FLIXOLÉ
y VIDEO MERCURY estrenan en el Festival de Venecia la versión en 4k de “MATADOR”
de Pedro Almodóvar.
Fue en el Festival de
Venecia donde un joven manchego comenzó a escribir su fama mundial como
director. Al debut internacional de Pedro Almodóvar en La Biennale con Entre
tinieblas (1983), le siguieron otros grandes momentos en el certamen
italiano: obtuvo el premio a Mejor Guion por Mujeres al borde de un ataque
de nervios (1988), el León de Oro honorífico y consiguió el primer León de
Oro para una película española con La habitación de al lado (2024).
Cumplido un año de este último acontecimiento, la Mostra ha incluido dentro de
su programación uno de los clásicos almodovarianos, Matador (1986).
Este provocador giallo taurino que marcó una nueva etapa en la carrera del
manchego se proyectará en una renovada versión 4K, remasterización llevada a
cabo por FlixOlé y Video Mercury.
El largometraje
participará en Venice Classics, siendo la segunda película de ficción española
en incluirse en esta sección que, desde su creación en 2012, dedica su
programación a las mejores restauraciones del séptimo arte. La primera no
documental en acudir a este circuito clásico fue La caza (Carlos
Saura, 1966), presentada hace dos ediciones por la misma plataforma y
distribuidora. En el marco de sus labores de recuperación y difusión del
audiovisual nacional, ambas vuelven a La Biennale con una copia 4K de Matador realizada
en sus laboratorios a partir del negativo original de 35mm, y bajo la
supervisión del productor y hermano del director, Agustín Almodóvar.
El Festival de Venecia
reestrenará así el quinto largometraje rodado por Pedro Almodóvar. A menudo
olvidado entre su extensa obra, el título tomó la forma de thriller
erótico con el que el autor se alejó de cuanto había hecho hasta la fecha.
Llevó al límite la búsqueda del placer por medio de distintos fetichismos
fílmicos, temáticos y estéticos que impactaron en cineastas de todo el mundo.
Entre ellos, Quentin Tarantino, quien confesó que Matador le inspiró
e influyó para lanzarse a la dirección: “Quiero hacer cosas así”.
Placer
y muerte
Entre las imágenes
de Matador que generaron tanto asombro se encontraban las incluidas
en los créditos iniciales. En éstos, el personaje de Diego Montes, interpretado
por el actor Nacho Martínez, aparece masturbándose mientras contempla escenas
de mujeres siendo asesinadas en películas slasher. Ya en los primeros
compases del filme, Almodóvar introduce la sexualidad como un instinto
violento, estableciendo una relación entre el sexo y la muerte.
La idea la irá
desarrollando a lo largo del filme a través de Diego Montes, un torero retirado
tras una cogida y cuya obsesión por matar lo llevará a cambiar los astados por
las mujeres. Dicha pulsión la comparte con María Cardenal (Assumpta Serna), una
abogada admiradora del diestro que sacia su excitación terminando con la vida
de los hombres con los que se acuesta. Después de conocerse, ambos están
dispuestos a expresar su amor de la única manera que puede satisfacerles,
arrebatándole el control de sus destinos a la parca.
En esta vorágine de
sexo y muerte los acompañan Ángel (Antonio Banderas), un joven con poderes
psíquicos, discípulo del torero, que intenta demostrar su virilidad intentando
violar a la novia de su maestro, Eva (Eva Cobo). Ésta hará todo lo posible por
mantener a su lado a Diego Montes, hasta el punto de encubrir sus crímenes.
Completan el elenco Eusebio Poncela, quien encarna al comisario que intenta
dilucidar quién está detrás de los asesinatos, y Carmen Maura, que interpreta a
una psiquiatra que bebe los vientos por el investigador.
Un
giallo a la española: serial killers entre toros y gazpacho
Considerada por el
propio director como una raras avis dentro de su filmografía, Matador marcó
un antes y un después en su carrera. Con esta película, producida el mismo año
en el que creó la productora El Deseo junto a su hermano, cerró la etapa
experimental e inició una nueva que daba paso a una elegante puesta en escena
de lo escatológico, provocador y reivindicativo.
Las constantes de la
obra almodovariana saltan también a la arena en Matador: los personajes
femeninos toman protagonismo en la faena, especialmente el de Assumpta Serna;
la religión se cuela en la trama y, desde el respeto, el autor muestra su
crítica a la rigidez eclesiástica por medio de la madre de Ángel (Julieta
Serrano), miembro del Opus Dei que en todo ve pecado y culpa; sin olvidar la
homosexualidad, representada por la ambigua orientación sexual del personaje
interpretado por Antonio Banderas, y la atracción elíptica que el comisario
siente por el joven.
El natural de Calzada
de Calatrava arquea estos temas, junto a sus obsesiones por plasmar el deseo y
la muerte, en un poliédrico y afrodisiaco thriller con tintes melodramáticos y
comedia negra que introduce guiños al giallo italiano —entre las violentas
imágenes que estimulan a Diego Montes se cuelan escenas de Seis mujeres
para un asesino (Mario Bava, 1964)— y referencias cinéfilas —la proyección
de Duelo al sol (King Vidor, 1946) o fotografías enmarcadas de Ava
Gardner, entre otras—. El director envuelve todos estos elementos en una
atmósfera kitsch con la que cuestiona cualquier convencionalismo social o
cultural, incluyendo el mundo de los toros, e incorpora recursos que se verán
en películas posteriores, como el gazpacho.
Gira
de clásicos españoles
Almodóvar construyó así
un rompedor filme con el que animaba al espectador a tomar las riendas de su
propia vida y a encontrar el placer sin importar los tabúes. Esas emociones
llegarán nuevamente al público con el estreno de la versión 4K de Matador en
Venice Classics, en el marco de La Biennale que se celebrará entre el 27 de
agosto y el 6 de septiembre.
Dicha proyección ha
sido posible gracias a la restauración del material original por parte de
FlixOlé y Mercury Films. Estos trabajos de preservación y promoción del
patrimonio audiovisual español han llevado a plataforma y distribuidora a
participar con sus remasterizaciones en las secciones clásicas de los principales
circuitos cinematográficos del globo. Gracias a esta iniciativa, obras maestras
del cine nacional han viajado nuevamente al extranjero, completando la
programación de los escaparates cinéfilos y acercando sus imágenes al público:
al igual que la Mostra ha hecho con La caza y Matador, Cannes
acogió la proyección de Carmen (Carlos Saura, 1983); Berlinale, Deprisa,
deprisa (Carlos Saura, 1981) y Vestida de azul (Antonio Giménez
Rico, 1983); Festival Lumière, Muerte de un ciclista (Juan A. Bardem,
1955) y Viridiana (Luis Buñuel, 1961); mientras que a San Sebastián
acudió en la pasada edición Surcos (José Antonio Nieves Conde, 1951).
La plataforma está
disponible en Smart TV, tabletas y teléfonos IOS y Android, Fire TV, Orange TV,
ZapiTV, Amazon Prime Vídeo, Movistar Plus+ y a través del ordenador, además
las películas se pueden descargar para verlas sin conexión
a internet en cualquier dispositivo móvil.
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