La coproducción entre
Dinamarca, Alemania, Francia y Suecia, Holy
Spider (Araña Sagrada), está dirigida por Ali Abbasi compartiendo guion con Afshin Kamran Bahrami. “Todo hombre debe enfrentarse a aquello que
desea evitar”
Una mujer deja a su
hijo pequeño durmiendo, mientras se interna en la noche de la ciudad santa de
Mashhad, una de las ciudades más sagradas de Irán. Se acicala en unos baños públicos
y consume droga que la vende una anciana en la calle, mientras busca clientes
que la paguen por sus servicios. Uno de esos clientes será Saeed (Mehdi Bajestani) el cual, tras
engatusar a la joven, la estrangula con un pañuelo. Saeed está casado con
Fátima (Forouzan Jamshidnejad) con quien
tiene tres hijos: dos niñas y un niño.
A la ciudad llega una
periodista desde Teherán, Rahimi (Zar
Amir- Ebrahimi), con el fin de investigar los asesinatos de las mujeres,
que se están cometiendo en el lugar. Contacta con un escritor especializado en
temas criminales, Sharifi (Arash
Ashtiani). Ambos se involucran en el caso, pero se encontrarán con el
problema de que el criminal nunca deja pistas y la policía parece no estar
interesada en descubrir al culpable.
El guionista y
director, Ali Abbasi, estudió en la
Universidad Politécnica de Teherán hasta el año 2002, año en el que se trasladó
a Estocolmo para continuar en la Real Academia de las Ciencias de Suecia y tras
su graduación en Artes en 2007, se inscribió y graduó en la Escuela Nacional de
Cine de Dinamarca en 2011. Sus primeros trabajos estuvieron relacionados con el
cortometraje: “Officer Relaxing After Duty” 2008, “I mørket er lYset” 2010 y “M
for Markus” 2011, para debutar en el largometraje con “Shelley” 2016, “Border”
2018 y este año ofrecernos “Holy Spider” 2022.
Holy Spider es un
apasionante thriller de suspense basado en hechos reales, los sucedidos en Irán
en el año 2001, año en el que Saeed Hanaei, más conocido como el “Asesino de
Arañas” mató a 16 prostitutas y casi a 17, como afirma, jactándose en un
momento determinado, durante una entrevista. Un criminal que tenía a sus
espaldas un importante historial de homicidios en serie y aun así, se le respetaba
en su comunidad, pues al igual que él, muchos consideraban que eliminar a las
prostitutas era necesario para limpiar las impurezas morales de la sociedad. Pero
Abbasi, no se conforma con relatarnos esta historia, que en sí ya esa dura,
sino que profundiza en la sociedad iraní, el papel que juega la mujer en dicho
país o debería decir, las vejaciones a las que son sometidas, el vivir bajo el
yugo machista y las tensiones que dichas situaciones generan.
Ali Abbasi, desde los
primeros minutos del films, nos pone en situación, por un lado, mostrándonos al
asesino y como impúdicamente mataba a sus víctimas usando los propios pañuelos
con los que cubrían sus cabezas y por otra parte, a la protagonista, a esa
periodista emancipada que no tiene miedo al enfrentamiento con los hombres,
pero que decide, por voluntad propia y así poder realizar su trabajo con total
libertad, usar el Chador, esa prenda que cortada de forma semicircular se
colocan las mujeres sobre la cabeza y cubre todo el cuerpo salvo la cara. Nos
ofrece un mundo retrógrado, gobernado por hombres en el cual la mujer no tiene
voz y sí el estar sometida, como podemos observar durante todo el filme. Uno de
esos impactantes instantes lo encontramos en la escena en la cual el jefe de
policía está hablando con Rahimi y en un alarde de prepotencia para que
abandone su investigación, la va arrinconando entre las palabras y los gestos.
Imágenes de un realismo tal, que nos corta la respiración.
Una narración que nos
obliga a mirar y escuchar con atención, siendo testigos de la actuación de la
policía de la moral, de la prohibición de alojar a mujeres en un hotel, si van
solas; del acoso como acto de superioridad del hombre, de la educación que se
imparte a los más jóvenes, de los chanchullos entre policía e incluso los
políticos, del poder del patriarcado, el machismo e incluso el aplaudir el
feminicidio. Abbasi, desde ese país en el que se siente libre disfrutando de su
nacionalidad danesa, nos presenta un cruel retrato de Irán, dirigido con mano
firme, sin tapujos y sustentado por las magníficas interpretaciones.
Destacaría en primer
lugar a Zar Amir-Ebrahimi,
encarnando a Rahimi, clara representación del coraje y la valentía de la mujer
luchadora, en busca de la verdad y quien aun escuchando las burlas e incluso el
asedio de los “machitos” que la rodean, jamás se aminora, pisando firme y con
la cabeza alta; ante esta excelente interpretación, el espectador claudica, la
acompaña e incluso la arropa desde la butaca. Mehdi Bajestani, en el papel del cruel y sádico Saeed. Un personaje
que duele en lo más profundo del alma y más, cuando le escuchamos que él no es
culpable, que cumple la voluntad de Dios, y el tercero, en este excepcional
trío sería Arash Ashtiani, como
el escritor que está siempre vigilante y se convierte en la sombra de la
periodista. El hombre que sabiendo los males que asolan a su país, prefiere, en
determinados instantes, mantener las distancias, pues sabe que su vida, corre
peligro. Tres impecables interpretaciones que junto al resto del elenco nos
ofrecen un filme de denuncia apoyado por un enérgico ritmo, una sobrecogedora
banda sonora de Martin Dirkov y
la sencilla, realista y estremecedora fotografía de Nadim Carlsen.
Mi nota es: 8,5
ESTRENO EN ESPAÑA: 13
de enero.
REPARTO: Zar
Amir-Ebrahimi, Mehdi Bajestani, Arash Ashtiani, Forouzan Jamshidnejad, Mesbah
Taleb, Alice Rahimi, Sara Fazilat, Sina Parvaneh y Nima Akbarpour.
PRODUCTORA: Profile Pictures// ONE TWO Films// Nordisk
Film Productions// Wild Bunch// Why Not Productions// arte France Cinéma.
DISTRIBUIDORA EN
ESPAÑA: Karma Films y Bteam Pictures.
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