Que a muchos periodistas se les va de las manos titulares y artículos,
no es de hoy. Pero leer titulares como “lleva
años contándonos una gran mentira” o
similares, me ruboriza al seguir leyendo y comprobar que se trata de una actriz
que nos ha ocultado su verdadero nombre e incluso su lugar de nacimiento. Como
si eso fuera una novedad. ¿Cuántos artistas han ocultado, su nombre, lugar de
nacimiento, fecha en que sus madres les trajeron al mundo y tantas y tantas
cosas? Pues es algo que en los artistas es algo natural, incluso, en algún@s
que van de artistas hoy por la vida, hacen lo propio, como si fuera un sello de
identidad.
Debo reconocer que siento cierta debilidad por Nicole Kidman, y que
hace unos días nos diga que su verdadero nombre es Hokulani, me encanta y hasta
tiene ese punto de romanticismo que esta mujer escultural y maravillosa actriz,
me despierta cada vez que la admiro en una de sus películas o fotos. Hokulani
significa “Estrella celestial”, desde luego que su madre al bautizarla, en
algún lugar de la isla de Oahu. No, no me he confundido, no nació en Australia,
nació en un lugar de ensoñación como es una isla y nada menos que ésta sea la
más poblada de Hawái. Ha confesado que en realidad salvo su familia más
directa, sólo una persona conocía su verdadera identidad, su marido, el
cantante neozelandés de música country, Keith Urban.
La “Gran noticia” y “Escándalo” para muchos periodistas ha saltado en
unos momentos en que Nicole o Hokulani participa en la inauguración de la nueva
edición del Festival Internacional de Cannes, donde el pasado día 14 de mayo,
ha dado el pistoletazo de salida con su nueva película “Grace de Mónaco”,
aunque esta cinta esté fuera de competición. Película que ha suscitado críticas entre la
familia Grimaldi, que asegura que está basada “en referencias históricas erróneas
y literarias dudosas”.
Esto, señores periodistas sí es noticia. Una noticia cultura, con la
asistencia de una gran actriz participando en el que considero el Festival Internacional
de Cine más importante del mundo, bajo mi punto de vista, lo demás es pura anécdota.
En ocasiones me pregunto ¿Qué enseñan en algunas universidades de periodismo? O
¿qué entienden algunos periodistas por noticia? No sé, pero me quedo con los
periodistas de toda la vida, que informaban de forma sencilla, veraz
y directa, no como ahora, que en muchas ocasiones, son fuegos de artificio con la mecha húmeda, cuando no es más grave y lo convierten en un circo entre mentiras y gritos.
