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viernes, 13 de mayo de 2022

MENTES MARAVILLOSAS: CRÍTICA DE CINE

 

Mentes Maravillosas, está dirigida por Bernard Campan y Alexandre Jollien, quienes comparten el guion con Hélène Grémillon. “Un hombre no nace, se hace”

Igor (Alexandre Jollien) tiene parálisis cerebral y trabaja repartiendo comida ecológica sobre un triciclo. Louis (Bernard Campan) dirige una funeraria. Un día Louis atropella a Igor y para fortuna de Igor, no sufre más que un golpe en un brazo. Entre ellos comienza una amistad que irá creciendo durante el viaje que emprenden juntos, en el coche funerario, pues Louis tiene que transportar el cuerpo de la difunta Madeleine,  al lugar en el cual debe de ser enterrada.

El actor, comediante, guionista y director, Bernard Campan, tras terminar el bachillerato se instaló en París para estudiar teatro y matricularse en Cours Simon. En 1981 se unió al Petit Théätre de Bouvard conociendo a quienes se convertirían en amigos y compañeros: Didier Bourdon y Pascal Légitimus, separándose del grupo en 1982. Los tres compañeros crearon el trío cómico Les Inconnus, que alcanzó un importante éxito en los escenarios y la  televisión. Años más tarde, en 1995, el trío escribe y dirige su primer largometraje “Tres hermanos… muy primos”. Junto a Didier Bourdon dirige, “Le pari” 1997, “Les rois mages” 2001, “La cara oculta” 2007 en solitario, “Tres hermanos y una herencia” 2014 junto a Didier Bourdon y Pascal Légitimus y “Mentes maravillosas” 2021 con Alexandre Jollien. Por su lado, Alexandre Jollien, quien en la vida real padece también parálisis cerebral, es escritor y filósofo, licenciado por la Universidad de Friburgo y galardonado por la Academia Francesa con el premio Mottart de ayuda a la creación literaria y el premio Motyon de literatura y filosofía. Los títulos de sus  obras los podéis encontrar en internet.

De vez en cuando el cine nos regala una película inspiradora y en este caso la encontramos en Mentes Maravillosas. Una obra que solo requiere que nos sentemos cómodamente en la butaca del cine y nos dejemos llevar por la deliciosa historia que nos reserva en sus 91 minutos bien aprovechados, pues cada segundo es importante para leer en las miradas que los personajes se dispensan, los silencios tan necesarios, los gestos tan precisos y sobremanera, en las conversaciones que iremos escuchando. Me atrevería a afirmar que estamos ante la Road Movie más emocional y divertida  hasta  la fecha rodada, estrenada o al menos que yo haya visto.

Un filme realista, sincero, directo y sencillo al que no le faltarán los toques de drama y de inteligente comedia; al igual que la propia vida nos ofrece en momentos puntuales de nuestra existencia. Nadie dijo que la vida sería fácil, pero siendo optimistas, ese camino se hace más ameno para uno mismo y para quien te encuentras en él. Una narración que derrocha entusiasmo y esperanza a raudales, a través de dos personajes que se implican con el espectador, prácticamente, desde el minuto uno, abriendo sus corazones y haciéndonos partícipes de sus miedos, frustraciones o sus aventuras y desventuras, para demostrarnos, sin pretenderlo o sí, que la felicidad se fundamenta en la sencillez, la naturalidad, la sinceridad y el positivismos. Tras un accidente y durante un viaje en un coche fúnebre, Igor y Louis, nos regalan una hermosa lección de humanidad, susurrando al espectador que muchas de las cosas por las que nos preocupamos, no merecen la pena y que ante la adversidad, mejor esbozar una sonrisa que perder el tiempo en dramas inútiles, de esa manera, quizás, con mucha seguridad, el destino terminará mostrándonos otra cara.

Mentes Maravillosas cuenta con un impecable y fascinante guion, escrito a seis manos, las de Bernard Campan y Alexandre Jollien, las mismas que dirigen  e interpretan el filme y la colaboración de Hélène Grémillon. Campan aporta esa vis cómica y más corpórea, mientras que Jollien se encarga de ofrecernos una disertación sobre filosofía trascendental, creando entre ambos un cóctel tan agudo e intimista como ameno. Tan reflexivo como alocado. Tan terrenal como espiritual. “Todos estamos a bordo del mismo tren. No sabemos adónde vamos. Ignoramos del todo nuestro destino, pero estamos a bordo.” Un filme que nos mece en la butaca entre imágenes que no olvidaremos tan fácilmente, plasmadas en la fotografía de Christopher Offenstein y la etérea banda sonora de Niklas Paschburg.

Dejo para el final a esta pareja entrañable. Actores, guionistas y directores. Incluyo en el rango de actor a Alexandre Jollien, pues aunque nunca había actuado y dirigido, su interpretación es maravillosa y cercana. Su vida real es muy similar a la del personaje. La filosofía de Sócrates, Spinoza o Nietzsche entre otros autores y filósofos, dan sentido a su existencia. El haber tenido una infancia difícil y también el  padecer una parálisis cerebral. Una interpretación que te cala en lo más hondo del corazón provocando sonrisas cómplices. En cuanto a Bernard Campan, demuestra su saber hacer, su temple y ese humor blanco, siempre bienvenido. No me quiero olvidar de los secundarios que ayudan a dar pinceladas muy interesantes a la obra, sobre la vida cotidiana.

Mi nota es: 8

ESTRENO EN ESPAÑA: 13 de mayo.

REPARTO: Bernard Campan, Maryline Canto, Laëtitia Eïdo, Alexandre Jollien, Tiphaine Daviot, Julie-Anne Roth, La Castou, Anne-Valérie Payet, Sofia Manousha, Marie Petiot, Maurice Aufair, Roméo Henchoz, Joachim Chappuis.

PRODUCTORA: Pan Européenne Production// France 3 Cinéma// Apollo Films.

DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Caramel Films y Youplanet Pictures.