Hablando con un amigo que tiene también su blog, me decía que un blog es para escribir diariamente en él y exponer a los amigos las cosas cotidianas que hacemos. Yo por el contrario, opino que un blog, al menos el mío, es para esos momentos en que de verdad quiero expresar algo, que en ocasiones he compartido con amigos y otras veces he dejado resguardado en la mente.
De sobra todos mis amigos saben que cuando termina el verano y llega esta estación y la que lo acompaña, una nostalgia me invade. El calor perdido del verano me hace sentir añoranza y el frío me provoca un estrangulamiento total en todo mi ser. Son meses para el recuerdo, para ver como la vida cambia de color, volviéndose estéril a mis ojos; donde el cuerpo lo tengo que cubrir de ropas calidas, para evitar el gélido ambiente.
Al llegar el verano le dí la bienvenida y me cuesta hacerlo con el otoño, aunque ya nos está abandonando. Pero cada estación como decía Ray en: Tras las puertas del corazón, ante las palabras de Alejandro, que opinaba como yo, el otoño y el invierno, también tienen su magia y hay más evolución y movimiento de lo que podemos imaginar. Así que mi bienvenida será dejaros un fragmento de ese momento.
