Angustia
e impotencia, serán algunas de las sensaciones que el espectador percibirá
viendo, Detroit de la oscarizada directora
Kathryn Bigelow (En tierra hostil),
con el magnífico guion de Mark Boal
Los disturbios de Detroit comenzaron
el 23 de Julio de 1967 cuando la policía realizó una batida en un bar sin
licencia para la venta de alcohol. Esperaban que hubiera poca clientela, pero
se encontraron con 82 afroamericanos que celebran el regreso de dos soldados de
la Guerra de Vietnam.
La policía no lo dudó y realizó un
arresto general, sin mirar quien era quien y sin ningún motivo. Los furgones
iban llenando las calles y los arrestados siendo tratados con violencia, bajo
la docilidad de los mismos, mientras eran introducidos en el interior de los vehículos.
La zona se fue llenando de vecinos, mayoritariamente de raza negra, que estaban cansados de dichos arrestos sin motivo aparente… Ese día dejaron de ser pacíficos y sumisos, para provocar un caos sin precedente en la ciudad y en el país, durante 5 días.
La zona se fue llenando de vecinos, mayoritariamente de raza negra, que estaban cansados de dichos arrestos sin motivo aparente… Ese día dejaron de ser pacíficos y sumisos, para provocar un caos sin precedente en la ciudad y en el país, durante 5 días.
Una de esas noches, el ruido de unos
disparos procedentes del Motel Algiers, en 12th Street Riot, ocasionaron una redada en
su interior, donde la crueldad de los acontecimientos, es el foco principal de
esta película. El resultado de aquellos
5 días, se saldó con: 43 muertos, 1189 heridos, más de 7.200 detenidos y 2000
edificios destruidos.
Sin duda estamos ante la mejor
película de la directora Kathryn Bigelow,
una joya que estremece y cautiva fotograma a fotograma, donde intencionadamente
está diseñada para que salgas cabreado, con ganas de soltar sapos y culebras
por la boca, sobre la vergonzosa segregación racial en Estados Unidos y las
consecuencias de la misma.
Kathryn Bigelow en un momento del rodaje |
Por primera vez voy a hablar del
casting de actores, uno de los grandes aciertos sin duda de toda la película,
junto con la sobresaliente dirección de los mismos, pues el grupo coral que lo
compone es magnífico. Es cierto que por encima destacan algunos, como es el
caso de John Boyega (Dismukes, el
guardia de seguridad) y Will Poulter
(Krauss, el policía racista) Dos interpretaciones muy diferentes originando el
yin yang en sus formas de ser. La cordura y la docilidad de Dismukes, contra la
agresividad y la paranoia de Krauss. En los personajes secundarios podría
nombrar a todos, pero destacaré a dos féminas, las amigas Julie (Hannah Murray) y Karen (Kaitlyn Dever) cuyos registros
actorales van evolucionando a medida que suceden los acontecimientos.
Angustia e impotencia, las dos
palabras con las que abro esta crónica y es que sin duda Kathryn, no quiere que
el público esté tranquilo en su butaca, provoca que se remueva en ella, porque
todo nuestro ser está en alerta ante las imágenes tan impactantes y
maravillosamente filmadas, en la fotografía de Barry Ackroyd, prácticamente con cámara al hombro durante toda la obra, al
más puro estilo documental, creando con ello la fuerza dramática y el no perder
detalle de nada de lo que está sucediendo. La diversidad y riqueza de planos, con
el deseo de provocación visual, nos llega sin filtros para directamente
cortarnos la respiración, a través de manos temblorosas, gotas de sudor
provocado por el miedo, cayendo lentamente por el rostro. Miradas de dolor, de
resignación, de poder, entre cuerpos temblando bajo las suaves ropas
veraniegas, algunas impregnadas en sangre, como en la piel de muchos de ellos.
Una obra dura, con diálogos
que cortan el ambiente de la sala, por la crudeza de sus palabras, de sus
frases, de… la impotencia ante el avasallamiento del opresor sobre el oprimido,
sin poder pedir este último, auxilio.
Muchas veces hablamos de
sentirnos dentro de una historia, pero creo que en esta ocasión esa frase se queda
corta, pues por momentos parece que
pisamos el mismo suelo que aquellos infelices pisaron dentro de aquel motel.
Que nuestras manos están pegada sobre la pared, esperando cual va a ser el
próximo movimiento de unos policías sin escrúpulos. Oliendo el miedo del
compañero de al lado. Sin duda, el hiperrealismo claustrofóbico reinante en
esta película, roza el “sadismo” cinematográfico. Cuando la cámara nos saca del
hotel para mostrarnos algún detalle del exterior, estamos deseando que regrese,
queremos saber todo lo que sucede entre aquellas paredes.
Para finalizar decir que lo
que hace a esta película poderosa, además de lo expuesto, es que limita la acción, para transformarla
en dolorosa frustración. Una obra redonda que se corona con un montaje
espectacular, aportándole un gran dinamismo para sus casi dos horas y media de metraje
y donde la banda sonora, se camufla como un personaje más. James Newton Howard, ha creado una partitura no solo estremecedora,
sino absorbente.
Muy recomendable para todos
los amantes del cine.
Mi nota es: 9
ESTRENO en ESPAÑA: 15
de SEPTIEMBRE
REPARTO: John Boyega, Jack Reynor, Hannah Murray, Anthony Mackie, Will Poulter, Jacob Latimore, Jason Mitchell, Maitlyn Dever, John Krasinski, Darren Goldstein, Jeremy Strong, Chris Chalk, Laz Alonso, Leon Thomas III, Malcolm David Kelley, Joseph David-Jones, Algee Smith, Ben O´Toole, Joseph David Jones, Ephraim Sykes, Samira Wiley, Peyton Alex Smith, Austin Hebert.
PRODUCTORA: Annapurna Pictures/ First Light Production
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Entertainment One Films
Spain.