viernes, 2 de enero de 2015

MI HISTORIA COMO ESCRITOR: CAPITULO VI (TRAS LAS PUERTAS DEL CORAZON)


CRÓNICA DEL AUTOR:


En este capítulo abordaremos la primera novela publicada: Tras las puertas del corazón y que con ella se daría inicio a la segunda trilogía del autor.

Se ha hablado de la virtud de la paciencia en los capítulos anteriores, y esa virtud conseguí adquirirla con el tiempo y para mi fortuna en esta novela. Sabía lo que deseaba contar, como contarlo y hasta donde llegar. Tenía detallado cada capítulo, no sólo de esta primera obra, sino de la otras dos y era más que conocedor del tiempo que me iba a llevar. No tenía la menor prisa, sólo un pensamiento me alertaba, llegar a conseguir transmitir todos los sentimientos y emociones que los personajes me ofrecerían a través de sus experiencias en el mundo en el que ellos vivirían. Era una historia diferente y debía de ser relatada con la mayor sencillez posible.

Amante del nudismo, siempre he luchado contra quienes no entienden de esta práctica de libertad del cuerpo en el entorno y en la vida contra quienes piensan que desnudez es igual a provocación sexual. Muy lejos de esa verdad y para ello ideé esta historia. La sexualidad estaría representada en todos sus roles o etiquetas, como cada uno desee llamarlo: Heterosexuales, Bisexuales, Gays, Lesbianas, pero ante todo, esa sexualidad sería vista con los ojos de la libertad. Como entorno pensé en el movimiento Hippie: “Haz el amor y no la guerra” Y así fue tomando forma. Los personajes principales serían dos, uno español que iría a cursar un master de periodismo a EE.UU y el otro norteamericano que estaría en el último curso de la misma carrera. Ellos vivirán los frenéticos años 60 y parte de los 70 en EE.UU y luego, porque así lo decide el destino, viajarán a España tras la muerte del dictador (Franco). Una novela a caballo entre realidad y ficción y entre pasado y presente de los dos personajes.

Antes de finalizar mi  crónica sobre esta primera novela, deciros que como las anteriores la guardé en un cajón y que cuando ya estaba terminando de escribir la segunda parte: Preguntas sin respuesta, decidí enviársela a un gran amigo, al que hoy por hoy considero más que un amigo, un hermano. Raúl y gracias a sus palabras de aliento de que debía intentar publicarla, vio la luz a través de la Editorial Odisea. Siempre le estaré agradecido por aquella insistencia casi diaria y por su gran amistad.

PREMIOS:   TRAS LAS PUERTAS DEL CORAZÓN obtuvo el premio MEJOR NOVELA DEL AÑO NG 2009 y estuvo nominada en la II EDICIÓN DE LOS PREMIOS BESAMETONTO 2010

CRÓNICA DE NARRATIVA GAY (www.narrativagay.com)

 
Jaime, un joven periodista, recibe el encargo de escribir una biografía sobre Alejandro: un maniático y extraño millonario, dueño de la editorial donde trabaja Jaime. Al principio éste se lo tomará como un reto profesional, pero a medida que avance el relato irá descubriendo la persona que se esconde tras la máscara que se ha creado Alejandro con el paso del tiempo de cara a la sociedad.

Alejandro relatará en su villa de Madrid los momentos que han marcado su vida: Desde que se marchó de joven a estudiar a Nueva York y conoció a su inseparable amigo Ray, pasando por las escenas de juventud, en las que descubre la felicidad, madurez al regreso a España y hasta el presente, con muchas vivencias que sorprenderán al lector por su frescura e inocencia.

"Sé que me quieres y además me amas. Me respetas y me comprendes, y por todo eso, yo también te amo a ti. Nada ni nadie nos podrá separar jamás. (...) Somos dos almas gemelas en este universo y Dios quiso que un día nos unieramos. Tan lejos como estábamos, nos acercó, nos unió y si la naturaleza, el cosmos y el propio Dios, han querido que sea así, no existirá hombre o mujer, que pueda separar el amor que nos tenemos, por mucho que cambiemos, por muchos errores que cometamos. Te amo y siempre te amaré."

Al mismo tiempo, Jaime se cautivará de María, la ayudante personal de Alejandro, con la que empezará una relación de amistad y descubrimiento mutuo. Y gracias a la cual, el lector podrá vivir una historia paralela que se escribe en el presente.

Puntuación: Una novela entrañable, repleta de sentimientos y vivencias que con una prosa emocionante harán soñar al lector. Por todo ello, se hace merecedora de la calificación de Excelente.


