La coproducción entre
Estados Unidos y Países Bajos (Holanda) BABYGIRL,
está escrita y dirigida Halina Reijn.
Romy (Nicole Kidman) es una alta ejecutiva de
una empresa de robótica, casada con Jacob (Antonio
Banderas), director teatral con quien tiene dos hijas. Si bien en el
trabajo se siente realizada, en lo relacionado con su vida sexual no tanto,
afirmando que nunca ha tenido un orgasmo con su marido y que todos los ha
fingido. Un día conoce a Samuel (Harris
Dickinson), un joven estudiante que exige que ella sea su mentora y lo que
en un principio parece una fantasía inocente con cierto coqueteo, se convierte
en sexo de alto voltaje. En un principio Romy duda seguir el juego que Samuel
la propone, pero luego irá aceptando el rol de sumisa en esa extraña relación
extramatrimonial, a través de la cual descubrirá los placeres que su cuerpo le
proporciona mientras se enfrenta a los posibles riesgos que corre su matrimonio
y la pérdida de control.
Halina
Reijn, estudió en la Academia de Artes Dramáticas de Maastricht
graduándose en 1998. Durante sus estudios realizó diferentes trabajos, entre
ellos el de actriz. Recibió el Premio de teatro holandés, la Colombina, por su
personaje de Lulu en “Shopping and Fucking”. Como actriz para la gran pantalla
debutó en “De Omweg”2000 de Frouke Fokkema y tras un nutrido número de
interpretaciones para el cine y la televisión, debutó en la dirección con
“Instinto” 2019, “Muerte, muerte,
muerte” 2022 y este año nos ofrece “Babygirl” 2024.
En las últimas décadas es rara la ocasión que el
cine no nos sorprenda con algún filme cargado de erotismo, sexualidad y juegos
de fantasías, poder, seducción y dominación. Los años 80 y 90 nos dejaron
algunos títulos importantes como “9 Semanas y Media” de Adrian Lyne 1986 con la
pareja Kim Basinger y Mickey Rourke, “Atracción Fatal” 1987 de Adrian Lyne con
Michael Douglas y Glenn Close, “Instinto Básico” 1992 de Paul Verhoeven con
Sharon Stone y Michael Douglas, “Una proposición indecente” 1993 de Adrian Lyne
con Demi Moore y Robert Redford y finalizando los 90, nos llegó “Eyes Wide
Shut” 1999 de Stanley Kubrick con Tom Cruise y Nicole Kidman. En este siglo la
más reciente la encontramos en la
trilogía de “50 sombras de Grey” con la pareja formada por Dakota Johnson y
Jamie Dornan.
Babygirl arranca con vigor
e ideas muy interesantes, pero tal vez el intentar exponer demasiados temas,
sin intención de desarrollarlos, llegue a provocar que perdamos por instantes
el verdadero epicentro de la historia, que no es otro que el clímax que se
desata en la figura de Romy. Una mujer
empoderada liderando una empresa de desarrollo futurista y que en su contra
juega, la insatisfacción marital. Una sexualidad con la que no está satisfecha
y es ese sentimiento lo que la desconcierta, más cuando entra en escena Samuel,
un joven que disfruta de su libertad sexual y de la práctica de la sumisión.
Ese punto de inflexión despierta y desata las alarmas que Romy creía controlar,
pues será el sabor del deseo, la pulsación de lo desconocido, la pasión tantas
veces ahogada e incluso la feminidad y la vulnerabilidad; las que le den la
posibilidad de alcanzar cuanto ella siempre anheló, aunque su mente rechace ser
dominada. Siempre ha sido ella quien ha llevado las riendas de su vida. Una
lucha interna que mantendrá a lo largo del metraje exteriorizándose en la
creencia de estar incluso perdiendo la razón y el control sobre su vida, que
ahora navega entre dos mundos opuestos: La familia conservadora que ha creado y
la vida que el destino siempre juguetón, la invita a explorar y gozar.
Babygirl, como he
comentado, arranca satisfactoriamente, hasta el punto que a través de nuestra
mente se pueden filtrar el recuerdo de algunas escenas de películas que la han
precedido, lo que nos incita a imaginar que el salto al vacío puede ser
interesante, pero no hay tal salto, es más, me atrevo a afirmar que si bien la
narración se disfruta, no se goza. Todo es demasiado aséptico, cada encuentro
está pasado por el tamiz de una candidez ardiente y recatada; nada de desnudos
integrales, libres de complejos o pieles brillando por el sudor de la
excitación. La directora se censura a
ella misma y no pasará de verse dos o tres escenas de cama en las cuales la
ropa y diversos complementos, se aprecian más que quienes en ella se alojan. Se
insinúa pero no se muestra, que en ocasiones se agradece pues despierta la
imaginación del espectador. Como ejemplos la escena de la masturbación delante
del ordenador portátil, las miradas lascivas o los acercamientos en los que se
pueden escuchar las respiraciones fatigadas y hasta el latir de los corazones; pero
nunca llega a más, perdiéndose entre tópicos y una timidez injustificada. Quizás
el error está en que se debería haber elegido una pareja más atrevida o una
directora menos pudorosa.
Llevando la etiqueta de
erótico, el filme se queda a las puertas prevaleciendo el drama activado en la
psique de la protagonista, y el valor de la feminidad y la crisis de la edad;
que vaya por delante, están muy bien expuestos, contando con una espectacular y
deslumbrante interpretación de Nicole Kidman, quién defiende con uñas
y dientes a su personaje, atrapando en el camino al espectador. En el lado
masculino destacan Harris Dickinson como
Samuel, personaje que exhibe con seguridad su atrevida sexualidad y juvenil
masculinidad, y nuestro querido y siempre magnífico Antonio Banderas, en un papel corto encarnando a Jacob, el marido
de Romy. El trío funciona como película dramática pero en cuanto al erotismo,
se desvanece entre los fotogramas. Demasiado light para estar en el siglo XXI. Estoy
seguro que hasta los más jóvenes en edad de explorar su sexualidad, sonríen
ante tal ingenuidad. La directora deja demasiado para la imaginación.
Para finalizar destaco
la elegante fotografía y la correcta iluminación de Jasper Wolf, junto a la insinuante banda sonora de Cristóbal Tapia de Veer, potenciando la
tensión en algunas de las escenas. Tras todo lo citado, el filme resulta
interesante, entretenido y sensual, que no confundir con sexual; pero en este
campo, como en otros tantos en la vida, también será el espectador quien tenga
la última opinión, pues con respecto a las relaciones de pareja, no todo está
escrito ni lo estará nunca. A mi juicio lo mejor de la película se condensa en
los diálogos entre los personajes y el monólogo claramente feminista.
Mi nota es: 7
ESTRENO EN ESPAÑA: 17
de enero.
REPARTO: Nicole Kidman,
Harris Dickinson, Antonio Banderas, Esther McGregor, Sophie Wilde, Anoop Desai, Leslie Silva,
Victor Slezak, Vaughan Reilly, Maxwell Whittington-Cooper, Gaite Jansen, Robert
Farrior, Bartley Booz, Mary Ann Lamb, Gabrielle Policano, Izabel Mar, Max
O`Herlihy, Michael Wichmann, Mareau Hall, Dolly Wells, Tess McMillan, Skylar
Matthews, Molly Price y Maryann Urbano.
PRODUCTORA: 2AM// Man Up Fil//A24//
DISTRIBUIDORA EN
ESPAÑA: Diamond Films.
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