miércoles, 15 de mayo de 2019

LEJOS DE PRAGA: CRÍTICA DE CINE

Lejos de Praga está dirigida por el checo Jan Svĕrák compartiendo guion  con su padre, Zdenĕk Svĕrák.

Eda (Alois Grec) vive feliz en Praga junto a su padre (Ondrej Vetchy) y su madre (Tereza Voriskova) sin ser consciente de que la ciudad está siendo ocupada por los nazis. Cuando las cosas se recrudecen, sus padres deciden dejar el hogar e irse a un pequeño pueblo de Slavonice, donde vive la familia materna. Eda descubrirá un entorno nuevo al que se tendrá que adaptar, creando amistad con  los niños del pueblo, sintiendo atracción por primera vez por las chicas y conociendo a la familia, quienes guardan, como suele suceder en tantos pueblos, secretos familiares, bajo la presencia del patriarca, su abuelo (Jan Tríska) y al que llaman, el lobo (Oldrich Kaiser)

El checo, Jan Svĕrák  es un afamado actor, productor y director de cine. Hijo del escritor Zdenĕk Svĕrák, con quien ha escrito  algunos de sus guiones. Entre su filmografía destacan: “Jízda” 1994 (Mejor película en el Festival Internacional de Karlovy Vary), “Kolja” 1996 con la que dio su salto internacional obteniendo, además de otros importantes premios, el Globo de Oro y el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, “Un mundo azul oscuro” 2001, “Descalzo” 2017 y ahora con “Lejos de Praga” Un drama con pinceladas de comedia y como telón de fondo la II Guerra Mundial.
Los niños y la guerra han ido de la mano en numerosas ocasiones en el cine, y muchos de esos jóvenes protagonistas dejaron atrás su inocencia madurando antes de tiempo. Obras como “La vida es bella” de Roberto Benigni o la espléndida “El imperio del sol” de Steven Spielberg, ambas a través de campos de concentración y más recientemente “Una bolsa de canicas” de  Christian Duguay, son algunos ejemplos. “Lejos de Praga” nos ofrece una nueva visión de la ocupación nazi en dicha ciudad, a través de los ojos de un niño de 8 años, que bajo su inocencia y fantasía, nos hará vivir situaciones disparatadas en su  día  a día, pero también otras dignas de reflexión.

Jan Svĕrák nos traslada a un pueblo, lejos del campo de batalla y de la gran ciudad, para sumergirnos en la vida rural, una vida donde la verdadera lucha está en sobrevivir y abrirse camino en cada amanecer, con el esfuerzo personal, lidiando con otras batallas propias que se generan en el entorno familiar, las rencillas entre vecinos y donde Eda, entre juegos, nos regala múltiples lecturas a tener en cuenta. Juegan a la guerra, con jerarquías de mando, con juicios a supuestos traidores, con técnicas de combate, con expulsión del grupo y hasta con su propio refugio. Juegan a la guerra desde la inocencia, pero recreando una dura realidad, la que está sufriendo su país.
Un filme en el cual, con gran acierto, Jan Svĕrák compartiendo historia con su propio padre Zdenĕk Svĕrák, logra crear el equilibrio entre la comedia y el drama. Drama producto de la ocupación nazi que asola el país y la comedia que se provoca por las ocurrencia, sueños y pensamientos del pequeño Eda. Nos mostrará a  los personajes claves del mundo rural que les rodea y sus intrigas, con claros simbolismos a través de algunos de ellos:  El abuelo, patriarca, bajo el que todos claudican.  El lobo, ese personaje repudiado por la familia mostrándonos que no es tan fiero que muchos quieren que se crea e incluso el maestro en su empeño de enseñar sus conocimientos, educar en los valores de la naturaleza entre cantos de pájaros, mientras tiene que soportar estoicamente los discursos y propaganda nazi que se cuela por los altavoces de las aulas.

Una obra tierna  que se desliza por la gran pantalla como una brisa agridulce, fielmente reflejada en la mirada del fotógrafo Vladimír Smutný, a quien acompaña la cuidada banda sonora de Michal Novinski.
Mi nota es: 8
ESTRENO en ESPAÑA: 17 de Mayo
REPARTO: Alois Grec, Jan Tríska, Oldrich Kaiser, Ondrej Vetchy, Tereza Voriskova
PRODUCTORA: Biograf Jan Sverak// Novinski// Phoenix Film
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: A Contracorriente Films.

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