Desnudo me siento yo mismo, vestido soy uno más de la sociedad

 
DICHO POR LOS LECTORES:

Una bella y fascinante historia en la que experimentaremos con los protagonistas que el amor no entiende de sexos, ni de fronteras; en el que los personajes viven su sexualidad con completa naturalidad y libertad. Un brillante relato para aprender a vivir en armonía con la naturaleza a través de la desnudez. Un alegato al naturismo y al amor libre que muchos encontrarán apasionante.  (Odisea Editorial)

Sincera, directa y emotiva, son las palabras con las que definiría esta novela. Llega y profundiza en el interior de uno mismo. Te atrapa desde la primera página, simplemente, me ha gustado mucho. Gracias (robertvlc)

Fresca, emocionante y directa. Sinceramente me atrapó desde el comienzo y me sorprendió en su final. Una de las mejores novelas que he leído en los últimos tiempos, por no decir la mejor. Te hace pensar, reflexionar y darte cuenta de lo importante de las cosas normales de la vida. (mariobcn)

He disfrutado mucho leyendo este libro. La historia te atrapa y te acompaña, te cuestiona cuando la cuestionas. En cierta manera maduras con ella. La redacción es tan correcta que fluye con efecto sedante. Un libro necesario (Orbiso)

Javier Sedano; Gracias por ayudarnos a conocer un mundo en donde el Amor, la Amistad y la Sexualidad componen la verdadera esencia del Ser Humano y nos muestran una vida llena de Sentimientos Diversos que guardamos… Tras las Puertas del Corazón. (Juan Camilo Álvarez Hernández)

Tras las puertas del corazón, un libro que te tiene en todo instante enganchado, donde la lectura es muy amena, donde se te pone un nudo en la garganta y al final acabas llorando. Es una maravillosa historia donde el final, ni te lo imaginas.  (Ana Rosa Fernández)

"Enganchado de principio a fin haciéndote sentir unas emociones muy fuertes, con una historia preciosa que os recomiendo a todos que leáis. Gracias Javier Sedano. Mi felicitación desde aquí, y loco por leer las otras dos. Un abrazo. (Raúl Fernández Calcerrada)
 
LA PUEDES ADQUIRIR EN:

http://www.lifegay.com/libros/925-tras-las-puertas-del-corazon.html.

O en cualquier librería diciendo: Autor, Título y Editorial, y te la llevan sin gastos de envío en unos días.


ENLACES:

http://spanishgayfiction.blogspot.com.es/2015/01/arcadian-americana.html (MUY INTERESANTE RESEÑA EN INGLES)




http://www.narrativagay.com/2009/08/tras-las-puertas-del-corazon-Javier.html

 



jueves, 1 de enero de 2015

BIENVENIDO 2015



Hemos despedido por fin el 2014. Unos acompañados de la familia, otros de amigos, otros de su pareja, otros incluso solos, los que lo han hecho en el hogar y los que lo hicieron fuera de casa, quienes tomaron las uvas y quienes por tradición cultural no lo han hecho, y desgraciadamente algunos en los hospitales, para últimos mucha energía y fuerza para salir adelante; pero estoy seguro que todos, cuando dieron esas doce campanadas tenían la mente llena de buenos deseos para el 2015.

Hemos despedido por fin el 2014 con cánticos, con risas, con brindis, con besos y abrazos, con palabras de cariño y fraternidad.

Hemos despedido el 2014 cargados de energía positiva, dejando atrás todo lo malo y negativo que nos ha podido suceder durante estos 365 días.

Demos por tanto la bienvenida al 2015. Bienvenido seas y que nuestros sueños nos puedas conceder en la medida que determines. Que en el viaje que emprendemos contigo en estos 365 días que tenemos por delante, no existan muchas trampas, ni muchos baches que saltar, piedras que sortear y dificultades que nos cueste afrontar.

Demos por tanto la bienvenida al 2015 donde yo, particularmente le sonrío en la noche madrileña, desde mi hogar acompañado de amigos con los que he compartido la cena, la última cena del año, en una agradable tertulia, donde con cada campanada he intentado pedir un deseo, un sueño, no sólo para mí, sino para el mundo.

Bienvenido 2015 Entra con aires de renovación, con aires de vida, con aires de sorpresas, con aires de trabajo para quienes no lo tenemos, con aires de paliar la pobreza, con aires de infringir raciocinio a los políticos para que sepan gobernar con sabiduría y justicia para todos, con aires de que los sueños se cumplan y que al llegar al final, a la meta, a ese último día de este año que hoy comienza, respiremos con fuerza y digamos todos: GRACIAS 2015.

BIENVENIDO, ENTRA POR LA PUERTA GRANDE, ACOMÓDATE Y HAZNOS DISFRUTAR DE LOS NUEVOS 365 DÍAS QUE TENEMOS POR DELANTE.

 

miércoles, 31 de diciembre de 2014

GOODBYE 2014


Dentro de unas horas dejaremos atrás el 2014 y como ya es tradición en mí, hago el recuento de lo bueno y lo malo sucedido durante los 365 días pasados. La valoración no es positiva, la balanza de la vida se inclina hacia lo negativo como ya sucedió en el 2013, aunque como bien saben los que me conocen, siempre busco encontrar la manera de nivelarla.

