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miércoles, 28 de agosto de 2024

REGRESA AL TEATRO ESPAÑOL "CARMEN, NADA DE NADIE"

FUTURA COMUNICACIÓN nos informa que vuelve al Teatro Español "Carmen, Nada de nadie”, la fascinante vida de Carmen Díez de Rivera, “musa de la Transición”, protagonizada por Beatriz Argüello. Del 19 de septiembre al 19 de octubre.

Tras su exitoso estreno a principios de este año en el Teatro EspañolCarmen, nada de nadie, retrato de Carmen Díez de Rivera, que fue jefa de gabinete de la Presidencia del Gobierno en la Transición y una mujer libre feminista e independiente, vuelve al mismo escenario en la apertura de la nueva temporada 24/25 el próximo 10 de septiembre.

La obra escrita por Francisco M. Justo Tallón y Miguel Pérez García, que acaban de ganar con ella el Llàntia a la mejor autoría en los VIII Premios de Teatro José Estruch, indaga en la biografía de una mujer valiente, de orígenes aristocráticos, que supo construir y dirigir su propia vida, por encima de sus circunstancias personales y sociales, lo que le acarreó soledad e incomprensión.

Dirigida por Fernando Soto, Beatriz Argüello asume el papel de esta mujer que el escritor Francisco Umbral bautizó como musa de la Transición y que durante el gobierno de Adolfo Suárez ocupó un puesto que ninguna mujer había desempeñado hasta entonces. Fue elegida eurodiputada a finales de los 80 y murió en 1999 a los 57 años.

Esta producción del Teatro Español y Tablas y más tablas permanecerá en cartel hasta el 19 de octubre en la Sala Pequeña del Teatro Español. A Beatriz Argüello le acompañan en escena Oriol Tarrasón, Ana Fernández y Víctor Massan.

“Carmen es uno de esos seres humanos que no se han sometido, o al menos lo han intentado, y se han sacrificado por los demás, por conseguir un mundo más justo, entendido como una sociedad más empática. Esa lucha de Carmen es lo que me sedujo poderosamente”, señala Fernando Soto, director de Carmen, nada de nadie.

Nada de nadie surgió de la fascinación que experimentaron por Carmen Díez de Rivera Justo Tallón y Miguel Pérez. Tallón llevaba años obsesionado con la idea de escribir sobre ella y arrastró a su compañero de pluma hacia esta obsesión.

A partir de esa atracción, ambos indagaron sobre la época y las circunstancias que rodearon a esta extraordinaria mujer nacida en Madrid en 1942, construyendo un artefacto teatral en el que la ficción sirve para contar la verdad.

Según explican, “todo en este texto es mentira y a la vez absolutamente verdadero”, una técnica de construcción dramática que ya habían empleado ambos autores en otros textos teatrales escritos anteriormente a cuatro manos.

En el escenario, el personaje protagonizado por Beatriz Argüello va desgranando los momentos álgidos de una intensa y desafiante carrera política, fundamentalmente el periodo que trabajó en el Gobierno de Suárez, mientras recuerda los episodios íntimos que marcaron su desdicha y su carácter. Entre ellos figura el de su condición de hija: su padre fue Ramón Serrano Suñer, cuñado y ministro de Franco en los primeros gobiernos del dictador. Serrano tuvo una relación extramatrimonial con la madre de Díez de Rivera, Sonsoles de Icaza y de León, de la que nació Díez de Rivera. Cuando ella se disponía a casarse con su novio le comunicaron que este era hijo de Serrano Suñer, y por tanto, su hermano.

Por la memoria del personaje de Díez de Rivera y ante el espectador pasarán especialmente tres de los personajes más importantes de la historia española del siglo XX, el propio Suárez, el rey Juan Carlos y el dirigente del Partido Comunista Santiago Carrillo. La vinculación de Díez de Rivera con ellos durante el periodo de la Transición que desembocó en la legalización del PCE en 1977 constituye el centro de Carmen, nada de nadie.

