Hoy viajamos a
Taiwán, no vamos ha hablar de su gastronomía ni de su cultura, y conociendo la sección, más de uno seguro que está pensando que siendo
prácticamente todos sus habitantes de descendencia china, cualquier cosa se les
puede ocurrir. Los taiwaneses masculinos deben tener complejo con su miembro
viril, por lo que los hospitales están saturados de jóvenes y no tan jóvenes
que para alargar su miembro viril se hacen verdaderas barbaridades. Pero esta
vez el caso ha sido el de una joven de 20 años que se presentó en el hospital
con fuertes dolores abdominales, tras varias pruebas los especialistas se
decantaron por hacer unas placas de Rayos X y la sorpresa con la que se
encontraron es que en el interior de la joven se encontraba un teléfono móvil,
la noticia incluso menciona la marca, yo lo omito por respeto al móvil y su
descendencia. Al ser preguntada como tal objeto había llegado al interior de su
organismo, la joven respondió sin ponerse colorada: “Estaba con mi novio y él decidió introducirlo un poco por el ano, como
objeto sexual, para ver que sentía” No
dio más explicaciones, pero nos podemos imaginar la escena y conversación:
“Los amantes se
encontraban tumbados y desnudos sobre el lecho, aburridos de hacer siempre lo
mismo, entonces a él, ingenioso entre los ingeniosos, toma el teléfono de su
amada entre las manos y la sonríe.
- Cariño, ¿qué
te parece si te meto el móvil por el culete y te llamo?
- Genial, además
como sabes tiene el modo vibración.
- En eso había
pensado – Levanta la ceja derecha mientras ella pone su culo en pompa.
El chico ni
corto ni perezoso, sin lubricante ni nada que proteja al móvil del contacto
con tal lugar de la anatomía de la chica, se lo va introduciendo mientras ella lanza
risitas de placer entrecortadas. Él emocionado coge su móvil y la llama, el compañero
que está ya casi dentro del ano, comienza a vibrar. Ella empieza a gemir y él ligeramente excitado intenta introducirlo un poco más y… Zas
-Creo que se me
ha colado dentro... y ya no vibra.
- Sí, y yo no sé
cómo sacarlo – En realidad el chico pensó “No me atrevo a meter la mano ahí, no
vaya a ser que me la trague también”
Estoy convencido
que desde aquel 2001, no sólo ellas, sino muchos chicos también han probado con
sus móviles consoladores para darse placer. Por favor, chicos y chicas,
precaución y si no tenéis otro juguete sexual, al menos amarrar el móvil a un cordel por si decide irse por libre de
explorador.