En el comienzo del año la balanza saltaba de un lado a otro de forma frenética. Si bien comenzó con fiebres provocada por una fuerte gripe y las pruebas hacia la operación que luego se retrasaría por dar prioridad a otra, al final del mes de enero, y haciendo gala del dicho “no hay dos sin tres” ganaría el premio Besametonto a la mejor novela, por tercer año consecutivo, esta vez por “Corazones en Libertad” y por supuesto disfrutar de las fiestas que organizó el anfitrión y cumpleañero Rubén.

Sin ninguna duda, la mayor de las victorias conseguidas en el año comenzó el 3 de enero. Algo que a juicio de muchos parecía imposible y que yo mismo también tenía mis dudas de conseguir: DEJAR DE FUMAR. La gran mayoría de los que me conocen decían: “Si tú dejas de fumar, lo puede conseguir todo el mundo” Pues espero y deseo que todo el mundo deje un día de fumar, por su bienestar y salud. Os lo digo muy en serio. No podéis haceros una idea del bien que es el no fumar.

Pero la balanza se inclinaba de nuevo hacia lo negativo, cuando a primeros de febrero recibí la noticia de que tenía un nódulo pulmonar en el pulmón derecho y era urgente operar para que no hubiera peligro de una metástasis. Operación que se realizó el 25 de marzo y  en la que me vi arropado por mis grandes amigos de Madrid. Los que forman por mérito propio, la familia elegida. Lo negativo se volvió positivo cuando la operación resultó todo un éxito y hoy por hoy, estoy totalmente curado.

Me quedaré con el regreso a mi tierra natal después de 9 años negándome a ir. En agosto  por fin me decidí e hice las “paces” con mi ciudad. No es que estuviera enemistado, simplemente dolido por muchas cosas que habían pasado años atrás, pero que como todo, descubres con el tiempo que ese dolor, sufrimiento, frustraciones y sensaciones de impotencia, son zancadillas que en el camino encuentras para fortalecerte. Y así fue, más fuerte que nunca regresé y estuvo genial.  Fantásticos los días vividos allí, el reencuentro con la familia, con gente maravillosa y sobre todo, conocer a mi sobrina nieta.

Pero aún quedaba otra operación, la vivida el 5 de diciembre. Un tumor benigno en el oído. Otra operación dura, muy dura. 8 horas de quirófano, 27 horas de UVI y 6 días de hospitalización. Aún me estoy recuperando.

Pero pasados estos 12 meses, estos 365 días, me voy a quedar con todo lo mejor:

En primer lugar con todas las personas que forman esa gran familia madrileña. Son los mejores: Rosa y Carlos, Magdalena y Enrique, Sofía y Adelino, Sole, Castillo, Gemma Pindado, Raúl, Enric, Miguel, Cristóbal. Mi “hermana” de Ronda: Maco que me visitó en mi segunda operación. Cada uno de los que me visitaron tanto en la primera como en la segunda operación. Gracias a vosotros me he sentido arropado, querido y atendido en todo momento. Estar en un hospital es duro, pero verse protegido, ayuda muchísimo. 

En segundo lugar dar las gracias una vez más a todos los que desde la lejanía y a través de las diferentes redes sociales, teléfono, etcétera me habéis enviado vuestro cariño, respeto y toda esa energía de la que me he recargado para sobrellevar lo vivido.

En tercer lugar no puedo olvidar  las atenciones de médicos, cirujanos y personal del hospital FJD donde he vivido dos grandes intervenciones, la primera para operarme del pulmón derecho y la segunda del tumor en el oído. Gracias por vuestra profesionalidad y humanidad. Tenemos una gran sanidad, unos grandes facultativos y sanitarios; aunque el gobierno haya hecho escarnios durante estos últimos años. Os estaré siempre agradecido por vuestra dedicación.

            Por último en este final de diciembre he auto publicado, como muchos sabéis mi primera novela de corte erótico heterosexual, en la que tengo mucha confianza, pues la considero una buena novela y con ella deseaba ofrecer una obra a todas las mujeres del mundo “Al filo de la pasión” a través de Amazon.  http://www.amazon.es/Al-filo-pasi%C3%B3n-Javier-Sedano/dp/150553111X/ref=sr_1_1?s=books&ie=UTF8&qid=1419976920&sr=1-1&keywords=al+filo+de+la+pasion

            En fin. Ha sido un año complicado, aunque en parte ya lo sabía desde el año anterior, pero soy positivo, optimista y estoy convencido que este 2015 viene cargado de sueños que se van a realizar, de sonrisas que no van a dejar de brotar en mi rostro, de aventuras por descubrir día a día y de todo aquello que el gran destino me tenga preparado. Y si os he hecho partícipes de todo lo malo que me ha venido este año, sueño, deseo y espero, que todos vosotros que habéis estado de una forma u otra a mi lado, disfrutéis de todo ello.