A esta posición de relevancia política había llegado Díez de Rivera tras formarse en la universidad en Filosofía y Letras y Ciencias Políticas, especializándose en Relaciones Internacionales. Después de estudiar en Oxford y en la universidad parisina de La Sorbona, trabajó en Radio Televisión Española con Adolfo Suárez, durante el tiempo que este dirigió el ente público.

Una vez que abandonó la jefatura de gabinete del presidente del Gobierno, fue elegida eurodiputada a finales de los 80, primero representando al Centro Democrático y Social, el partido fundado por Suárez, y a continuación, tras marcharse de este partido, en el PSOE. Murió de cáncer en 1999 a los 57 años.

La obra, cuyo título está tomado de la letra de la canción de Cecilia Nada de nada, permite “hablar de nuestra historia reciente sin los complejos que a menudo parece que nos limitan. Quizá siguen existiendo heridas por cerrar. O puede que nos falte la voluntad por reconocer. En todo caso, la Transición es una etapa fundamental de nuestra historia y eso era un aliciente para mí. Hay incógnitas y certezas sobre ese periodo, pero sobre todo hubo en aquellos años personas que creyeron en la construcción de una sociedad decente, más justa”, explica el director del montaje.

La puesta en escena del espectáculo recrea el contexto histórico de la vida del personaje, con momentos recogidos en imágenes, audios, canciones y sintonías que confieren a la escena un carácter en cierto modo cinematográfico. Pero sobre todo, plasma un carácter femenino luchador, a menudo solitario, contra todo y contra todos.

Poseedora de una voluntad firme, una mirada inteligente, Díez de Rivera tuvo el propósito de guiar a España hacia la democracia. Su fuerza y arrojo en este cometido público contrastan con su tristeza y una incapacidad para encontrar la paz interior, rota desde su adolescencia por aquel secreto familiar que conoció. Estos rasgos emparentan su vida con la de grandes tragedias como Antígona o Ariadna.

martes, 9 de enero de 2024

EL TEATRO ESPAÑOL SUBIRÁ A LAS TABLAS "CARMEN, NADA DE NADIE"

FUTURA COMUNICACIÓN nos informa que el Teatro Español subirá a las tablas “CARMEN, NADA DE NADIE” del 17 de enero al 18 de febrero.

La fascinante vida de Carmen Díez de Rivera, “musa de la Transición”, llega al Teatro Español con “Carmen, nada de nadie”, protagonizada por Mónica López.

El escritor Francisco Umbral la bautizó como musa de la Transición. Durante el gobierno de Adolfo Suárez ocupó un puesto que ninguna mujer había desempeñado hasta entonces, jefa de gabinete de la Presidencia del Gobierno. Fue elegida eurodiputada a finales de los 80 y murió en 1999 a los 57 años. Libre, feminista, independiente y arriesgada, Carmen Díez de Rivera es una de las figuras más fascinantes de la Transición española y ahora sube a la escena del Teatro Español en Carmen, nada de nadie, protagonizada por Mónica López.

La obra, escrita por Francisco M. Justo Tallón y Miguel Pérez García y dirigida por Fernando Soto, se estrena el próximo 17 de enero e indaga en la biografía de una mujer valiente, de orígenes aristocráticos, que supo construir y dirigir su propia vida, por encima de sus circunstancias personales y sociales, lo que le acarreó soledad e incomprensión.

“Carmen es uno de esos seres humanos que no se han sometido, o al menos lo han intentado, y se han sacrificado por los demás, por conseguir un mundo más justo, entendido como una sociedad más empática. Esa lucha de Carmen es lo que me sedujo poderosamente”, señala Fernando Soto, director de Carmen, nada de nadie, que se representará en la Sala Margarita Xirgu del Teatro Español hasta el 18 de febrero. A Mónica López le acompañan en escena Oriol Tarrasón, Ana Fernández y Víctor Massan.

