sábado, 22 de mayo de 2021

SWEAT: CRÍTICA DE CINE

La coproducción entre Polonia y Suecia, SWEAT, está dirigida y escrita por Magnus von Horn. “La verdad y la mentira de las redes sociales, a través de la mirada de su director”

En el prólogo vemos a la profesora de fitness Sylwia Zajac (Maddalena Kolesnik), toda una celebridad en las redes sociales, con casi 600.000 followers, impartiendo una de sus famosas clases, en el Hall de un centro comercial, junto a su compañero Klaudiusz (Julian Swiezewski). Todo son felicitaciones, deseos de abrazarla, comentarios que ella las motiva en el día a día y las mayores alabanzas que puede recibir una persona. Sylwia las acepta con una gran sonrisa en el rostro, las invita a que nunca desfallezcan y que continúen siguiéndola en las redes sociales, pero Sylwia, un día, de esos que todos tenemos de flaqueza, llora ante la cámara de su móvil y cuenta que no es feliz.

Agnus von Horn, estudió en la Escuela Nacional de Cine, Televisión y Teatro en Lodz, Polonia. Escribió y dirigió numerosos cortometrajes, entre los que podemos encontrar el documental “Radek” 2006 y otros de ficción como “Milk Teeth” 2007, “Echo” 2009 (Ganadora de diversos premios internacionales) o “Without Snow” 2011. Tendrían que pasar 4 años para que llegara su ópera prima en el largometraje, “Después de esto (The Here After)” 2015 (Ganadora los premios de la academia Sueca, Guldbagge a mejor película, director y actor secundario) y este año estrena “Sweat”.

La cara y la cruz de las redes sociales, a través de las cuales algunas personas se hacen famosas por sus entrevistas, reseñas, vídeos… Y sobre todo, por la exposición constante de sus vidas en el día a día, desde que se levantan hasta que se acuestan e incluso, como hemos visto, mientras duermen. Nombres que ya forman parte de nuestro vocabulario como son los Youtubers, Bloggeros, Feisbuqueros, Twitteros o Instagramers, cada uno buscando su hueco, según lo que desean transmitir y ofrecer; pero sobre todos ellos destacan los Influencers. Las nuevas celebrities de este siglo, que mueven a miles, a millones de seguidores en todo el mundo a través de sus canales, revolucionando el marketing, pues su credibilidad es tal, que todo aquello que digan, opinen, coman, vistan, utilicen en su día a día o como tienen decoradas sus casas; lo tomarán como ejemplo y será copiado. ¿Personalidades débiles ante aquellos que demuestran seguridad?. ¿Son los influencers, tan felices cuando no están expuestos ante el público?

Magnus, tras presentarnos la cara amable de la moneda, la gira con delicadeza para mostrarnos la cruz, ante uno de los momentos de debilidad de una influencer. Vemos llorar a nuestra protagonista, a ella, a la mujer que lo tiene todo, belleza, popularidad, un impresionante físico gracias a sus clases de fitness, lujo, unos 600.000 seguidores que la adoran… pero le falta lo más importante; en ese vídeo, mientras llora, nos explica que se siente sola, que sueña con tener a su lado a esa persona con quien compartir su vida. Es en ese instante, cuando el director nos ofrece el cómo se puede llegar a ser esclavos de una imagen, de tener a la soledad como enemigo, de sufrir un acoso o de enfrentarse a ese instante en el que piensas que tu vida no te pertenece, porque te debes al  trabajo, punto en el que el director incide, pues ser influencer, aunque tenga muchas cosas positivas, es un trabajo y en ocasiones, un trabajo muy duro; pues la competencia es brutal. La fama siempre ha tenido un precio y no iba a ser menos a quienes se exponen en las redes, cada día más activas y exigentes.   

Estas dos caras de la moneda, son como los dos platillos de la balanza, que en esta ocasión, está en constante movimiento durante los 93 minutos de su metraje. Un metraje bien calibrado y un potente montaje, para retratar a una mujer real, de carne y hueso y con esos sentimientos, que en ocasiones no puede controlar, traicionándola, llegando a cuestionarse quién es y qué es lo que verdaderamente le hace feliz, porque la motivación, ya la tiene. Magnus sigue con la cámara cada movimiento de su personaje, hasta penetrar en lo más íntimo del ser, la vulnerabilidad, en donde se esconden las emociones que luchan entre ellas. Por instantes no comprendemos los arrebatos de Sylwia, ejemplo cuando visita a su madre por el cumpleaños, pues llega a resultar cruel, vanidosa y egoísta; pero por otro lado nos provoca compasión e intentamos entender algunas de esas reacciones, ante la falta de lo más fundamental y el tener que soportar una coraza que cada día se apodera más de ella, temiendo ser juzgada si demuestra que no es tan fuerte como los demás creen que es. El final es absolutamente revelador y liberador. 

El filme está rodado con cámara en mano, entre planos cortos e intimistas, tal y como requiere la narración y su protagonista. La fotografía de Michal Dymek, nos acerca a una extraña realidad con una luz y un color que roza la divinidad, para un personaje mortal, tan mortal como lo es Magdalena Kolésnik, que encarna a la protagonista, ofreciéndonos una magnífica interpretación, entre sus dotes interpretativas y deportivas.

Mi nota es: 7

ESTRENO en ESPAÑA: 21 de Mayo

REPARTO: Magdalena Kolesnik, Julian Swizewski, Aleksandra Korieczna, Zbigniew Bielawski, Lech Lotocki, Magdalena Kuta, Wiktoria Filus, Katarzyna Cynke, Mateusz Król, Andrzej Soltysik, Karolina Krawczynska, Diana Krupa, Adriana Budakow y Karolina Bialek.

PRODUCTORA: Lava Films// Zentropa International Sweden// Film I Väst// Canal+Polska// EC1 Lódz – Miasto Kultury// Opus Film// DI Factory// Polski Instytut Sztuki Filmowej// Svenska Filminstitutet.

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Elamedia Estudios.

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