El resumen está hecho, el presente por vivir con el gran deseo de disfrutarlo y donde en estas últimas palabras del año, desearos a todos una FELIZ SALIDA Y ENTRADA AL 2015. No dejéis de soñar, pues creo que los sueños, aunque tarden, se cumplen. No dejéis de ser positivos, aunque os encontréis decaídos y sin un rumbo fijo que seguir. Recibamos al nuevo año con una gran sonrisa y el pie derecho por delante y caminemos por los nuevos 365 días que se nos ofrecen.

            Besos y abrazos para todos.

            Javier Sedano

martes, 30 de diciembre de 2014

EL GEMELO: RELATO EXCLUSIVO PARA EL BLOG DE LOS PERSONAJES DE "AL FILO DE LA PASIÓN"


Carmen y León, los protagonistas de mi nueva novela erótica “Al filo de la Pasión” os quieren felicitar el nuevo año con una de sus aventuras. Historia NO incluida en la novela, es exclusiva para el blog. 

 
                          EL GEMELO

Marcaban las diez menos cuarto de la noche en el reloj de León, cuando éste abría la puerta del caserón donde junto a otras parejas, celebraría la Noche Vieja con Carmen. Ésta le dispensó, como siempre, una sonrisa cómplice. Carmen disfrutaba con los pequeños detalles de atención que le dispensaba León.

Al traspasar las puertas un chico con camisa blanca, chaleco, pantalón y pajarita negra, se acercó a ellos con un libro de tapas de piel marrón, entre las manos.

            - Bienvenidos. Me imagino que tienen ustedes reserva.

            - Sí – Asintió con una tremenda sonrisa León – León y Carmen

            El chico miró la lista y afirmó con la cabeza. Les acompañó hasta la zona reservada para el guardarropa y se despidió. León tomó el abrigo de lana, en color vino, de Carmen y se lo entregó a la chica para que lo guardara; seguidamente se quitó el suyo. Carmen le observó por unos segundos: En aquella perfecta anatomía de la que León estaba dotado, el traje negro azabache, con la camisa en azul celeste y la pajarita en el mismo tono del traje, despertaba en ella instintos lascivos, y más cuando la sonreía. Estaba arrebatadoramente sensual. No terminaba de acostumbrarse a las feromonas que revoloteaban alrededor de él. Era puro magnetismo. Pura sexualidad hecha hombre. León se sintió observado y la guiñó el ojo derecho mientras en un gesto fugaz, besaba sus labios. Carmen se estremeció y él sonrió. Le encantaba seducirla. Carmen le ofrecía todo lo que él soñara en su día en una mujer y esa noche, con su vestido vaporoso en blanco roto, escote en uve que hacía resaltar sus hermosos senos y largo hasta los pies, donde se descubrían en una generosa abertura desde la rodilla, en el lado derecho, parte de sus perfectas piernas. Suspiró al mirarla de nuevo a los ojos y acarició aquella melena negra que había decidido llevar suelta, cayendo por sus hombros. La chica les entregó las chapas con los números de las perchas y León se las entregó a Carmen para que las guardara en el pequeño bolso negro que hacía juego con los zapatos de tacón de aguja que lucían sus pies.

            La chica del guardarropa les informó que la cena se serviría en la planta superior. León sonrió y se retiraron. León tomó de la mano a Carmen y caminaron por la alfombra roja, que les llevaba hasta las escaleras que se encontraban frente a ellos. La observó y ella sonrió.

            - Me la pones dura, lo sabes, ¿verdad?

            - No seas ordinario. Estamos en un local muy especial.

            - Me da igual, me la pones muy dura y soy capaz de gritarlo.

            - ¡Por favor, León!

            Lanzó una carcajada y ella no pudo evitar reírse.

            - Estás loco. Muy loco.

            - Pero eso te gusta de mí – Frunció el ceño.

            - Te amo – Suspiró – Eres lo más importante en mi vida.

            - Más te vale. Soy muy celoso – Levantó la mano que sujetaba con la suya y la besó.      

Varias parejas se cruzaron con ellos, subiendo o bajando las escaleras de mármol que quedaban en el centro del inmenso hall. Escalinata que terminaba en un descansillo en la zona alta y en cuya pared frontal un inmenso espejo les reflejaba al subir el último escalón. El pasillo se abría a derecha e izquierda, y tanto a un lado como al otro, las paredes estaban cubiertas con cuadros de temática erótica campestres. Los que bajaban sujetaban en sus manos copas de cava y saludaban al pasar ante ellos.

