La coproducción entre
Brasil y Portugal, Desierto Particular,
está dirigida por Aly Muritiba
compartiendo guion con Henrique Dos
Santos. “No me falta la respiración, me faltas tú”
Un joven va corriendo
por una carretera solitaria, pensando en el amor y en la chica, Sara, que le
tiene cautivado. Daniel (Antonio Saboia),
es policía y ha sido retirado del servicio por un altercado que está por
aclararse en un juicio, teniendo que pasar por una evaluación psiquiátrica.
Vive con su padre y con su hermana Deb (Cynthia
Senek). Al ver que Sara no contesta
a sus videollamadas, decide coger el coche y emprender un viaje en busca de la
persona a la que ama.
El productor, guionista
y director, Aly Muritiba, estudió
Historia en la USP de São Paulo. Finalizados dichos estudios se trasladó a
Curitiba para estudiar Comunicación y Cultura en la UTFPR y Cine y TV en la
Facultad de Artes de Paraná. Se inició en el cortometraje con obras como
“Convergências” 2007, “Com as Próprias Mãos” 2008, “A Fábrica” y “Circular” en
2011, “Brazil” 2014 y “Tarântula” y
“Parque Pesadelo” en 2015. Los cortometrajes documentales “Pátio”, “Quadrangle”
y “A Origem da Inspiração – César Crispim” en 2013. En el largometraje debutó
con “A gente” 2013 para continuar con las obras de ficción “Para Minha Amada
Morta” 2015, “Desconectados” 2018 y ahora nos ofrece “Desierto Particular”
2021. En televisión ha realizado el documental “A Revolta” 2010, 5 episodios de
la mini serie “Nóis por Nóis” y 3 episodios de la serie “El Hipnotizador” 2017,
2 episodios de “Carceleros” 2018, 3 episodios de “Hermandad” y 8 episodios de “Irmãos Freitas” en 2019 y 8
episodios de “El Caso Evandro: Una trama diabólica” 2021
Lo que llama
poderosamente la atención de este filme, es la delicadeza con la que está escrito y dirigido.
No es fácil tratar un tema como el que nos ofrece Aly Muritiba, quien comparte
guion con Henrique Dos Santos y no caer en alguno de los topicazos más
habituales. Una narración fluida que se va impregnando en los fotogramas y
atrapando al espectador a quien no pretende aleccionar si no enseñar. Enseñar
las diferentes maneras de vivir, sentir y amar que atesora el ser humano; y
para ello nos convierte en invitados de
excepción al encuentro de una pareja que nace y se enamoran, como tantas otras,
por las redes sociales, con el único objetivo de hallar la felicidad que parece
que el destino se resiste a concederles. ¿El destino o esta sociedad en parte
caduca, que precisa abrir las puertas y ventanas para que el aire se renueve y
la vida fluya con naturalidad?
Un filme que nos
presenta, por un lado, el viaje personal en el que Daniel se verá envuelto
cuando parte en busca de Sara y descubre su verdadera identidad, pasando del
rechazo absoluto a comprender que el amor no conoce de fronteras, aunque él se
ponga barreras, y del otro lado, el de la soledad opresiva, en ese desierto
particular que alimenta a sus personajes, en contextos tan diferentes. Una
soledad silenciosa que duele, que atenaza cuando los deseos, están a flor de
piel, viviendo en una sociedad castradora y de los sentimientos que luchan
frente a la orientación sexual que abriga sus mentes. La masculinidad al
descubierto, entre sus creencias y la vulnerabilidad que da el saltar al vacío,
cuando se sabe que debajo no existe un colchón que amortigüe, sino una verdad
indiscutible, a la que se teme. ¿Es necesario ese salto o es suficiente con
saber que se es amado cuando ese amor resulta imposible? Imposible, una palabra
que no me gusta utilizar pero que en ocasiones, desgraciadamente, forma parte
de la cruel realidad, hasta que la sociedad esté concienciada y liberada de
prejuicios inventados. Se precisan más películas, tan humanas y amables como
ésta, para ir creando conciencia, que tanta falta hace en muchos países, donde
una parte de la humanidad, sigue soportando los latigazos del despotismo.
Estamos ante un romance
doloroso, emotivo y profundo, exhibiendo un estado sin etiquetas. De un calado
intimista en el que por momentos la tensión sexual está a punto de explotar,
pues la emocional sí lo hace, siendo Muritiba, quien calma el drama, buscando
un equilibrio, que en gran parte logra; como también consigue hacer crítica a
las familias que resultan más homófobas que la sociedad que les rodea y a la
siempre hiriente iglesia, en esta ocasión evangélica, que en vez de secundar el
bienestar del conjunto del rebaño, aparta, condena y amenaza a algunos
corderos, por el miedo a la verdad.
Un filme sincero,
arropado por una intimista banda sonora en la partitura de Felipe Ayres que viste a la fotografía de Luis Armando Arteaga. Dejo para el final a la pareja protagonista
formada por Antonio Saboia y Pedro Fasanaro, quienes nos cautivan
con dos interpretaciones, precisas, sinceras y creíbles. Ellos son el alma y el
cuerpo de la película.
Mi nota es: 8
ESTRENO EN ESPAÑA: 16
de septiembre.
REPARTO: Antonio
Saboia, Pedro Fasanaro, Luthero Almeida, Thomas Aquino, Laila Garin, Sandro
Guerra, Otavio Linhares, Zezita Matos y Cynthia Senek.
PRODUCTORA: Grafo
Audiovisual// Fado Filmes.
DISTRIBUIDORA EN
ESPAÑA: Surtsey Films.
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