Nada de nadie surgió de la fascinación que experimentaron por Carmen Díez de Rivera Justo Tallón y Miguel Pérez. Tallón llevaba años obsesionado con la idea de escribir sobre ella y arrastró a su compañero de pluma hacia esta obsesión.

A partir de esa atracción, ambos indagaron sobre la época y las circunstancias que rodearon a esta extraordinaria mujer nacida en Madrid en 1942, construyendo un artefacto teatral en el que la ficción sirve para contar la verdad.

Según explican, “todo en este texto es mentira y a la vez absolutamente verdadero”, una técnica de construcción dramática que ya habían empleado ambos autores en otros textos teatrales escritos anteriormente a cuatro manos.

En el escenario, el personaje protagonizado por Mónica López va desgranando los momentos álgidos de una intensa y desafiante carrera política, fundamentalmente el periodo que trabajó en el Gobierno de Suárez, mientras recuerda los episodios íntimos que marcaron su desdicha y su carácter. Entre ellos figura el de su condición de hija: su padre fue Ramón Serrano Suñer, cuñado y ministro de Franco en los primeros gobiernos del dictador. Serrano tuvo una relación extramatrimonial con la madre de Díez de Rivera, Sonsoles de Icaza y de León, de la que nació Díez de Rivera. Cuando ella se disponía a casarse con su novio le comunicaron que este era hijo de Serrano Suñer, y por tanto, su hermano.

Por la memoria del personaje de Díez de Rivera y ante el espectador pasarán especialmente tres de los personajes más importantes de la historia española del siglo XX, el propio Suárez, el rey Juan Carlos y el dirigente del Partido Comunista Santiago Carrillo. La vinculación de Díez de Rivera con ellos durante el periodo de la Transición que desembocó en la legalización del PCE en 1977 constituye el centro de Carmen, nada de nadie.

A esta posición de relevancia política había llegado Díez de Rivera tras formarse en la universidad en Filosofía y Letras y Ciencias Políticas, especializándose en Relaciones Internacionales. Después de estudiar en Oxford y en la universidad parisina de La Sorbona, trabajó en Radio Televisión Española con Adolfo Suárez, durante el tiempo que este dirigió el ente público.

Una vez que abandonó la jefatura de gabinete del presidente del Gobierno, fue elegida eurodiputada a finales de los 80, primero representando al Centro Democrático y Social, el partido fundado por Suárez, y a continuación, tras marcharse de este partido, en el PSOE. Murió de cáncer en 1999 a los 57 años.

La obra, cuyo título está tomado de la letra de la canción de Cecilia Nada de nada, permite “hablar de nuestra historia reciente sin los complejos que a menudo parece que nos limitan. Quizá siguen existiendo heridas por cerrar. O puede que nos falte la voluntad por reconocer. En todo caso, la Transición es una etapa fundamental de nuestra historia y eso era un aliciente para mí. Hay incógnitas y certezas sobre ese periodo, pero sobre todo hubo en aquellos años personas que creyeron en la construcción de una sociedad decente, más justa”, explica el director del montaje.

La puesta en escena del espectáculo recrea el contexto histórico de la vida del personaje, con momentos recogidos en imágenes, audios, canciones y sintonías que confieren a la escena un carácter en cierto modo cinematográfico. Pero sobre todo, plasma un carácter femenino luchador, a menudo solitario, contra todo y contra todos.

Poseedora de una voluntad firme, una mirada inteligente, Díez de Rivera tuvo el propósito de guiar a España hacia la democracia. Su fuerza y arrojo en este cometido público contrastan con su tristeza y una incapacidad para encontrar la paz interior, rota desde su adolescencia por aquel secreto familiar que conoció. Estos rasgos emparentan su vida con la de grandes tragedias como Antígona o Ariadna. La obra es una producción de Teatro Español y Tablas y más tablas.

miércoles, 18 de enero de 2023

EL TEATRO ESPAÑOL ACOGE "LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE ERNESTO"

El Teatro Español acoge La importancia de llamarse Ernesto, el ácido y divertido ataque de Oscar Wilde a la hipocresía social.