Algunas mujeres más que andar parecían flotar en sus largos y livianos vestidos. Carmen y León, formaban una de esas parejas espectaculares, donde tanto las mujeres como los hombres se volvían a su paso dispensándose palabras susurrantes los unos a los otros. Todo aquel ritual, bien medido por el ambiente provocado, excitaba por igual a Carmen y León. Se miraban y mientras Carmen se humedecía sensualmente los labios, León dejaba salir el aire de sus pulmones de forma suave por sus fosas nasales, mientras entrecerraba los ojos. Carmen sabía que tenía a su amante, como le gustaba llamarle en aquellas situaciones morbosas, a cien, y que esa noche podría hacer con él lo que deseara, o… No debía aventurarse, pues León bien la había demostrado y desmontado muchos de los planes que ella tenía, por los suyos propios. Ella reconocía que era una mujer  ardiente pero León además de ardiente, le devoraba la pasión.

            León miró al espejo y sonrió a la Carmen que en él se reflejaba, ella movió la cabeza de lado a lado devolviéndole el gesto. Un chico uniformado con chaleco, pantalón, pajarita negra y camisa blanca se acercó a ellos con una bandeja con copas de cava, León tomó una de ellas y se la entregó a Carmen, luego cogió otra para él  y con un ligero movimiento de cabeza, dio las gracias al camarero. Caminaron sin hablar, observando cuanto a su alrededor sucedía.

            Carmen le había comentado unas semanas antes el acontecimiento que se celebraba en una finca a las afueras de Paris, y tras realizar algunas preguntas,  a él le atrajo la idea. Una despedida de año sólo para parejas liberales. Lo que descubrió con aquellas preguntas, es que se podían poner límites y él estaba dispuesto a marcarlos si fuera preciso, aunque junto a Carmen, en una situación excitante, nunca sabía cómo iba a reaccionar.

            El sonido casi mágico de unas campanas alertó a todos los que estaban en la planta de abajo o en las escaleras, que la hora de la cena había llegado. Un chico se acercó a ellos y les invitó a entrar en el gran salón. Accedieron a él por dos grandes puertas. Una estancia con paredes limpias de todo adorno en tono salmón y fuertemente iluminada con lámparas de cristal. La mesa estaba dispuesta en forma de U y los comensales se sentaban al lado exterior. La anchura de la  U era  suficiente para entrar dos camareros y no molestarse entre ellos. El uno serviría a un lado y al frente y el otro lo haría al opuesto y al frente en el plato siguiente.

            Los entrantes estuvieron marcados por el marisco en todas sus variantes:

- Ostras sobre cama de hielo picado y limón

- Cigalas grillo a la plancha cubiertas en cebolla confitada

- Conchas finas templadas a las finas hierbas y bañadas en albariño

- Cóctel de langostinos y otros frutos del mar sobre cama crujiente

Para el principal se podía elegir entre:

- Lubina salvaje a la espalda con salsa cremosa de trufa y setas.

- Cochinillo segoviano asado en su propia salsa

Los postres:

- Profiteroles rellenos de crema pastelera y cubiertos de chocolate bombón caliente

- Degustación de tartas variadas

- Frutas de temporada bañadas en ron negro

La cena comenzó de forma natural. Carmen y León se presentaron a las pajeras que tendrían ambos a su lado y conversaron con ellos entre plato y plato. En el ambiente sonaba música clásica variada y a la altura perfecta para que nadie tuviera que levantar la voz más de lo deseado.

 León tomó una de las conchas finas y miró a Carmen, ésta negó con la cabeza pero él con una gran sonrisa acercó  el molusco hasta la boca de ella. Carmen se resignó y abrió la boca recibiendo el delicioso manjar. León afirmó con la cabeza sintiéndose complacido, tomó una segunda y cuando Carmen ya tenía parcialmente la boca abierta, giró la mano y la comió él. Carmen le miró desconcertada y él volvió a sonreír.

            - Lo siento, me lo he pensado mejor, es que están muy ricas y tú no has tenido el detalle de ofrecerme una de las tuyas.

            - Eres…

            La chica que se sentaba a la derecha  de León se sonrió y en un alarde de decisión cogió una de las suyas y se la ofreció a León. León la aceptó.

            - Muchas gracias – comentó tras degustarla - ¿Ves? – Se dirigió a Carmen – Lana sí sabe cuidar de un hombre.

            - De un chico como tú cuidaría toda la vida – Comentó Lana, que tendría más o menos unos treinta y cinco años, como Carmen.

            - Cuidado, que tu hombre se puede poner celoso.

            - No. No somos celosos.

            -  Eso es bueno. Yo siempre se lo digo a Carmen. Que aunque es poco, es algo celosa y eso no es bueno.

            Carmen le propinó un puntapié que sorprendió a León.

            - No le hagas caso Lana, nunca he sido celosa. A León le encanta provocarme y no mide el lugar donde lo hace.

