martes, 10 de septiembre de 2019

A CUATRO MANOS: CRÍTICA DE CINE


A cuatro manos cuenta con guion y dirección del alemán, Oliver Kienle. Un thriller perturbador, elegante y absorbente, que te mantiene pegado a la butaca.

El prólogo nos muestra a dos hermanas, Sophie y Jessica, la una con 8 años y la otra con 6, están tocando el piano a cuatro manos, cuando llaman al timbre de la casa. Al abrir la puerta, entran a la fuerza unos hombres con intención de robar, en el forcejeo, los padres de las niñas mueren, mientras ellas permanecen ocultas, sin ser vistas por los ladrones.

La historia nos sitúa 20 años más tarde. Jessica padece un grave trastorno de agresividad y paranoia, esperando el momento de la venganza. Ve el peligro en cada esquina, en cada local, en cada centímetro de la calle; ha prometido cuidar siempre de su hermana Sophie, quien se ha convertido en una gran concertista, la cual desea vivir una vida normal y olvidarse del pasado. Los asesinos de sus padres salen de la cárcel tras cumplir 20 años de condena, es entonces cuando Jessica...

Las enfermedades mentales, los recuerdos de una infancia marcada por la tragedia, el deseo de olvidar, la venganza y la violencia como defensa, el juego de las identidades, lo real y lo ficticio jugando con el subconsciente; serán algunos de los temas que Kienle nos narra en su nueva obra. Un director conocido por la exitosa serie alemana “Bad Banks”

Oliver se apoya en la magnífica puesta en escena y el virtuosismo innato para mostrar lo que desea que el público vea, en el instante en que él decide que sea visto. Nunca se anticipa. Sus movimientos resultan precisos, como los efectuados durante una partida de ajedrez sobre el gran tablero de la vida o la exactitud de las notas, sobre las teclas del piano. Manipula a sus personajes a su antojo y de esta forma poder despistar al espectador más avispado, para evitar que piense más de lo deseado hasta el final de la obra, e incluso en esta ocasión le hará dudar al escuchar las últimas palabras, de uno de los personajes.

Si la puesta en escena en este filme es muy importante, no lo es menos el montaje con cortes drásticos que elevan el dramatismo de la cinta, provocando una mayor inquietud en el espectador. La gran fotografía de Yoshi Heimrath, rica en matices tanto en los encuadres de sus planos detalle, generales, vistas aéreas; así como la selección  en el color e iluminación, y no podemos obviar a  la infatigable compañera de toda obra filmada, la música, bajo la batuta de Heiko Maile, reforzando la obra.

El peso del filme,  una vez más, recae en las interpretaciones y en esta ocasión, si bien cada uno de los actores resultan convincentes, no sería justo si no destacara a las dos protagonistas femeninas: Frida-Lovisa  Hamann y Friederike  Becht.

 Mi nota es: 8

ESTRENO en ESPAÑA: 13 de septiembre
 
REPARTO: Frida-Lovisa  Hamann, Friederike  Becht, Christof Letkowski, Detlef Bothe, Burak Yigit, Agnieszka Guzikowska, Heiko Pinkowski, Petra Bischoff, Ulrike Beerbaum, Petra Hartung, Verena Konietschke, Nina Mohr, Joana Wegele y Daniel Reimling

PRODUCTORA: Erfttal Films/ Niama Film/ Pantaleon Films/

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Cinemaran.

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