Hoy
os acerco a un nuevo amante de las letras y licenciado en Derecho. Su nombre es
Guillermo Arróniz y espero que descubramos más cosas de él, durante esta
entrevista.
J.S.- Guillermo, normalmente antes de entrar en materia suelo hacer
unas preguntas personales, nada comprometidas – Sonrisas - ¿Quién es Guillermo
Arróniz?
G.A.- Javier, normalmente no
suelo responder a preguntas personales, pero hoy haremos una excepción –
Sonrisas – la respuesta completa implicaría muchas páginas, como supongo
ocurriría al intentar definir a cualquier persona, una labor imperfecta y
siempre cambiante. Pero intentaré hacerlo con un enunciado (nada protocolario
por hacer un juego de palabras con el título de un poemario de Álvaro Pombo, a
quien admiro): un ser humano en busca de su humanidad, impaciente, neurótico,
pragmático, comprometido con lo que hace, vanidoso, cariñoso, impresionable… y
escritor, siempre escribiente, siempre, siempre escribiente.
J.S.- La familia, la amistad, el
amor. ¿Qué lugar ocupan en tu vida?
G.A.- La familia para mí está constituida por aquellos que amas y te
aman, más que por los que comparten una misma sangre. Muchas veces esas
personas coinciden con los que están en tu árbol genealógico y otras no.
La amistad siempre fue un tema
fundamental para mí, la concebí como se hacía en el siglo XIX, cuando era casi
un compromiso amoroso, y aunque estoy atemperando eso sigue siendo algo que me
resulta de vital importancia y que, a veces, me rompe por la mitad.
El Amor, el que se refiere a
la persona con la que compartes tu vida siempre ha sido lo más
importante. De ahí que lleve diez años con la misma persona y la historia
crezca y crezca. El Amor es lo que nos justifica, lo que nos explica en este
mundo. Y aunque la amistad y las relaciones implican sentimientos profundos,
nada se iguala a compartir una casa, una cama, una existencia.
J.S.- Licenciado en Derecho por la Universidad
Complutense finalizado en el 2001 ¿Qué te llevó a estudiar esta carrera?
G.A.- Permíteme que sonría. Lo
que me llevó a estudiar esa carrera fue un conjunto muy complejo de
circunstancias, pero digamos que los juicios "peliculeros" americanos
me llamaron con cantos de sirena que no se correspondían con la realidad. Aun
así creo que fue una decisión acertada y que la carrera me permitió estructurar
mi mente y saber muchas cosas de este mundo.
J. S.- Dejando atrás ya las
preguntas personales, entramos en materia hablando un poco de tus inicios allá
por 1998 donde ofreciste recitales de Poesía en Asociación Cultural de Reinosa
en Cantabria y en la Universidad Complutense de Madrid. Siempre he considerado
a la Poesía con letras mayúsculas dentro del mundo de la literatura y el
recitar todo un arte para transmitir los sentimientos impregnados en los versos
¿Se precisa de un entendimiento especial o una sensibilidad determinada para
recitar poesía?
G.A.- Sí… aunque no fue lo
primero que escribí, la Poesía ha ocupado mucho espacio en mi vida y en las
horas dedicadas a la Literatura, ese altar donde sacrifico sin fin y que me
otorga sin fin dádivas insospechadas. Por supuesto que hace falta una
sensibilidad determinada, abrir todos los poros del cuerpo para darle voz y
música a lo que nació para ser música, belleza y metáfora.
J.S.- Publicas en el 2004 tu
primera novela con Visión Net “Epitafio del Ángel” Comienzas el libro
con una frase del gran José Saramago y además uno de mis libros favoritos del
autor “El evangelio según Jesucristo” que cita “Dios no perdona los pecados que
manda cometer” ¿Crees que Dios sigue moviendo los hilos del hombre y su
creación o por el contrario otros hombres se esconden detrás de él para ser
quienes controlan?
G.A.- Esa fue la séptima
novela que escribí pero la primera que moví para publicar. En muchos aspectos
considero que fue excesivamente pronto, pero como ya he dicho antes soy muy
impaciente… Dios es un concepto inmenso, algo inabarcable. Creo que la
espiritualidad es esencia también del ser humano, y sin ella está algo más que
cojo, está ciego, y no sabe hacia dónde camina. Creo en Dios, desde luego, pero
quién controla qué y si estamos predeterminados… menuda pregunta. Me remito a
Calderón…
J.S.- ¿Qué supuso para ti esta
primera obra publicada y el firmar en la Feria del Libro de Madrid?