            - Yo soy un chico bueno.

            - ¡Ya! – Asentó Lana – No lo dudo, no te conozco pero estoy convencido que Carmen no se tiene que aburrir contigo.

            - No – León movió la cabeza de un lado a otro – Soy un chico bueno y además muy divertido y…

            - No le des coba Lana, que enseguida te saca toda la lista de cualidades, incluso las que aún no tiene.

            - Mi novia no me entiende Lana. Acepto el que tú me cuides.

            Lana contuvo la risa en la servilleta que en ese momento se había llevado a la boca para limpiarse – Lo tendré que consultar con Trésor

            - Trésor – Repitió León – Me gusta ese nombre – Y miró a la pareja de Lana.

            - Conmigo no te valen esas estrategias chaval. Soy perro viejo y tú demasiado joven.

            - Tu marido es muy serio – Le comentó a Lana en voz baja.

            - ¿Siempre es así? – Preguntó Lana a Carmen.

            - No – Contestó tras terminar de comer un langostino del cóctel – Es muy responsable y serio, pero es muy juguetón cuando le dan alas.

            León se dio cuenta que los demás comensales estaban imitando la ocurrencia que había tenido con Carmen cuando le ofreció la concha fina y sonrió. Miró a Carmen.

            - Mira, están pasándose la comida de unos a otros, como yo hice contigo. He implantado una moda.

            - Sí, creo que has abierto la veda antes de tiempo – Le susurró Carmen al oído – Han empezado los flirteos y no sólo entre la propia pareja.

            - Pues espero que no me multen por adelantarme al juego. Yo sólo lo he hecho contigo, porque te quiero ver bien alimentada.

            - Sigamos cenando – Puso una de sus manos sobre la de León – Ya habrá tiempo para todo. Te amo.

            - No me lo digas, demuéstramelo.

            Carmen cerró los ojos y dirigió sus labios hacia los de León. Los labios no se limitaron a quedar cerrados y fundirse en un beso sutil, no, tanto los de él como los de ella se abrieron y se dejaron llevar por uno de aquellos besos donde se lo ofrecían todo. Los pezones de Carmen al momento se pudieron tan duros como el pene de León.

            - Gracia – Susurró León cuando comenzaron a separar sus bocas.

            - ¿Por qué?

            - Por ser la mejor. Yo también te amo.

            León comenzó a degustar el Cochinillo que le habían puesto en el plato y Carmen la Lubina. León creyó conveniente no seguir jugando durante el resto de la cena, pues se percató, mientras daba buena cuenta de aquella carne deliciosa y perfectamente preparada, de que muchos de los asistentes les observaban. No, ante todo no quería dejar mal a Carmen. Ésta se dio cuenta del cambio tan radical de su chico y le observó, León giró con suavidad la cabeza hacia ella y esbozó una dulce sonrisa.

            - No dejes de ser León, nunca. Es por lo que te amo, por ese combinado tan perfecto de locura y seriedad. Esa explosión de improvisación que tienes, y de saber estar cuando es preciso.

            - Seguiré siendo yo mismo – La contestó con un bocado de cochinillo en la boca.

            - ¡Guarro! Con la boca llena no se habla.

            - Es que soy un León. Necesito tener la boca siempre llena y si no te puedo besar…

            - Ya llegará ese momento. Terminemos de cenar.

            Así lo hicieron o debería decir que hasta que llegaron los postres, porque León, por muy serio que quiso estar, no se contuvo cuando llegaron los profiteroles que había pedido Carmen. La miró cuando se llevaba uno a la boca y ella intuyó lo que estaba pasando por su cabeza y negó. León levantó la ceja derecha y ella volvió a negar. León resopló y Carmen sonrió para sus adentros. Él se llevó a la boca un trozo de fruta y masticó refunfuñando, de soslayo observó como Carmen no cortaba uno de sus profiteroles y le miró con ojos de deseo. León lanzó el aire por las fosas nasales mientras como si fuese a cámara lenta contemplaba como aquel profiterol llegaba hasta la boca carnosa y deseada de Carmen. Apenas el dulce tocó aquellos labios rojos, León colocó una de sus manos alrededor del cuello de Carmen y la acercó hacia él. Las bocas se unieron y el profiterol fue degustado por ambos, en un beso tan apasionado que silenció a todo el comedor.

            Tras la cena los camareros informaron a  los presentes que las copas se servirían en el salón de baile. Poco a poco fueron levantándose y mientras se dirigían al salón indicado, entre los concurrentes comenzaron las conversaciones. Algo que les resultaba curioso a la mayoría, es que nadie se había presentado como anfitrión o creador de aquel  último evento del año. Todos habían recibido la invitación como  años atrás. Algunos ya se conocían, otros por el contrario era la primera vez que se veían.

