supremacía, crueldad y de lo que son capaces algunos hombres y más, en un negocio donde los sentimientos tienen menos valor que un gramo de cocaína. Una película en la cual sus personajes van sobrados de feromonas, de luchas por el  poder, de los que venden a su padre por un alijo de droga o incluso por mucho menos; pero donde también encontramos quienes son fieles a la causa, aunque se jueguen el pellejo. Como los propios actores y director han afirmado, es una película con personajes muy de barrio que a mí me ha recordado, a ese cine quinqui de otras décadas, con cierta sofisticación y en donde los protagonistas ya no son jóvenes delincuentes, sino adultos con mayores pretensiones.

Dirección correcta al igual que las interpretaciones, que despiertan odios, rechazo o simpatías, según el personaje que les ha tocado defender. En cuanto al guion, se le ven algunas costuras, difíciles de ocultar. El resto, cumplen con su cometido, sin más. Una obra que podría haber dado más de lo que realmente ofrece. 

Mi nota es: 5

ESTRENO en ESPAÑA: 2 de Julio

REPARTO: Antonio Dechent, Rubén Ochandiano, Elena Martínez, Jesús Castro, Paco Tous, Nancho Novo, Manolo Caro, Juan Fernández, Juanma Lara, Manuel de Blas, Frederic Guillaume y Paul Lapidus.

PRODUCTORA: 73140323 Producciones Cinematográficas.

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Filmax.