G.A.- Experiencias
maravillosas, inolvidables. Supuso muchas cosas. Ver el objeto del libro con mi
nombre era algo casi mágico. En ese libro hablaba una enfermedad femenina muy
frecuente pero bastante desconocida, me metía en la piel de personajes de
distintas edades… Y pude ver con gran alegría los numerosos apoyos que recibía.
La Feria del Libro es un lugar terrible para un escritor novel que se imagina
firmando libros y libros a gente que acude al evento, y que se encuentra con la
realidad de muchos paseantes casi nunca interesados por alguien de nombre desconocido.
En mi caso estuve muy bien arropado y firmé un buen número de ejemplares, lo
que hizo que no hubiera golpe contra el suelo, pero fui consciente de la
realidad.
J.S.- Desde el año 2000 comienzas
con tus reseñas y colaboraciones en diferentes revistas como: Revista
universitaria Ágora (2000), Revista Odisea (2002), Mundo Joven (2005-2007),
Revista Iguazú (2007-2011), Revista universitaria ECCUS (2006-2007), Gehitu
Magazine… ¿Cómo te enfrentas a una reseña para una publicación,
estudias al lector que está destinada dicha revista o sigues pautas personales?
G.A.- Lo que he intentado
hacer todos estos años ha sido conectar el libro con su público. Casi todos los
libros tienen una audiencia. No ha sido nunca mi brújula demostrar lo mucho o
poco que sé de teoría de la Literatura ni darle clases al autor sobre lo que
desconoce según parece desprenderse del libro… ¿Qué sentido tiene eso salvo la
propia idolatría? Ha sido una labor muy gratificante pues habré reseñado
trescientos libros quizá, o puede que más, y muchas veces los autores me han
contactado para decirme lo bien que había comprendido su obra. Eso ya es una
recompensa enorme pues significa que he conseguido entender el mensaje de otro
ser humano, ser empático, conseguir que el sortilegio de la lengua cumpla su
alta función de comunicación. He intentado siempre ser fiel a mí mismo y
mantener la honestidad y por ello la mayoría de las veces que he reseñado ha
sido gratuitamente, manteniendo mi independencia.
J.S.- Realizas Artículos de
viajes en otras páginas como Universogay y en el blog literario de viajes www.generación.net. ¿Confirmas que el
viajar por diferentes partes del mundo, enriquece nuestra mente y nos da una visión
más global del ser humano?
G.A.- Sin duda… siempre que
uno mantenga la mente y los ojos abiertos. Hay gente que viaja y lo único que
le queda son fotos prototípicas y un agujero en la cuenta bancaria. De casi
todo se puede aprender si se pone la atención adecuada. Viajar, para mí, es uno
de los mayores placeres y me estimula a nivel literario. Me emociona descubrir
otros pasados y otros presentes posibles…
J.S.- Cada vez son más los autores que se dedican a una especialidad tan
difícil, al menos para mí como es el nanorrelato y a través de Internet
publicaras en el 2011 un libro de nanorrelatos históricos: Borgianos. Epitafios
y nanorrelatos ¿Cómo se sintetiza una historia en apenas cuatro palabras?
G.A.- Es condensar toda
la historia. Es casi como hacer un epitafio. Tienes que ir a núcleo de lo que
quieres relatar. Y tiene que ser algo de impacto. Por ejemplo, puedes describir
una enfermedad y muerte de alguien en un libro a través de trescientas páginas
o intentar condensar el mensaje que quieres hacer llegar “La muerte tomó,
pausadamente, la forma de un pulmón negro. Estaba esculpida en nicotina, y
había firmado un pacto. El cuerpo se entregó a cambio de miles y miles de
pequeños momentos de placer. Cuando llegó el momento sintió como la Canina se
lo fumaba… en un suspiro, y su alma se elevó como una columna de humo”.
J.S.- Publicas en el 2012 con la editorial Egales un libro de relatos
“Pequeños laberintos masculinos”. Entre quienes han leído la obra se puede
escuchar por parte de unos que es un libro erótico y otros que remueves
conciencia al hablar de temas como el amor y la muerte siempre envueltos en un
cierto misterio. ¿Cómo defines esta obra?