            El salón contaba con un escenario donde el grupo contratado estaban tocando los primeros temas lentos, al lateral derecho se disponía una amplia barra de bar con tres camareros tras ella y repartidas por el resto de la estancia sillas y pequeña mesas individuales. Carmen y León se acercaron a la barra y pidieron dos copas de cava.

            - ¿Hay alguna tradición en esta fiesta que tenga que saber?

            - Sí, hay una, casi al final del baile, pero mejor será que te sorprendan como me hicieron a mí la vez que me iniciaron.

            - ¿Iniciación?

            - Es una forma de denominar la entrada a esta fiesta. Una vez que acudes por primera vez, ya serás invitado todos los años. En ti estará el que vuelvas o no. Sólo hay una regla, no puedes coincidir con tu pareja en la resolución  del juego  – Le sonrió y le besó en los labios – Yo no había aceptado la invitación hasta este año.

            - Así que soy un iniciado y suceda lo que suceda, no puedo coincidir contigo al final de toda esa historia. ¿Es eso lo que me quieres decir?

            - Sí. No es tan difícil de entender – Le respondió mientras se llevaba la copa a los labios.

            - Pues lo considero una total estupidez, pero vale, respetaré las reglas. Ahora – Sonrió – Nunca más, pues no pienso separarme de ti jamás.

            - Te quiero. ¿Bailamos?

            Dejaron las copas sobre una de las pequeñas mesas y entraron en la pista donde ya había varias parejas bailando un pasodoble. Cada determinados temas salían de la pista para refrescar sus gargantas y descansar. En uno de esos momentos dejaron el salón y caminaron por el largo pasillo de aquella planta superior. León observaba aquellas escenas campestres y las puertas que se encontraban cerradas. Veinte puertas cerradas además de la del salón comedor y de baile. Frunció el ceño y miró a Carmen.

            - Son parte de las habitaciones, en la zona inferior hay otras tantas.

            - Me despierta curiosidad esta casona. No es un hotel porque carece de recepción, no nos ha recibido nadie, por lo que entiendo que los dueños quieren pasar desapercibidos…

            - No preguntes lo que no es necesario saber – Le interrumpió – ¿Lo estás pasando bien, hasta el momento?

            - Sí.

            - Eso es suficiente.

            Una vez más León percibió la mirada de muchas de las mujeres con las que se encontraban a su paso, y más al entrar de nuevo en el salón de baile. A todas las dispensaba una sonrisa. Una chica le arrebató del lado de Carmen y le internó en la pista donde en ese momento estaban haciendo una rueda de baile. León pasaba de unas manos femeninas a otras como si fuera un muñeco que todas desearan quedarse, pero la voz del cantante no permitía, provocando los cambios constantes de pareja. En uno de esos giros vio a Carmen sonriendo fuera de la pista, acertó a estirar el brazo y tomándola por la mano, la incluyó en aquel laberinto de giros, pasos, saltos y cambios de compañero de baile.  La pieza terminó con León frente a Carmen. Los dos agotados, los dos sudando por la frente, los dos con los ojos llenos de felicidad y en ese momento el ambiente se hizo más íntimo. La luz del salón descendió y en la voz del cantante comenzaron a sonar las primeras palabras del “Thinking Out Loud” y León tras limpiar el sudor de la frente de Carmen con el pañuelo y guardarlo, se relajó, tomó la cintura de Carmen y su mano para  emprender un nuevo baile. Una vez más los dos se dejaron llevar por la música, por la letra del tema, por la voz de intérprete y a la vez olvidándose del mundo existente ante ellos.

Los dos se dejaron llevar como si aquella pista de baile no existiera, y donde sus cuerpos parecían ser elevados  por alas mágicas invisibles. Donde León contempló a Carmen en toda su belleza y esplendor, como una diosa hecha mujer ante sus ojos.

Los dos se dejaron llevar por las caricias que sus manos proporcionaban la una a la otra, mientras sus pies parecían flotar sobre aquel suelo rígido.

Sus miradas de nuevo hablaban de amor, como la canción sugería. Un amor eterno pasaran los años que pasasen, y a ninguno de los dos se le ocurrió pensar en voz alta, pues era el silencio de sus voces quienes más les arrullaba.

Se deslizaron por la pista como aves en el paraíso, mientras Carmen sonreía al desear que León la besara, como la letra de la canción invitaba, bajo la luz de millares de estrellas, mientras tomándola entre sus amorosos brazos él descubriera como latía su corazón por amor. Cada vez estaba más enamorada de aquel maravilloso joven al que veía como el hombre soñado, porque la complacía en todo lo que ella precisaba y sobre todas las cosas, la hacía reír y sentirse viva.

La magia en la pista se rompió al encenderse de nuevo las luces y donde en el centro del escenario apareció un hombre con traje blanco y camisa negra.

