lunes, 24 de junio de 2019

UN ATARDECER EN LA TOSCANA: CRÍTICA DE CINE

Un atardecer en la Toscana cuenta con guion y dirección del polaco, Jacek Borcuch.

María Linde (Krystyna Janda) está celebrando en su casa de la Toscana, junto a unos amigos y familiares, el Premio Nobel de literatura.  Su marido Antonio (Antonio Catania) se dedica a las labores del hogar. En el hogar están de vacaciones su hija Anna (Kasia Smutniak)  con sus hijos pequeños Elena y Salvo, que se llevan muy bien, siempre jugando entre ellos.

Un día Elena y Salvo hacen una apuesta, a que ella no es capaz de encontrarlo, llega la noche y Elena se preocupa, tras llamar a la policía, encuentran al pequeño con Nazeer (Lorenzo de Moor), un joven egipcio copto, amigo de la familia. Todos se extrañan de que Nazeer no haya llamado a la casa y María les comenta que sí, que lo había hecho. Se provoca un silencio incómodo entre miradas. Pero este, no será el único detonante de la historia.

Un atardecer en la Toscana está rodado en Volterra, uno de los pueblos más emblemáticos de la Toscana. Un filme que se presenta ante el público como un intenso drama, por el que desfilarán el honor, la hipocresía, las diferencias de edad, la inmigración y su efecto sobre la sociedad, el terrorismo, la familia, la libertad, la xenofobia y tantas lecturas como el espectador esté dispuesto, a descubrir.
El polaco Jacek Borcuch, es actor, director y guionista de cine. Estudió filosofía en la Universidad de Varsovia. Ha trabajo en diversas series de televisión, como director nos encontramos con obras como: “Tulipanes” 2004 “Aquello que amamos” 2009 o  “Indeleble” 2013 y ahora para su quinta película, nos sumerge en un drama poético y narrado con suma delicadeza, pero afilado como los dientes de un león.
Siempre he pensado que la edad, además de un número de una fecha determinada, es el tiempo en el que el ser humano puede aprender todo lo que precisa para saber discernir sobre la realidad de nuestra sociedad y su  importancia, entre otras muchas cuestiones y exponerlas sin miedos y libremente, sin importar el qué dirán y sus consecuencias.
María, la protagonista del filme, es judía y de padres polacos, supervivientes del holocausto nazi. Cuando se declaró la ley marcial en Polonia, ella estaba en la Toscana y allí decidió quedarse. Así comienza el discurso polémico, desgarrador e impactante que ofrece a sus conciudadanos al recibir un premio local y comunicar que rechaza el Premio Nobel de Literatura, que le han concedido. Un discurso crítico contra quienes mandan en los campos de refugiados en Europa, como dice en un momento determinado “Financiados por el gobierno y controlados por las mafias”, pero esa frase no será el detonante de lo que vendrá, pues llega a afirmar que un acto terrorista es como una obra de arte a la que no pueden alcanzar escritores e intelectuales. Un discurso que por sí solo, vale toda la película, pues no deja indiferente a nadie,  ante el temple que ofrece Krystyna Janda con sus palabras, como tampoco durante el resto de la narración

La obra se divide en dos partes, que juegan entre sí, por un lado la visión de la familia y por el otro, la de la sociedad y política que les rodea. Un filme que se mantiene en esa fina línea que separa lo cómodo de lo incómodo, en la cual Jacek arriesga “arañando”  el lado vulnerable del ser humano, poniendo al desnudo la Europa en la que vivimos, el terrorismo que sufrimos y las víctimas que siempre son los inmigrantes. Un filme que deja demasiadas preguntas en el aire y todas  necesarias, pues  Borcuch no desea involucrarse más de lo necesario, dejando que cada espectador, saque sus propias conclusiones.
El gran peso de esta película, sin la menor duda, recae en su protagonista principal femenina, Krystyna Janda, quien está impresionante, encarnando a una mujer  impenetrable, fría, intensa, seductora y calculadora, dentro de la humanidad que encierra en su compleja mente. Sus miradas, sus estados de quietud, sus palabras afiladas como dardos e incluso sus estados de duda, que pronto transforma en decisiones, acertadas o erróneas. Una interpretación impecable para una gran actriz, que llena la pantalla con su magnetismo, dejándonos con un final cargado de simbolismo, en su largo plano secuencia.

Mi nota es: 7,5

ESTRENO en ESPAÑA: 21 de Junio

REPARTO: Krystyna Janda, Antonio Catania, Lorenzo de Moor, Robin Renucci, Vincent Riotta, Kasia Smutniak.

PRODUCTORA: No Sugar Films

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: BTeam Pictures

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