Estación
Rocafort está dirigida por Luis Prieto compartiendo guion con Iván Ledesma y Ángel Agudo.
“No creas en lo que ves”
Laura (Natalia Azahara) es una joven que
comienza a trabajar en la estación de Metro de Rocafort en Barcelona. Muy
pronto sentirá que algo extraño habita en dicho lugar. Un conductor de metro le
comenta que hay muchas leyendas que rodean a la estación y posiblemente
relacionadas con quienes en su momento se suicidaron tirándose a las vías al paso
de algún convoy o en extrañas circunstancias, como se nos muestra en el prólogo
Laura, intrigada decide
investigar en su tiempo libre y conocerá a Cris (Valèria Sorolla) una misteriosa joven que se ofrece a ayudarla y
protegerla. Deciden pedir ayuda a Román (Javier
Gutiérrez), un expolicía alcohólico a quien le persiguen los demonios
relacionados con las muertes, que en su día investigó, siendo por ello
expulsado del cuerpo. Los tres, buscarán la fórmula para descubrir si sucede
algo entre los túneles o todo es una leyenda.
El guionista y
director, Luis Prieto, estudió
Economicas y Fotografía en España y cine en el California Institute of the Art
de los Ángeles, graduándose en 1994. Entre los años 1994/99 trabajó como editor
de cortometrajes, comerciales y documentales en Estados Unidos y en 2001 llega
su primera oportunidad como director de cortos con “Bamboleho”, ganando
numerosos premios internacionales y su primer largometraje “Condón Express”
2005. El resto de su filmografía la compone: “Ho Voglia di te” 2007, “Meno male
che ci sei” 2009, “Pusher” 2012, “Secuestro” 2017, “El engaño” 2022 y este año
nos ofrece “Estación Rocafort” 2024. También ha dirigido el cortometraje
“Mariposas de fuego” 2003, capítulos para series como “Z Natión” 2014, “StarUp”, el telefilme “Il
signore della truffa” 2010 y “Código negro” 2016, “The Oath” y “Snatch” 2018,
“White Lines” 2020, “Vampire Academy” 2022 y “Toda la sangre” 2022 y “Honor”
2023. El documental “The Disunited States of America” 2017
Una nueva obra de terror
Made in Spain, como me gusta denominar a las historias de “terror” con raíces muy
nuestras y que en gran medida terminan decepcionando, más que estimulando a
nuestro resorte de alerta. En esta ocasión Prieto junto a los dos guionistas,
han tomado como telón de fondo el Metro, sus túneles y recovecos como
protagonistas y digo el Metro, porque ni siquiera han rodado en la estación
original, en donde supuestamente suceden fenómenos paranormales, como ocurre en
Madrid en la estación de Atocha o en la estación fantasma de Chamberi. Ésta última
cerrada al público y que solo se puede disfrutar en visitas guiadas o levemente
a través de las ventanillas de los vagones cuando se cruza entre las estaciones
de Iglesia y Bilbao; vistas que nunca me pierdo, cuando realizo ese recorrido. Cada
una de ellas alberga leyendas y misterios y por una parte es comprensible, pues
no podemos olvidar las numerosas personas que han perdido la vida, bien suicidándose
o cayendo a las vías al llegar el tren o quienes tuvieron la mala fortuna de
fallecer durante su construcción.
Sí, el Metro me resulta
misterioso entre los pasillos y esos túneles que se pierden a la vista a
derecha e izquierda y que si afinamos el oído podemos, creer escuchar en las
noches o a primera hora de la mañana, cuando abren sus puertas, los sonidos del
pasado. Personalmente os podría relatar más de una anécdota vivida en primera
persona, pero no es este el lugar, aquí venimos a hablar de la Estación Rocafort,
la película.
Un filme de género que
de nuevo se queda a las puertas de lo que pudo ser y no ha logrado conseguir,
pecando de poco desarrollo en el guion y absoluta dejadez en la dirección. A
los pocos minutos de la proyección somos conscientes de que no estamos ante una
película de terror y menos original, por mucho que así nos la quiera vender el
director en sus entrevistas. No hay fuerza en las escenas, algunas parecen
pasar de largo como los trenes solitarios en la noche. No existe tensión, ni
angustia, aunque a falta de guion lo pretenda con la banda sonora.
El amante al cine de género
está demasiado curtido y esos golpes y sonidos chirriantes, incluidos en la anodina
banda sonora, solo provocan tedio y dolor de cabeza. Los planos subjetivos
cuando no tienen ningún sentido y los que se nos muestran sin más, dando la
sensación de relleno, ocasionan decepción y pérdida de interés en lo que
estamos viendo, o los gritos histéricos y carreras desenfrenadas, aburren hasta
la saciedad. Hay que buscar la originalidad. Sí fuera de nuestras fronteras,
cada año llegan obras que nos impactan, ¿por qué no hacerlo aquí? El terror es
un género al que no todos los guionistas y directores están llamados y mucho
menos, cuando un guion no se trabaja y en la dirección, falta el interés.
En cuanto a las
interpretaciones, correctas sin más. Natalia lleva todo el peso de la historia
y convence, aunque se excede; por su parte Javier, le vemos por instantes
sobreactuado y es que este gran actor, lleva a sus espaldas demasiados personajes
como para que nos atrape siempre.
Resumiendo, cuenta con
una fotografía lúgubre e interesante de Marc
Miró, la banda sonora de Nami
Melumad, resulta machacona y trillada, nos recuerda a otras del género y es
que, pensando un poco más, quizás el problema también resida en el presupuesto.
Se pretende hacer películas con coste cero y no, hay que invertir, que el público
se lo merece y más, cuando paga su entrada.
Mi nota es: 5
ESTRENO EN ESPAÑA: 6 de
septiembre.
REPARTO: Natalia
Azahara, Javier Gutiérrez, Valèria Sorolla, Aimar Vega, Xavi Sáez, Celso Bugallo, Albert Baró, David M. Santana,
Jorge Cabrera, Francesc Albiol, Tatín Revenga, Manuel Ortega Romero.
PRODUCTORA: Estación
Rocafort Película// Notromo Pictures// Showrunner Films.
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Filmax
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