El domingo tuve el privilegio de
asistir al preestreno de la última película Disney “BIG HERO 6”
Walt Disney
Animation Studios en esta ocasión considero que ha arriesgado con su nueva
cinta navideña, para bien, por supuesto. Atrás ha dejado a las princesas ya
pasadas de moda y príncipes cursis. A las brujas y a las hadas, a los bueno y a
los malos, los castillos imposibles y las granjas de refugio de los
desahuciados, marginados y huérfanos para sumergirnos en todo un mundo estelar,
futurista e inspirado en el cómic del mismo nombre de Marvel y con una acción
trepidante.
Como buen comic de
Marvel comienza con imágenes oscuras, en una ciudad de nombre San Fransokyo (En
una recreación casi perfecta de la gran ciudad de San Francisco) donde un joven
(Hiro Hamada) un genio de la robótica con 14 años se sumerge cada noche en los
sucios y caóticos ambientes clandestinos de combates de robots. Para su fortuna
cuenta con (Tadashi) su hermano mayor, ambos huérfanos y criados por su tía
(Cass) propietaria de una panadería cafetería. Siempre ofreciendo su apoyo y
amor a sus sobrinos.
Una noche Tadashi
sacará de un apuro a su hermano Hiro, en uno de esos combates clandestinos y
decide mostrarle el lugar donde estudia, el instituto Tecnológico de San
Fransokyo, donde le presentará a sus compañeros (Go Go Tamago, Wasabi No-
Ginger, Honey Lemon y el divertido Fred) tras las presentaciones le llevará a
su taller y allí le mostrará su gran creación. Baymax. Un robot grandullón,
hinchable, tierno y cuya misión es ser “Asistente médico” La gran idea de
Tadashi, es que todo el potencial que tiene su hermano lo pueda desarrollar en
dicho instituto y para ello le invita a presentar su proyecto de acceso. Tras
la gran prueba y cuando todo parece cobrar un nuevo rumbo en la vida de Hiro,
una explosión en el centro tecnológico cambiará por completo su destino, junto
con sus nuevos compañeros y Baymax… Y
hasta aquí pienso contar.
Desde el primer
fotograma Disney nos está mostrando otra cara diferente, como al principio
decía, y que conste que soy un amante de todas las películas Disney de
animación. Nada en contra de princesas, príncipes, reyes aburridos, hadas en
ocasiones pedantes… Pero es que estamos en el siglo XXI. En el siglo de las
telecomunicaciones. En el siglo donde la tecnología está avanzando a pasos de
grandes gigantes y todo ese gran universo de futuro que estamos experimentando y viviendo,
debe de ser mostrado a las nuevas generaciones que son las que van a
desarrollar, en ese futuro, el gran potencial con nuevos inventos para la humanidad.
Pero Disney no
pierde su magia por muchos avances que nos muestre en sus películas. Esta cinta
está cargada de ese sentimentalismo y emociones humanas que en ocasiones
olvidamos que tenemos, por las prisas, el estrés… y que la gran factoría de
animación nos recuerda año tras año, con su cita anual en la gran pantalla de cine. La película
está cargada de instantes donde la lágrima está a punto de derramarse en una
balanza constante entre el dolor emocional y la risa, pero sobre todo lo que luce es la
acción brutal, trepidante, absoluta que en ocasiones no sabes si estás ante una
película de animación o al más puro Star Wars, ya que muchos de los decorados
presentados, nos recuerdan a la venerada y veterana saga galáctica. Incluso el
malo (Yokai) lucirá una máscara que nos recuerda sutilmente a la de Darth Maul.
Seis personajes muy
distintos entre ellos, con un poder que controlarán y dominarán hasta el
límite, aprendiendo día a día en su nueva misión como héroes, algo que no
habían pensado pero que el destino, como siempre ocurre con él, manda y así
deben obedecer, y en esta gran liga contra el mal, particularmente creo que
todos nos quedamos con el grandullón Baymax, en un principio creado por Tadashi
como asistente médico y trasformado más tarde por Hiro como un gran luchador,
donde Hiro le reprogramará para incluir avances y hacerlo indestructible.
Ambos: Hiro y Baymax se convertirán en grandes amigos.
Disney un año más
ilumina la gran pantalla blanca de los cines de todo el mundo para mostrarnos el gran equipo que
tiene en sus talleres de creación, en las mentes privilegiadas de sus
dibujantes, guionistas, directores, decoradores y todo un despliegue que sigue
dejando a niños y mayores con un gran sabor de boca cuando se levanta de la
butaca. Si alguien cree, que por llevarnos a la ficción más absoluta con Big Hero 6, ha perdido los pilares
fundamentales de la compañía, está totalmente equivocado: Esos pilares o sello característico de Disney, está presente en toda la película:
La unidad familiar, el poder de la amistad, el compromiso y defensa hacia la sociedad
por un progreso positivo y luchando siempre contra el mal.
Está claro que
Disney tiene aún mucho que decir, muchas historias que contar y crear, y en donde cada año, los amantes de la animación
esperaremos pacientes o impacientes, con qué nos va a sorprender de nuevo.
Para terminar
deciros, que aunque yo, como mencioné al principio de este artículo, he sido un
privilegiado por verla en preestreno, Big Hero 6 se estrenará en cines en 3D a
partir del 19 de diciembre de este año. Ha contado con la dirección de Don Hall
(Winnie the Pooh) y Chris Williams (Bolt). Ha sido producida por Roy Conli
(Enredados).
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