- Señoras y señores, estamos a punto de entrar en la media noche y tras el brindis y recibir al nuevo año, como es tradición, llegará el juego del gemelo. Como sé que cada año nuevas personas se incorporan a esta tradicional fiesta de fin de año, les explicaré en que consiste: Los caballeros deberán dejar uno de sus gemelos en la caja que se encuentra aquí delante de ustedes, tras el brindis y las felicitaciones, las mujeres irán retirando uno de los gemelos, buscara al propietario del mismo y ambos se retirarán, pudiendo elegir entre irse a una de las habitaciones, pasear por los jardines o  lo que decidan. Todas las puertas desde este momento, tanto las de esta planta como las de la inferior, tienen ya puesta la llave por fuera. Les deseo una buena entrada en el nuevo año 2015.

León miró a Carmen con sorpresa.

            - Sí, ese es el colofón de la fiesta. Si te parece esperamos al brindis y nos vamos.

            - No. Yo quiero jugar – Comentó León – Introduciré mi gemelo y veremos que nos depara el destino.

            Carmen bajo la cabeza y suspiró – No me apetece jugar, León – Levantó el rostro y le besó en los labios – Ya te tengo a ti, no necesito nada más.

            - Entonces… ¿Para qué me has traído a esta fiesta si conocías el desenlace?

            - No es obligación que las parejas terminen… Ya lo has escuchado, pero…

            - Pero me provoca mucho morbo – La miró fijamente a los ojos – Comencemos el año con nuevas sorpresas. Tengo el presentimiento que vas a disfrutar mucho más que yo.

            - Lo dudo, pero si otras veces has accedido a algunos de mis caprichos, no voy a decirte que no – Lanzó un fuerte suspiro – Lo haremos.

            - ¡Bien! – La sonrió y tomándola suavemente por las mejillas, la besó con descaro - Te amo.

            León la miro de soslayo mientras se quitaba uno de los gemelos y caminaba hacia la caja de madera, donde ya otros hombres habían depositado el objeto en cuestión. Mientras colocaba su mano sobre la caja giró su cabeza hacia atrás, buscando la presencia de Carmen, recordando la ocasión en que le había ordenado  participar en una orgía, ahora, ahora era él quien la estaba poniendo en la cuerda floja, en una situación muy distinta. Vio como su amada recogía las dos copas de cava. Cerró los ojos, suspiró y abrió la mano sobre la caja. Regresó y Carmen le ofreció una de las copas. Un gran telón rojo se descorrió al fondo del escenario apareciendo un gigantesco reloj. Los últimos segundos para dar la media noche fueron vitoreados por todos y tras juntarse las dos manecillas y sonar las doce campanadas, la música estalló en el salón. Se felicitaron los unos a los otros, mientras las copas se vaciaban.

            Una campanada provocó que una mujer se acercara a la caja de madera y retirase uno de los gemelos, lo observó y buscó a su dueño, así fueron desfilando todas. León miraba la escena que se estaba provocando en el salón con inquietud e intriga. Cuando una de aquellas mujeres encontraba al poseedor del otro gemelo, ambos salían de la estancia. Carmen decidió ser la última y percibió como el corazón de León se agitaba a medida que el salón se vaciaba, cuando en él sólo se encontraron ellos dos, Carmen miró a León. León se encogió de hombros. Carmen no se podía creer que el destino la uniera incluso en aquel juego sexual a León. León la dispensó una sonrisa pícara y la invitó a recoger el gemelo, Carmen así lo hizo, caminó hacia la caja y de vez en cuando miraba hacia atrás donde León esperaba con los brazos cruzados al pecho y erguido, mostrando el puño de la manga donde faltaba su gemelo. Carmen introdujo la mano en la caja. La movió por todo el fondo. No había nada, se giró hacia León y éste separó sus brazos y extendiendo una de sus manos, la abrió. Sobre la palma de la misma estaba el gemelo. Carmen sonrió y corrió hacia él, León la recibió entre sus brazos.

            - Eres un…

            - Soy tu hombre.

             - ¿Por qué no introdujiste tu gemelo?

            - A ti no tengo que explicarte todo lo que me gusta el sexo y los momentos que hemos vivido juntos, no solos, sino también con otras personas; pero ante esta situación deseaba saber cómo reaccionarías. Cada pareja iba a estar separada, algo que nosotros nunca hemos estado. No, eso no es compartir, eso es dividir – La sonrió – ¿Sorprendida?

            - Tú siempre me sorprendes, aunque en esta ocasión más que sorpresa me has provocado incertidumbre – le besó en los labios – Nunca dejes de sorprenderme.

            - Jamás. ¿Nos vamos a hacer el amor?

            Carmen asintió con una sonrisa plena, y los dos salieron del salón en dirección al coche que les llevaría casa.

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                                                FELIZ AÑO 2015