Cada primer
domingo del año se celebra el día de la Madre en nuestro país, pero, ¿por qué
esa fecha? Pues por más que se busca por las redes sobre ese día en concreto,
no aparece nada. Lo que sí nos encontramos es con sus orígenes.
Las primeras celebraciones del Día
de la Madre se remonta a la antigua Grecia, donde se le rendía honores a la
diosa Rea, madre de Zeus, Poseidón y Hades. Más tarde, como sucedió con tantas
tradiciones griegas, los romanos la adquirieron y la llamaron Hilaria. Su
celebración era el 15 de marzo en el templo de Cibeles, y durante tres días se
realizaban ofrendas.
Los católicos por su parte,
transformaron esta celebración para honrar a la Virgen María. En el santoral es
el 8 de diciembre, conmemoración de la Inmaculada Concepción, una de las
fiestas tradicionales y festiva en nuestro país. No sería hasta 1965, cuando en
España se traspasó al primer domingo de mayo. Se dice que el motivo es porque
el mes de mayo, es el mes de la Virgen.
Cada país lo celebra en fechas muy
distintas, algunos países coincidiendo en día y mes. Las celebraciones varían
mucho en la forma de expresar a las madres su agradecimiento, cariño y respeto.
Sea como sea, la fecha importa poco,
lo verdaderamente relevante es rendir homenaje a esas mujeres que se entregan
en cuerpo y alma a sus hijos desde el momento en que la vida se empieza abrir
paso en sus vientres. Nadie como ellas saben lo que es experimentar el gran
poder del nacimiento, pues ellas son las únicas que experimentan esa sensación
durante nueve meses. Nueve meses en los que sus cuerpos cambian en todos los
sentidos posibles ,y desde el primer día se preparan para el alumbramiento de la
nueva vida.
Las madres. Mujeres creadoras de
vida. Pacientes y observadoras. Soñadoras y maestras. Amorosas y complacientes,
donde para ellas, un hijo seguirá siendo su niño por muy mayor que este sea. Ellas
siempre nos verán así, con sus ojos tiernos, su sonrisa eterna y sus abrazos…
Abrazos que te hacen sentirte en un mundo particular, perdurando en nuestro subconsciente, el recuerdo de aquel tiempo en que te albergó en su seno.
FELIZ DÍA DE LA MADRE, A TODAS LAS
MADRES QUE ASÍ LO HAN DEMOSTRADO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS, AUNQUE NO SE
ENCUENTREN YA ENTRE NOSOTROS, ALLÁ DONDE ESTÉN, MI SENTIDO RECONOCIMIENTO, Y A LA MÍA EN PARTICULAR, TODO MI AMOR.
