Todas las estaciones tienen su magia, pero para mí la que hoy entra, es la favorita. El verano provoca en mí ser la libertad total hacia mi cuerpo. Me siento más vivo. Me despierto motivado por la luz del gran astro que ilumina generosamente la habitación y calentando la piel desnuda de mi cuerpo, hace que me levante con más brío. Me enfrento al día ligero, donde la luz y el calor, se vuelven mis aliados.
Regresan a mi mente esos momentos en los que llegarán los días deseados de descanso y junto a los otros elementos: el agua, el aire y la tierra, disfrutaré de las tan ansiadas vacaciones.
Desde estas líneas, os deseo a todos unas felices vacaciones y os dejo con una instantánea que tomé hace unos años en Egipto, en pleno crepúsculo del gran hermano sol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario