martes, 6 de diciembre de 2022

PEQUEÑA FLOR: CRÍTICA DE CINE

La coproducción entre Francia, Argentina, España y Bélgica, Pequeña Flor, está dirigida por Santiago Mitre, compartiendo guion con Mariano Llinás, basándose en la novela de Iosi Havilio. “Una historia de vida y de muerte, no importa en qué orden”

Con la cámara estática enfocando a un escritorio, escuchamos los gritos de una mujer. La mujer aparece en plano caminando descalza y desnuda de cintura para abajo, mostrando su vientre de embarazada. Está intentando traer a su hija al mundo, hasta que lo logra, ayudada de una comadrona y su marido. Ella es Lucie Etchebarne (Vimala Pons), el marido José Hadida (Daniel Hendler), dibujante y diseñador y a la pequeña la llaman Antonia. Ambos se trasladan a una ciudad del Macizo Central y al poco tiempo a él le despiden siendo ella la que regrese a su trabajo, mientras que él se queda al cuidado del hogar y de Antonia.

Un día José decide plantar un árbol y su pala se rompe, acude a su vecino Jean-Claude (Melvil Poupaud), un excéntrico y solitario amante del jazz, para que le preste la suya. Jean-Claude le invita a pasar y comienzan a conversar durante un largo tiempo. Cuando José toma la decisión de irse, Jean-Claude le presta la pala y en un incidente inesperado, Jean-Claude muere, mientras suena “Pequeña flor”. Al día siguiente José se sorprende cuando ve a su vecino, que debería estar muerto, llegando a casa en coche y saludándole de forma afable.

El guionista y director, Santiago Mitre, se graduó en la Universidad del Cine de Argentina. Se inició con el cortometraje “El escondite” 2002, para debutar en el largometraje con “El amor (primera parte)” junto a Alejandro Fadel, Martín Mauregui y Juan Schnitman, para continuar con “El estudiante” 2011, “Los posibles” 2013 junto a Juan Onofri Barbato, “Paulina” 2015, “La cordillera” 2017 y en este 2022 ha estrenado “Argentina 1985” y “Pequeña Flor”.

La película está narrada por una voz en off que afirma nos va a contar la historia de su asesino o algo así. Una historia de vida y muerte donde el orden no tiene sentido, pero… ¿Qué tiene sentido en este filme? Tal vez nada o tal vez el todo, dependiendo de ese fino espejo a través del cual nos miramos y nos preguntamos en la soledad y el silencio lo inconfesable, lo prohibido, lo deseado, lo solícito y solicitado y cuanto necesitamos, tenemos o perdemos en el camino. ¿Qué es la vida y que es la muerte? ¿Cuántas veces podemos morir y renacer a lo largo de nuestra existencia y si es necesario, para engañar a nuestro subconsciente en favor del consciente dañado?

Pequeña flor es una comedia triste que te atrapa en una extravagante telaraña, en  una historia descabellada de personajes sin sombra por la que desfilan los problemas de pareja, el desempleo, la necesidad de escuchar y ser escuchado, la monotonía, el deseo, los abusos en el trabajo, la paternidad y maternidad, la soledad, la vida y la muerte; envuelta en Jazz, vino y gastronomía, entre sesiones de terapia en las cuales el terapeuta bebe de los pacientes, para calmar sus anhelos y como si se tratase de un buen plato servido por un chef de prestigio, aderezado con atrevidos y juguetones retazos de comedia. Una película que te hace despertar del letargo del tedio y en la que el pudor no tiene razón de ser. Cuanto vemos está expuesto con naturalidad, desde los diálogos incisivos al cambio de pañales, sin privarnos de su contenido.

Una obra teatralizada en donde la cámara coquetea entre las escenas, los personajes, los recovecos de las estancias y las mentes, deteniéndose cuando se requiere, para que escuchemos y observemos. Un juego sutil que por instantes incomoda pero nunca molesta, que nos provoca pero no nos alarma, que busca que esbocemos sonrisas pero de ninguna manera carcajadas, pues así lo determina el director y guionistas.

La obra nos ofrece unas correctísimas interpretaciones entre las que destaco a Daniel Hendler, con un personaje tan sencillo, como inquietante resulta su mente. Un filme cuya acertada dirección se apoya en la excelente y elegante fotografía de Javier Juliá, seleccionando cada plano, el color y la  luz para junto con la banda sonora de Gabriel Chwojnik, mecernos en la butaca, no exclusivamente para reflexionar, sino también para dejarnos llevar.

Mi nota es: 8

ESTRENO EN ESPAÑA: 9 de diciembre.

REPARTO: Daniel Hendler, Vimala Pons, Melvil Poupaud, Sergi López, François Lebrun y Eric Caravaca.

PRODUCTORA: Maneki Films// La Unión de los Ríos// Logical Pictures// Setembro Cine.

DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Surtsey Film.

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