Alta Costura está dirigida por Sylvie Ohayon compartiendo guion con Sylvie Verheyde.
Jade (Lyna Khoudri) es una joven veinteañera que roba una guitarra en el metro, huyendo junto a su amiga Souad (Soumaye Bocoum). La joven se pone a tocar la guitarra en la calle para atraer a los viandantes y una de las personas que se detiene es Esther (Nathalie Baye), a quien en un descuido, Souad le roba el bolso descubriendo, al inspeccionar su contenido, que es una famosa modista de la Casa Dior. Esther está a punto de jubilarse y se encuentra en plena creación de su última colección de Alta Costura. Cuando Jade decide devolver el bolso a Esther, llevándoselo al taller en el que es jefa de costureras, Esther la anima a que aprenda el oficio.
La escritora, guionista y directora, Sylvie Ohayon, estudió literatura y comenzó a trabajar como creativa en publicidad. Ha escrito y publicado seis novelas: Papa was not a Rolling Stone 2011, Les Bourgeoises 2012, Bonnes à (re) marier 2014, One against el otro 2015 y Micheline 2017. Para cine ha dirigido y adaptando su novela “Papa was not a Rolling Stone” 2014 y este año nos presenta “Alta costura” 2022.
Suave y delicada como la seda más fina y lánguida, como el tejido que olvidado en los estantes, espera el momento de volver a las mesas para ser manipulado y cumplir con su cometido; el formar parte de una hermosa creación o simplemente la confección que cubra el cuerpo de una mujer u hombre, para determinado evento social o cotidiano. Alta Costura nos presenta un filme feminista bajo el prisma de dos mujeres muy diferentes entre ellas. La primera en su edad madura, dedicada en cuerpo y alma a la profesión de costurera que tantas alegrías y sacrificios le ha supuesto y quien antes de jubilarse, ansia dejar su legado a una nueva generación y la joven, cuyos sueños son los de vivir la vida que tiene por delante tal y como se le ofrece, junto a sus amistades, jugando a ser rebeldes, como es propio en la juventud. Ambas coinciden en que las mochilas de sus vidas deben de ser liberadas pues arrastran el dolor, la soledad, la pérdida e incluso los deseos no cumplidos. Un festín de emociones y sensaciones que van transitando y calando por el taller de costura en el cual la belleza y las buenas intenciones, flirtean con la melancolía, los miedos, las envidias, los celos y las frustraciones; junto a la cotidianidad del día a día, fuera de esas paredes, recreando otras realidades. Un filme que acaricia como lo hace la seda más delicada, sobre la piel de una mujer y a la vez, el tener que convivir con las luchas internas más personales y difíciles de alejar.
La narración toma como telón de fondo un taller de la firma Dior, haciéndonos partícipes de una sutil y deliciosa MasterClass sobre la confección de una prenda de alta costura, partiendo del patronaje, la elección del tejido, el corte de las diferentes piezas, la importancia del planchado, las pruebas sobre la modelo… hasta concluir en la obra diseñada, culminando, finalmente, en la deseada y prestigiosa pasarela en donde los ojos de una mujer determinada se detengan en dicha pieza, soñando no solo con cubrir su cuerpo si no el llegar a deslumbrar en el evento social al que ha sido invitada o del que ella misma será la anfitriona, desconociendo la historia que rodea a la prenda y a quienes la elaboran.
Entre las atractivas y vaporosas imágenes, captadas por el director de fotografía Georges Lechaptois, en planos correctísimos y una iluminación casi etérea, también nos topamos con otras verdades que nos acercan a lo cotidiano como son las adiciones, las enfermedades mentales, la falta de autoestima, la transexualidad o la emigración; las cuales forman parte de una sociedad cada vez más individualista y necesitada de atención. Estos dos ambientes tan dispares, son recogidos en parte por la fotografía ya mencionada que juega con la iluminación y los colores, saltando de los volátiles a los más naturales y por descontado, al enfoque con el que Sylvie Ohayon, dota a la narración. Tras todo lo mencionado, cabe destacar, las magníficas interpretaciones del dúo protagonista. La excepcional Nathalie Baye, traspasando la pantalla con su carisma y la joven Lyna Khoudri, que representa la realidad más evidente.
Mi nota es: 7,5
ESTRENO EN ESPAÑA: 22 de julio.
REPARTO: Nathalie Baye, Lyna Khoudri, Pascale Arbillot, Claude Perron, Soumaye Bocoum, Adam Bessa, Alexandrina Turcan, Tomain Brau, Claudine Vincent, Farida Ouchani, Virgile Bramley, Saïd Benchnafa, Sandra Choquet y Clotilde Courau.
PRODUCTORA: Lesa Films Du Premier// Le Productions du Renard// Jouror Production// OCS// Cofimage 31// SofiTVciné 7// Région lle-de-France
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Wanda Vision.
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