Con un lleno absoluto, debido a la
expectación que ha despertado la nueva serie de Movistar+ se presentó en la
tarde del miércoles 31 de enero a las 18:30 horas en Telefónica Flagship Store,
el Taller VFX correspondiente a La Peste, una serie de Alberto Rodríguez y
Rafael Cobos.
He tenido el placer de ver esta
magnífica serie y mientras se visualiza, uno no deja de pensar cómo han podido
recrear la ciudad de Sevilla del siglo XVI: El puerto más importante del
mundo en aquel tiempo, el arrabal donde vivía la gente humilde, las plazas públicas o el mercado,
por poner algunos ejemplos. Espacios donde en la actualidad prima la modernidad
o los edificios emblemáticos no gozan del mismo entorno y paisaje.
En el taller, Ivan Benjumea (Supervisor Postproducción de La Peste), Juanma Nagales (Supervisor de VFX de
Twin Pines) y Juan Ventura
(Supervisor VFX de la serie) Comenzaron explicándonos que para ellos, este
trabajo, había resultado toda una experiencia y un gran reto, pues nunca se les había presentado un proyecto
de esta envergadura. Desgranaron con todo lujo de detalles, entre
proyecciones de pequeñas escenas de algunos de los capítulos, el laborioso proceso.
Se manipularon más de 500 planos por
un equipo de 38 artistas de VFX durante 10 meses, además de los más de 1800
elementos 3D que se precisaron para reconstruir la ciudad. Un trabajo
exhaustivo de capas visuales a través de las cuales, la historia se ha abierto camino, pues cada
escena era supervisada por historiadores.
Tras la magnífica exposición se pasó a
la ronda de preguntas y desde CulturaenCadena aprovechamos para preguntarles sobre
el arrabal, al no haber sido abordado durante la conferencia, el cómo se construyó. La pregunta
se centró sobre qué parte de este espacio, precisó de efectos digitales y cuál era
real, pues los personajes viven entre el laberinto de cabañas que lo componen e
incluso saltan entre los techos de paja para entrar en el interior de las
mismas, a través de trampillas.
Una vez más, entre las palabras y
apoyados en las imágenes, explicaron que el primer problema al que se
enfrentaron era que existían escasas pinturas de la época donde se reflejaban
su construcción, que una pequeña parte fue construida a modo de esqueletos
base, inspirándose en esas pinturas y que incluso algunas de las cabañas que
construyeron, se desplazaban de un lugar a otro para dar la sensación de mayor
dimensión, mientras del resto se encargaban los efectos visuales.
La primera temporada de la serie ya se puede ver en Movistar+. Consta de 6 capítulos de 50 minutos de duración cada uno de ellos y desde estas líneas, vuelvo a recomendarla. Un gran proyecto, un gran trabajo y una magnífica serie.
Una vez más gracias a Movistar+ por hacernos partícipes de uno de sus eventos en torno al mundo de la televisión y por supuesto, por su generosa amabilidad.
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