G.A.- La obra me dio la
oportunidad de ser publicado por la editorial LGTB más importante en lengua
castellana y eso es algo que valoro muchísimo. Respecto al contenido ambos
grupos de personas tienen razón. El libro nació como un intento por hacer buena
literatura erótica pero los vericuetos de los relatos me llevaron a otros temas
también permanentes en mí como la vida más allá de la vida, la fe, el momento
del tránsito o la conciencia de ese instante y sus consecuencias. La hipocresía
que nos rodea y lo pacato de la sociedad siguen sorprendiéndome. Llevamos más
de cinco mil años de Historia y aún el país se sigue escandalizando si aparece
alguien desnudo en la televisión o en una revista, o si hay escenas de sexo en
una película. Siendo el acto del que se genera la vida (al menos a veces) una
pulsión natural y genéticamente inevitable... ¿por qué ese horror ante los
actos físicos donde se disfruta la belleza del tacto y se libera la mente?
Algunos de mis relatos son muy explícitos y eso es algo muy buscado. No
pretendía el morbo, sino la normalización, el disfrute y la belleza.
J.S.- Un año más tarde colaboras en el libro “Tiempo al tiempo” con el
relato titulado “Cuerpos de misericordia” Hay algunos editores que consideran que
es un riesgo el publicar un libro de relatos porque dicen que es muy complicada
su venta. ¿Cuál es tu postura ante este pensamiento?
G.A.- Según parecen indicar los índices de
ventas los géneros más populares son, en este orden, la novela y el ensayo
seguidos por el relato y en último lugar por la poesía (el teatro parece que
está en la posición más baja porque mucha gente lo considera adecuado para ser
visto y no leído... aunque no lo comparto al cien por cien, pero por eso lo he
sacado de la lista de alguna forma). Sin embargo creo que el relato y el
nanorrelato deberían hacerse un hueco mayor en el mundo editorial ya que en
nuestros días la gente tiene cada vez menos tiempo, lo hace todo más deprisa y
tiende o puede tender a las lecturas más breves. Ahora bien hacer un relato que
deje huella en el lector en muy complejo pues el tiempo es el mejor aliado del
recuerdo.
J.S.- Terminando casi la
entrevista, recuperamos el principio de ésta pues además de articulista,
columnista, entrevistador, escritor de prosa, otra de tus debilidades es la
poesía y al inicio del pasado año, publicas el libro de poemas “Los príncipes
de catorce versos” con la Editorial E-dítalo Conmigo. Fue presentado en el Museo
Cerralbo de Madrid por otro amigo y escritor común como es José Luis Serrano y
en cada presentación se realiza una puesta en escena con versos de la obra.
¿Cómo recibe el público estas presentaciones que has realizado por varias
ciudades españolas?
G.A.- Lo cierto es
siempre me he opuesto a las presentaciones más "ortodoxas", por
decirlo de algún modo. La idea de una mesa donde tres especialistas de la
Literatura o catedráticos se dan un festín de teoría que casi ninguno de los
asistentes al acto acaba de entender no me seduce nada. Creo que las
presentaciones son la ocasión perfecta para aliar las letras con otras Artes
como la Música o la Dramatización. Intento sorprender y crear un acto que tenga
que ver con el libro. Para "Epitafio del Ángel", la obra se presentó
en un pub y cantamos una canción de Anastacia porque había una relación con la
historia: joven, fresca y donde la música tenía un lugar importante.
Cuando
presenté "Pequeños laberintos masculinos", la artista Nerea Coello
interpretó a la guitarra un soneto mío al que su padre había puesto música. El
soneto era “Roma en el horizonte” y Roma para mí es una metáfora del placer
pero también del mundo espiritual.
Y finalmente
la más espectacular de las presentaciones, tanto por el lugar donde se hizo
como por el acto que tuvo lugar fue la de "Los príncipes de catorce versos".
El Museo Cerralbo puso un marco incomparable y Esteban Ciudad y Arturo
Collados, ataviados de una forma barroca, dramatizaron un diálogo de sonetos
extraídos del libro, para sorpresa de unos espectadores que no sabían
nada.
Creo que el
público agradece mucho estas formas diferentes de entretenimiento en las que la
Literatura se acerca a ellos con otras armas más allá de las que otorga la hoja
de papel y la tinta (que no son pocas).
J.S.- Entre los artistas están los que rechazan todo lo que tiene que ver
con los premios. Tú has obtenido dos galardones: Premio en la IV Edición de
concurso de poesía convocado por Teoría y Praxis y ganador del Concurso de Poesía convocado
por Facebook por Cordoba Incoming. ¿Cuál
es tu opinión sobre los premios?
G.A. Los premios pueden
verse, en sí, desde muchas perspectivas: como un reconocimiento por parte de un
jurado entendido que vienen a "confirmar" o "certificar"
públicamente la valía, el talento, el trabajo de un autor, lo cual a su vez
puede suponer un estímulo para dicho autor. También pueden considerarse una
forma obvia de promoción pues todos llevan ligada cierta publicidad. Si están
acompañados de una dotación económica, además, pueden suponer una
"remuneración" por ese oficio tan inútil y necesario al mismo tiempo.
Por lo tanto me parecen positivos. Otra cosa diferente es que haya premios que
se otorguen por amiguismo o por conveniencia, por influencias editoriales... lo
cual haría que el galardón perdiera sentido; o también puede suceder que el
jurado no haya tenido acceso a todas las obras por razones de organización y/o
tiempo y en ese caso el veredicto siempre será basado en un conocimiento
incompleto... sin olvidar la subjetividad de cada uno.
J.S.- Algunas propuestas para
este año 2015 las has hecho públicas en la red social Facebook donde estamos en
contacto, entre ellas vuelves a sumergirte en los Borgia de la mano de la
novela ensayística “Lucrecia Borgia, la hija del papa” del dramaturgo Darío Fo.
Sin duda los Borgia son de esos personajes apasionantes de nuestra historia que
suscitan mil y una formas de mostrarlos. ¿Qué encierra esta familia bajo su
prisma personal?
G.A.- Llevo una docena de
años dedicado al estudio de la historia de los Borgia y en mi biblioteca hay un
apartado de más de 90 libros y más de veinte revistas que tratan el tema de
esta familia apasionante y el tiempo que les tocó vivir, mezcla del más sublime
Arte, de la inteligencia más afilada, y la crueldad más absoluta... aunque casi
siempre refinada. Hay grandes personajes en esa familia pero creo que
Rodrigo Borgia y San Francisco de Borja fueron las claves de la Historia. Mi
favorito, a pesar de eso, es César, el duque Valentino, cardenal primero,
general de las tropas pontificias después; azote de los pequeños tiranos de la
Romaña y enigma de la estrella fugaz que nos ciega. Podría estar horas hablando
de este tema.
J.S.- Estoy más que seguro y tal vez tengamos otra oportunidad
para hacerlo, pero háblanos de otros proyectos para este 2015 como es la novela
cómica “En busca de Pepa la Pipera…”
G.A.- Este es un proyecto
que nació de una idea para promocionar "Pequeños laberintos
masculinos" en Facebook. Una historia que empezó como un juego y que al
final me ha servido para desconectar y disfrutar de 2013 y 2014. El primer
borrador quedó listo en Abril del año pasado y ahora acabo de retomar el texto
para corregirlo pero le queda mucho trabajo. Si el libro encuentra editorial no
creo que aparezca antes de 2016. Hay que seguir perfilándolo. Hace muchos años
que no practicaba lo cómico y es un género complejo... pero muy gratificante.
Espero hacer que el lector sonría.
Hay otros
proyectos para este año pero prefiero no hablar de ellos hasta que se
conviertan -espero- en realidad.
J.S.- Y llegamos a la última
pregunta que ya es todo un clásico. ¿Qué te hubiera gustado que te preguntara y
no he hecho?
G.A. Me ha
encantado la entrevista, que te agradezco mucho, y creo que ha cubierto muchos
aspectos de mi pequeña obra literaria. Añadiré que la relación con los
lectores, gracias a las redes sociales es cada vez más abierta, y siempre
enriquecedora, múltiple y te permite "viajar" sin desplazarte
físicamente. Las visiones de un público que ha comprado mis obras en Nueva
York, en México, en Puerto Rico o en Padua me han hecho comprender mejor los
distintos mensajes que un mismo texto puede llegar a albergar.