Mentes
Maravillosas, está dirigida por Bernard Campan y Alexandre
Jollien, quienes comparten el guion con Hélène Grémillon. “Un hombre no nace, se hace”
Igor (Alexandre Jollien) tiene parálisis
cerebral y trabaja repartiendo comida ecológica sobre un triciclo. Louis (Bernard Campan) dirige una funeraria.
Un día Louis atropella a Igor y para fortuna de Igor, no sufre más que un golpe
en un brazo. Entre ellos comienza una amistad que irá creciendo durante el
viaje que emprenden juntos, en el coche funerario, pues Louis tiene que
transportar el cuerpo de la difunta Madeleine,
al lugar en el cual debe de ser enterrada.
El actor, comediante,
guionista y director, Bernard Campan,
tras terminar el bachillerato se instaló en París para estudiar teatro y
matricularse en Cours Simon. En 1981 se unió al Petit Théätre de Bouvard
conociendo a quienes se convertirían en amigos y compañeros: Didier Bourdon y
Pascal Légitimus, separándose del grupo en 1982. Los tres compañeros crearon el
trío cómico Les Inconnus, que alcanzó un importante éxito en los escenarios y
la televisión. Años más tarde, en 1995,
el trío escribe y dirige su primer largometraje “Tres hermanos… muy primos”.
Junto a Didier Bourdon dirige, “Le pari” 1997, “Les rois mages” 2001, “La cara
oculta” 2007 en solitario, “Tres hermanos y una herencia” 2014 junto a Didier
Bourdon y Pascal Légitimus y “Mentes maravillosas” 2021 con Alexandre Jollien. Por su lado, Alexandre Jollien, quien en la vida real padece también parálisis
cerebral, es escritor y filósofo, licenciado por la Universidad de Friburgo y
galardonado por la Academia Francesa con el premio Mottart de ayuda a la
creación literaria y el premio Motyon de literatura y filosofía. Los títulos de
sus obras los podéis encontrar en
internet.
De vez en cuando el
cine nos regala una película inspiradora y en este caso la encontramos en
Mentes Maravillosas. Una obra que solo requiere que nos sentemos cómodamente en
la butaca del cine y nos dejemos llevar por la deliciosa historia que nos
reserva en sus 91 minutos bien aprovechados, pues cada segundo es importante
para leer en las miradas que los personajes se dispensan, los silencios tan
necesarios, los gestos tan precisos y sobremanera, en las conversaciones que
iremos escuchando. Me atrevería a afirmar que estamos ante la Road Movie más
emocional y divertida hasta la fecha rodada, estrenada o al menos que yo
haya visto.
Un filme realista,
sincero, directo y sencillo al que no le faltarán los toques de drama y de
inteligente comedia; al igual que la propia vida nos ofrece en momentos
puntuales de nuestra existencia. Nadie dijo que la vida sería fácil, pero
siendo optimistas, ese camino se hace más ameno para uno mismo y para quien te
encuentras en él. Una narración que derrocha entusiasmo y esperanza a raudales,
a través de dos personajes que se implican con el espectador, prácticamente,
desde el minuto uno, abriendo sus corazones y haciéndonos partícipes de sus
miedos, frustraciones o sus aventuras y desventuras, para demostrarnos, sin
pretenderlo o sí, que la felicidad se fundamenta en la sencillez, la
naturalidad, la sinceridad y el positivismos. Tras un accidente y durante un
viaje en un coche fúnebre, Igor y Louis, nos regalan una hermosa lección de
humanidad, susurrando al espectador que muchas de las cosas por las que nos
preocupamos, no merecen la pena y que ante la adversidad, mejor esbozar una
sonrisa que perder el tiempo en dramas inútiles, de esa manera, quizás, con
mucha seguridad, el destino terminará mostrándonos otra cara.
Mentes Maravillosas
cuenta con un impecable y fascinante guion, escrito a seis manos, las de Bernard
Campan y Alexandre Jollien, las mismas que dirigen e interpretan el filme y la colaboración de Hélène
Grémillon. Campan aporta esa vis cómica y más corpórea, mientras que Jollien se
encarga de ofrecernos una disertación sobre filosofía trascendental, creando
entre ambos un cóctel tan agudo e intimista como ameno. Tan reflexivo como
alocado. Tan terrenal como espiritual. “Todos estamos a bordo del mismo tren.
No sabemos adónde vamos. Ignoramos del todo nuestro destino, pero estamos a
bordo.” Un filme que nos mece en la butaca entre imágenes que no olvidaremos
tan fácilmente, plasmadas en la fotografía de Christopher Offenstein y la
etérea banda sonora de Niklas Paschburg.
Dejo para el final a
esta pareja entrañable. Actores, guionistas y directores. Incluyo en el rango
de actor a Alexandre Jollien, pues aunque nunca había actuado y dirigido, su
interpretación es maravillosa y cercana. Su vida real es muy similar a la del
personaje. La filosofía de Sócrates, Spinoza o Nietzsche entre otros autores y
filósofos, dan sentido a su existencia. El haber tenido una infancia difícil y también
el padecer una parálisis cerebral. Una
interpretación que te cala en lo más hondo del corazón provocando sonrisas
cómplices. En cuanto a Bernard Campan, demuestra su saber hacer, su temple y
ese humor blanco, siempre bienvenido. No me quiero olvidar de los secundarios
que ayudan a dar pinceladas muy interesantes a la obra, sobre la vida
cotidiana.
Mi nota es: 8
ESTRENO EN ESPAÑA: 13
de mayo.
REPARTO: Bernard Campan, Maryline Canto, Laëtitia
Eïdo, Alexandre Jollien, Tiphaine Daviot, Julie-Anne Roth, La Castou,
Anne-Valérie Payet, Sofia Manousha, Marie Petiot, Maurice Aufair, Roméo
Henchoz, Joachim Chappuis.
PRODUCTORA: Pan
Européenne Production// France 3 Cinéma// Apollo Films.
DISTRIBUIDORA EN
ESPAÑA: Caramel Films y Youplanet Pictures.