lunes, 7 de octubre de 2024

LA SUSTANCIA: CRÍTICA DE CINE

La coproducción entre el Reino Unido, Estados Unidos y Francia, La Sustancia, está escrita y dirigida por Coralie Fargeat. “¿Alguna vez has soñado con una mejor versión de ti misma? Más joven, más hermosa, más perfecta”

Elisabeth Sparkle (Demi Moore) es una gran estrella de la televisión gracias a su programa de aeróbic, pero los años la están pasando factura y su machista jefe Harvey (Dennis Quaid), decide sustituirla por una mujer más joven y sensual. Mientras conduce por una gran avenida ve como es retirado de una valla publicitaria, el cartel en el que se mostraba su cuerpo y rostro y cegada por el cabreo, choca contra otro auto; es entonces cuando una misteriosa empresa le ofrece una sustancia con la que su cuerpo experimentará una versión mejorada de ella misma, Sue (Margaret Qualley).

La guionista y directora, Coralie Fargeat, estudió en el Instituto de Estudios Políticos de París y continuó su formación en la escuela de cine La Fémis, en la misma ciudad. Participó en el taller de escritura de guiones, Atelier Scénario durante un año y durante sus estudios en La Fémis, creó junto a un grupo de amigos directores, el colectivo llamado La Squadra. Su corta filmografía ha impactado a la prensa y al público por el tratamiento de sus historias. Se inició con el cortometraje “El telegrama” 2003, para continuar con la serie de televisión “Campanas Les Fées” 2007 y el cortometraje “Realitad+” 2014. Debutó en el largometraje con “Revenge (Venganza)” 2017  y este año nos ofrece “La sustancia” 2024. También ha dirigido el episodio “Coleccionistas” de la serie “El hombre de arena” 2022

Fargeat, que nos dejó sin aliento con su ópera prima “Revenge”, llega ahora con otro filme feminista, intrigante, visceral y dramático bajo una premisa que de entrada, resulta inquietante. Cumpliendo unas estrictas normas y siguiendo un método en el que incluye una extraña sustancia, su personaje podrá vivir una semana en un cuerpo joven y perfecto y otra en su cuerpo normal. Las órdenes deberán ser cumplidas por las dos partes, pues las dos son una y no puede escapar de sí misma. De este modo la directora deja atrás la venganza originada por una salvaje violación en su primer filme para ofrecernos su nuevo trabajo en el cual nos presenta una desgarradora crítica hacia el consumo de esos productos que prometen el elixir de la belleza y la eterna juventud.  Un filme cuya belleza se nos desvela como el mayor de los monstruos que alberga el ser humano, pues si no se sabe gestionar, te devora.

Para meterse en la piel de Elisabeth, Coralie confía en una gran actriz que a sus 61 años disfruta de un atractivo curtido, sofisticado y elegante, digno de envidia y admiración, quien además otorga al personaje del carisma, la fuerza y la sensualidad que la protagonista exige. Sin duda, Demi Moore, convence y provoca que el espectador empatice con el peso de esa cruz que la cruel sociedad ha impuesto a su heroína y la lucha terrible, para seguir adelante. Demi está impresionante, radiante, rabiosa, doliente, orgullosa y hasta devastada. Sus expresiones corporales, las palabras,  silencios y lo más aterrador, sus miradas, calan y traspasan cada fibra del espectador y junto a ella, su partner, Sue, una deslumbrante Margaret Qualley, que obsequia al personaje con su sensualidad arrebatadora, juventud y ferocidad implacable, hasta cierto punto entendible, pero no admisible. Dos actrices que mantienen un absorbente duelo interpretativo ante lo que Fargeat ha escrito y dirigido, sometiéndonos a una orgía de sangre superior a su “Revenge” e incluso recordando, salvando las diferencias, a “Carrie” de Brian De Palma, en aquella mítica escena del baile de fin de curso; aquí Coralie, lleva el baño de sangre al extremo para que durante el mismo, no solo corte nuestra respiración y nos resulte repulsivo sino que alcancemos a reflexionar sobre los estragos y la explotación que la belleza se ve obligada a tolerar en algunos campos, siendo la femenina la que peor sale parada.

Es indiscutible que Coralie Fargeat, quien mama de grandes maestros del terror y suspense, ha sabido imprimir su sello dramático terrorífico muy particular. Un sello de identidad demoledor, provocador, salvaje, visceral, sexual y sensual a partes iguales y hasta indecente, pues en ocasiones para llegar a despertar las mentes más cerradas y clasistas, hacia determinadas cuestiones, hay que traspasar las fronteras de lo políticamente incorrecto, para que se le preste la debida atención; y vaya si esta lección la tiene bien aprendida Coralie, pues con su segundo largometraje, roza e incluso vulnera todos los límites permitidos. ¿Permitidos? ¿Por quién? El atrevimiento de esta directora grita a la sociedad, a la soledad, al patriarcado, al derecho del ser y a la propia existencia; con sus historias altamente violentas, dolorosas y hasta desagradables, pero hechizantes y conmovedoras. Estoy convencido que Fargueat nos seguirá sorprendiendo con sus narraciones explícitas, críticas y humanamente deshumanizadas, en próximos trabajos.

Para finalizar, La sustancia cuenta con una espectacular fotografía de Benjamin Kracun ofreciéndonos un rico catálogo de planos detalle, medios, cortos y generales, sin olvidar los amplios espacios a través de los cuales la luz y el color, cobran un gran protagonismo, llegando a percibir esa sensación de estar conversando con las pupilas del espectador en momentos muy determinados. La banda sonora de Rafferti, mezclando con astucia las notas más audaces y vibrantes con las dramáticas y no podemos olvidar el excelente montaje de Jerome Eltabel, Coralie Fargeat y Valentin Féron y el magnífico maquillaje.

“Las chicas bonitas siempre deberían sonreír”

Mi nota es: 9

ESTRENO EN ESPAÑA: 11 de octubre.

REPARTO: Demi Moore, Margaret Qualley, Dennis Quaid, Tom Morton, Gore Abrams, Tiffany Hofstetter, Joseph Balderrama, Olivier Raynal, Oscar Lesage, Matthew Gèczy, Hugo Diego Garcia, Vincent Colombe, Philip Schurer, Gregory Defleur, Brett Gillen, Alexandra Papoulias Barton, Akil Wingate, Daniel Knight, Jiselle Henderkott, Louise Greggory, Namory Bakayoko, Matthew Luret y Billy Bentley.

PRODUCTORA: Working Title Films// 21st Century Film France// Blacksmith.

DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Elástica Films.

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