El montaje dirigido por David Selvas llega a la Sala Principal del Español del 19 de enero al 19 de febrero interpretado por María Pujalte, Pablo Rivero, Paula Malia, Ferran Vilajosana, Paula Jornet, Albert Triola y Gemma Brió

David Selvas ha adaptado con aires de musical indie esta obra maestra del escritor británico, que se presentó en Cataluña en 2018 con gran éxito de crítica y público durante tres temporadas y que recibió el Premio al Mejor Espectáculo en los Premios de Teatro de Barcelona, entre otros reconocimientos

La importancia de llamarse Ernesto aborda los líos amorosos de dos jóvenes británicos y sus secretas dobles vidas.

Se estrenó originalmente en 1895 y solo tres meses después su autor vio arruinada su gloriosa trayectoria al ser acusado de indecencia por su vida privada y condenado a dos años de prisión.

La importancia de llamarse Ernesto, uno de los más corrosivos retratos sobre la hipocresía social, escrito por el dramaturgo británico Oscar Wilde, llega al escenario del Teatro Español el próximo 19 de enero en un montaje dirigido por David Selvas e interpretado por María Pujalte, Pablo Rivero, Paula Malia, Ferran Vilajosana, Paula Jornet, Albert Triola y Gemma Brió.

Este ácido y divertido espectáculo, que las composiciones originales de Paula Jornet han impregnado de aires de musical indie, se estrenó en versión catalana en 2018 cosechando un gran éxito de público durante tres temporadas, y ahora lo hace por primera vez traducido al español, por Cristina Genebat, con un elenco que incorpora a nuevos intérpretes, como Pujalte, Rivero o Triola. La crítica acogió, entonces, con entusiasmo el montaje de Selvas. “David Selvas y Cristina Genebat rocían de espíritu pop la comedia clave de Oscar Wilde (...) El enredo no pierde la ligereza: la versión funciona, fluye y deleita al público”, escribió Marcos Ordóñez en El País. “Una comedia musical de traca (...) Selvas dirige un gran reparto en estado de gracia”, apuntó por su parte José Carlos Sorribes en El Periódico.

Estrenada originalmente en 1895, solo tres meses después su autor vio arruinada su gloriosa trayectoria con la condena a dos años de prisión que lo acusaba de indecencia por su vida privada.

El escritor, que no se reharía de un golpe tan duro, ya había denunciado a menudo la hipocresía de una sociedad cada vez más conservadora y controladora sobre la intimidad de sus ciudadanos.

Una hipocresía que, de manera premonitoria, afecta a la protagonista de esta obra maestra sobre los líos amorosos de dos jóvenes británicos y sus secretas dobles vidas, la cual anticipa algunas de las principales vanguardias del siglo XX.

“Wilde escribió un guiño perfecto lleno de sabiduría dramatúrgica y de inteligencia vital”, explica el director David Selvas.

“Con sus réplicas desacomplejadas hace que la verdad explote en la cara de los espectadores que se sienten constantemente interpelados. Wilde obra una gran cantidad de territorios por donde se pasean sus personajes: el amor, el deseo, los orígenes, el compromiso, la hipocresía, la identidad y, sobre todo, la libertad, la suya tan estimada libertad, para poder ser quien era”.

Como toda obra de arte que nos resuena, después de más de cien años de su creación, lo que explica Wilde de cómo vivir, “está profundamente ligado al hecho de que esto de existir (que sepamos nosotros) solo pasa una vez y que nuestra “estancia” en este mundo solo tiene sentido si llegamos a ser libres”.

El montaje de David Selvas ha recibido el Premio al Mejor Espectáculo en los Premios de Teatro de Barcelona, además de los de Revelación, que recayó en la actriz Paula Jornet, que en su faceta de compositora fue también reconocida con el Premio de la Crítica y el Premio Butaca 2018 a la Mejor música original. La importancia de llamarse Ernesto es una producción de Teatre Nacional de Catalunya, La Brutal y Bitò Produccions.