jueves, 5 de septiembre de 2024

ESTACIÓN ROCAFORT: CRÍTICA DE CINE

Estación Rocafort está dirigida por Luis Prieto compartiendo guion con Iván Ledesma y Ángel Agudo. “No creas en lo que ves”

Laura (Natalia Azahara) es una joven que comienza a trabajar en la estación de Metro de Rocafort en Barcelona. Muy pronto sentirá que algo extraño habita en dicho lugar. Un conductor de metro le comenta que hay muchas leyendas que rodean a la estación y posiblemente relacionadas con quienes en su momento se suicidaron tirándose a las vías al paso de algún convoy o en extrañas circunstancias, como se nos muestra en el prólogo

Laura, intrigada decide investigar en su tiempo libre y conocerá a Cris (Valèria Sorolla) una misteriosa joven que se ofrece a ayudarla y protegerla. Deciden pedir ayuda a Román (Javier Gutiérrez), un expolicía alcohólico a quien le persiguen los demonios relacionados con las muertes, que en su día investigó, siendo por ello expulsado del cuerpo. Los tres, buscarán la fórmula para descubrir si sucede algo entre los túneles o todo es una leyenda.

El guionista y director, Luis Prieto, estudió Economicas y Fotografía en España y cine en el California Institute of the Art de los Ángeles, graduándose en 1994. Entre los años 1994/99 trabajó como editor de cortometrajes, comerciales y documentales en Estados Unidos y en 2001 llega su primera oportunidad como director de cortos con “Bamboleho”, ganando numerosos premios internacionales y su primer largometraje “Condón Express” 2005. El resto de su filmografía la compone: “Ho Voglia di te” 2007, “Meno male che ci sei” 2009, “Pusher” 2012, “Secuestro” 2017, “El engaño” 2022 y este año nos ofrece “Estación Rocafort” 2024. También ha dirigido el cortometraje “Mariposas de fuego” 2003, capítulos para series como  “Z Natión” 2014, “StarUp”, el telefilme “Il signore della truffa” 2010 y “Código negro” 2016, “The Oath” y “Snatch” 2018, “White Lines” 2020, “Vampire Academy” 2022 y “Toda la sangre” 2022 y “Honor” 2023. El documental “The Disunited States of America” 2017

Una nueva obra de terror Made in Spain, como me gusta denominar a las historias de “terror” con raíces muy nuestras y que en gran medida terminan decepcionando, más que estimulando a nuestro resorte de alerta. En esta ocasión Prieto junto a los dos guionistas, han tomado como telón de fondo el Metro, sus túneles y recovecos como protagonistas y digo el Metro, porque ni siquiera han rodado en la estación original, en donde supuestamente suceden fenómenos paranormales, como ocurre en Madrid en la estación de Atocha o en la estación fantasma de Chamberi. Ésta última cerrada al público y que solo se puede disfrutar en visitas guiadas o levemente a través de las ventanillas de los vagones cuando se cruza entre las estaciones de Iglesia y Bilbao; vistas que nunca me pierdo, cuando realizo ese recorrido. Cada una de ellas alberga leyendas y misterios y por una parte es comprensible, pues no podemos olvidar las numerosas personas que han perdido la vida, bien suicidándose o cayendo a las vías al llegar el tren o quienes tuvieron la mala fortuna de fallecer durante su construcción.

Sí, el Metro me resulta misterioso entre los pasillos y esos túneles que se pierden a la vista a derecha e izquierda y que si afinamos el oído podemos, creer escuchar en las noches o a primera hora de la mañana, cuando abren sus puertas, los sonidos del pasado. Personalmente os podría relatar más de una anécdota vivida en primera persona, pero no es este el lugar, aquí venimos a hablar de la Estación Rocafort, la película.

Un filme de género que de nuevo se queda a las puertas de lo que pudo ser y no ha logrado conseguir, pecando de poco desarrollo en el guion y absoluta dejadez en la dirección. A los pocos minutos de la proyección somos conscientes de que no estamos ante una película de terror y menos original, por mucho que así nos la quiera vender el director en sus entrevistas. No hay fuerza en las escenas, algunas parecen pasar de largo como los trenes solitarios en la noche. No existe tensión, ni angustia, aunque a falta de guion lo pretenda con la banda sonora.

El amante al cine de género está demasiado curtido y esos golpes y sonidos chirriantes, incluidos en la anodina banda sonora, solo provocan tedio y dolor de cabeza. Los planos subjetivos cuando no tienen ningún sentido y los que se nos muestran sin más, dando la sensación de relleno, ocasionan decepción y pérdida de interés en lo que estamos viendo, o los gritos histéricos y carreras desenfrenadas, aburren hasta la saciedad. Hay que buscar la originalidad. Sí fuera de nuestras fronteras, cada año llegan obras que nos impactan, ¿por qué no hacerlo aquí? El terror es un género al que no todos los guionistas y directores están llamados y mucho menos, cuando un guion no se trabaja y en la dirección, falta el interés.

En cuanto a las interpretaciones, correctas sin más. Natalia lleva todo el peso de la historia y convence, aunque se excede; por su parte Javier, le vemos por instantes sobreactuado y es que este gran actor, lleva a sus espaldas demasiados personajes como para que nos atrape siempre.

Resumiendo, cuenta con una fotografía lúgubre e interesante de Marc Miró, la banda sonora de Nami Melumad, resulta machacona y trillada, nos recuerda a otras del género y es que, pensando un poco más, quizás el problema también resida en el presupuesto. Se pretende hacer películas con coste cero y no, hay que invertir, que el público se lo merece y más, cuando paga su entrada.

Mi nota es: 5

ESTRENO EN ESPAÑA: 6 de septiembre.

REPARTO: Natalia Azahara, Javier Gutiérrez, Valèria Sorolla, Aimar Vega, Xavi Sáez,  Celso Bugallo, Albert Baró, David M. Santana, Jorge Cabrera, Francesc Albiol, Tatín Revenga, Manuel Ortega Romero.

PRODUCTORA: Estación Rocafort Película// Notromo Pictures// Showrunner Films.

DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Filmax

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