La coproducción entre
España, Colombia e Italia, La piel del
tambor, está dirigida por Sergio Dow compartiendo guion con un
nutrido grupo de guionistas que adaptan la novela de Arturo Pérez-Reverte.
1995. En la ciudad del
Vaticano, un hacker informático consigue hacer llegar al ordenador personal del
Papa un mensaje asegurando que la Iglesia de Nuestra Señora de las Lágrimas, en
Sevilla, mata para defenderse. El Papa (Franco
Nero) intrigado, decreta que se abra una investigación, siendo Monseñor
Spada (Paul Guilfoyle) quien ordene
a su mejor agente, el sacerdote Quart (Richard
Armitage), experto en asuntos turbios de la iglesia, que se desplace a la
ciudad de Sevilla, para esclarecer el asunto.
En Sevilla, Macarena
Bruner (Amaia Salamanca), hija de la
duquesa Cruz Bruner (Fionnula Flanagan),
sirviéndose de sus privilegios al ser dueña de los derechos sobre el terreno
donde se enclava el templo, se interpone a que la iglesia sea derruida,
apoyando al párroco Príamo Ferro (Paul
Freeman) y a la monja norteamericana arquitecta/restauradora Gris Marsala (Alicia Borrachero)
El productor, guionista
y director, Sergio Dow, estudió
leyes e hizo un posgrado en criminalística, pero su pasión, el cine, le lleva a
trabajar como productor del cortometraje “Asunción” 1975 de Carlos Mayolo y
Luis Ospina. Unos años más tarde dirigirá “Imágenes del Pacífico” 1978, “La
otra imagen de Colombia” 1979, “Rambao” y “On Wheels” ambas en 1980, “Botero”
1982, “El día que me quieras” 1986, “La producción del café en Armenia” 1991,
“Bahia Mansa” 1993, “Hemingway, the Hunter of Death” y “Requiem: Musica in Tempore Belli” ambas en
2001, “Voice of Silence” 2009, “Swahili, People of the Coast” 2011 y este año
nos trae “La piel del tambor” 2022.
La película, adaptación
de la novela de Arturo Pérez Reverte rodada en España e Italia, equilibra el
suspense, misterio y romance en una narración en la cual se encaran los
asesinatos, las traiciones, la religión y la codicia. El director se
toma su tiempo, casi dos horas, para contarnos una historia en la que deja casi
todo para el final, cerrando las tramas sin dar respiro ni a los espectadores
ni a la propia obra, como si le apremiara el concluir. Tal vez el problema
radique de la adaptación, que aunque el propio autor afirmara que estaba conforme,
el haber intervenido varios guionistas y aun logrando mantener cierta tensión
argumental, le ha restado alma a algunos personajes y a la propia historia,
teniendo que lamentar que lo que podría haber sido una gran película se haya
quedado en un filme que se deja ver y entretiene, sin más.
La piel del tambor ha
contado con un importante elenco internacional, que dan vida a sus personajes
de forma correcta, por lo que no destacaré a ninguno, pero si me ha chirriado
bastante que actores españoles hayan hablado durante todo el filme en inglés,
en una producción marcadamente española y una narración, que si se escucha
hablar en italiano, en algunos instantes, cuando están en Roma, por qué no
respetar nuestro idioma cuando se trasladan a Sevilla con personajes
españoles, más cuando la novela, aun habiendo sido traducida a un gran número
de idiomas, el original es el español. Desde hace ya un tiempo estamos
asistiendo a producciones, sobretodo norteamericanas, que cuando intervienen
personajes latinos, se escucha hablar en español y creo que ese es el camino
correcto; pongo por ejemplo el gran musical West Side Story, en cualquiera de
sus dos versiones. Hay que aprender a respetar y conservar el idioma de cada
país y de cada individuo, aunque al inglés se le considere el idioma universal
y se busque para la película una proyección internacional. Tal vez venga bien
recordar al director colombiano Sergio Dow, que en el mundo hay millones de
hispanoparlantes, entre ellos los colombianos y que todo es cuestión de cultura
y el idioma, es parte de esa cultura. También le recomendaría que para su
próximo proyecto, no se duerma entre los fotogramas y los paisajes y ahonde más
en los personajes, que son las columnas que sostienen viva la historia y lo
peor de todo, que luego le entren las prisas para terminar.
Mención especial merece
la fotografía en la mirada de Aitor
Mantxola, con planos vistosos y originales con los cuales la tensión
alcanza un mayor protagonismo, así como el color y la iluminación utilizada;
también destaco la extraordinaria banda sonora del gran maestro Roque Baños, sorprendiéndonos una vez
más con sus impolutas partituras. Dicho lo cual, la piel del tambor, resulta un
filme entretenido y que hará pasar dos horas de evasión, al espectador.
Mi nota es: 6,5
ESTRENO EN ESPAÑA: 21
de octubre.
REPARTO: Richard
Armitage, Amaia Salamanca, Fionnula Flanagan, Paul Freeman, Paul Guilfoyle,
Alicia Borrachero, Joe Manjón, William Keen, Carlos Cuevas, Unax Ugalde, Jorge
Sanz, Rodolfo Sancho, Peter Vives, Simón Andreu, Enrique Alcides, Juan Fleta,
Rubén Carballés, Franco Nero y Feodor Atkine.
PRODUCTORA: Enrique
Cerezo PC// Drumskin Productions// Fundación Enic Producciones// North By
Northwest// Spal Films.
DISTRIBUIDORA EN
ESPAÑA: Flins y Pinículas.
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